Destiny...Cap. 4 - Y ella es Carmen

Antes de iniciar este capítulo me gustaría hacer algunas aclaraciones, en este mundo Yunho y Jaejoong no deberían ni soñar en estar como pareja, debido a que ambos son hombres pero yo altere esto y convertí a Hogwarts en una escuela solo de hombres, las mujeres que aparecen que son mínimas no cuentan en ningún rol importante y no son protas, en lo que quisiera hacer hincapié es en el rol de algunos hombres que tengan el papel de delicados y en ocasiones luzcan como mujer son hombres con la capacidad de procrear es por eso que su fuerza no es la misma que la de los hombres promedio sino la misma que tendría una mujer, por lo que a veces se refieren a ellos como lo harían con mujeres, eso es todo, disfruten su lectura. 

Capítulo 4 – Y ella es Carmen 


- Carmen.- dijo Jaejoong.

Pero entonces el chico volteó el rostro ante el crujir de una rama, y Jaejoong se vio frente a un hombre idéntico a él.

-¿Heechul?- dijo Yunho

El castaño apenas podía respirar. Él conocía aquel rostro. Los ojos que lo miraban todas las mañanas desde el espejo parecían cobrar vida en otro cuerpo. Sí, podía reconocerse en aquel blanco demasiado pálido que cubría sus hombros como un manto imperfecto, en aquellos labios rojos por la vieja costumbre de mordérselos, en esa piel alvina sin necesidad de usar algún producto para evitar el sol. Todo… todo era de él, pero estaban en alguien más.

- Vaya Kim…¿en verdad tienes ese cuerpo?

Jaejoong se puso rojo y le tapó los ojos a Yunho con ambas manos.

- ¿Esto es tuyo?- dijo Siwon sonriente tomando la toga blanca. – Creo que no es bueno que ande un joven como tú por aquí solo, podría encontrarse con cualquiera…

Heechul tenía unos ojos marrones intensos, como si fuego habitara dentro de ellos. Yunho lo notó en cuanto se soltó de las manos de Jaejoong. Era él, la sangre sucia de siempre, pero convertido en un hombre.

- Yo sé lo que hago.- dijo Heechul. – Ahora, suelta mi vestido.

- ¿No quieres que te lo acerque?- dijo Siwon acercándose al río. Entonces Heechul tomó una piedra y la lanzó contra él.

- ¡Auch!- dijo Siwon. – ok ¡entendí la indirecta!

- ¡Ahora puedes lárgate!- dijo Heechul.- ¡Vete!

Heechul seguía tomando rocas y las lanzaba contra Siwon, el chico soltó la toga y se fue antes de que una de esas piedras cayera sobre su cabeza.

- Eras un salvaje Kim!- dijo Yunho.

- Te lo merecías, por pervertido.- dijo Jaejoong. – Creo que ahora seguimos a Heechul ¿no te parece?

- Como sea.- dijo Yunho.

Heechul caminaba hasta la orilla del río. Jaejoong volvió a taparle los ojos a Yunho para que no lo viera desnudo.

- ¡Déjame!- decía Yunho. – ¡Yo puedo ver lo que quiera!

- Sí pero es mi cuerpo y ¡no quiero que lo veas!- dijo Jaejoong.

En cuanto Heechul se puso la toga blanca, Jaejoong quitó las manos de los ojos de Yunho, quien ya estaba empezando a molestarse más de lo usual. Heechul empezó a caminar entre los árboles. Jaejoong y Yunho trataban de seguirle el paso mientras algunas hadas volaban de arriba hacia abajo entrando en algunos agujeros de los grandes robles. Jaejoong tenía la impresión de que Heechul era de clase baja, pues tenía un vestido blanco ligero, el cual usaban solo los jóvenes humildes; mientras que los adinerados los usaban con encajes y de más. Mientras caminaban Yunho no dijo nada sobre aquello, y por un momento el castaño pensó que no se había percatado de ello, pero se equivocó.

- ¿Ves Kim?- dijo finalmente el morocho. – En el pasado, presente y futuro siempre serás uno más del montón, junto a los inferiores.

Jaejoong le dirigió una mirada llena de rabia.

- Y tú siempre serás un imbécil, pasado, presente y futuro.

Los dos se detuvieron al verse frente una casa grande, obviamente esta si pertenecía a gente adinerada. Heechul entró por la puerta de atrás. Jaejoong notó la sonrisa esbozándose en el rostro del morocho.

- Eras un criado.- dijo Yunho riendo mientras seguía a Heechul.

- Cállate o haré que tu vida sea un infierno.- dijo él siguiéndolo.

Ambos entraron en una cocina inmensa donde había muchas mujeres cocinando. Una de ellas se levantó de una mesa y corrió hacia Heechul.

- Mi niño la señora lo andaba buscando, yo le dije que fue a la tumba de su padre, pero no estoy segura de que me creyera.

- No importa, gracias nana.- dijo Heechul mientras salía del cocina.

- ¿Nana?- dijo Yunho, - creí que eras una criada…

Jaejoong siguió a Heechul, aquello estaba muy extraño. Yunho lo siguió muy de cerca. Heechul subió las escaleras del casa y atravesó un largo pasillo hasta entrar a una habitación. Yunho y Jaejoong entraron también. Adentro estaba una gran cama y velador, con espejo y silla, y un armario amplio. Por todos partes había fotografías…de Heechul.

- ¿Qué! Ahora sí que no entiendo.- dijo Yunho viendo una foto, allí Heechul salía con vestidos elegantes y sofisticados, como cualquier otro jovencito de sociedad.

En esos momentos él estaba encerrado en el baño. Jaejoong estaba igual de sorprendido que Yunho.

- Qué razones tiene para vestirse como plebeyo cuando no lo es…- se dijo en voz alta el castaño. – seguramente Siwon no sabe que él tiene dinero, ha de pensar por la vestimenta que usaba que era un campesino más.

- Sí…pero ¿por qué lo hace?- dijo Yunho.

Kim Hyun Joong apareció sonriendo.

- ¿Cómo les va?

- Estamos algo confundidos.- dijo Jaejoong.

- Si, por eso aparecí, pude sentir que tenían una duda y ahora veo cuál es. Bueno, como les dije, Heechul es muy especial. Miren, él es hijo del difunto Ernesto Kim, gran brujo, y de un brujo pirata, Yue Xu.

- ¿Un pirata?- dijo Yunho.

Exacto, entonces, bueno su madre era un hombre valiente, que se encargaba de ayudar a los que no tenían nada. Murió en su intento pacifista. Luego el señor Kim se volvió a casar, con Yoona, madre de Carmen.

- Entonces son medios hermanos.- dijo Jaejoong.

- Sí. Bueno, en cuanto el señor Kim murió, Yoona trató muy mal a Heechul, lo odiaba, porque no era de su sangre, solo era el hijo de un pirata cualquiera. Solo lo tolera en la casa porque el señor Kim le dejó una suculenta herencia, del cual Heechul es acreedor. Bueno, el chico no creció con mucho amor, pero sí es de armas tomar ¿eh? Sacó el gen de su madre, el de ayudar a los demás.

- Entiendo ¡se viste de manera corriente para juntarse con los necesitados y ayudarlos sin ser descubierto!- dijo Jaejoong.

- ¡Exactamente!- dijo Hyun Joong

- Tenía que ser tu antepasado, es igual de repulsivamente caritativo.- dijo Yunho tornando los ojos.

- ¿Qué hora es?- dijo Jaejoong sin prestarle atención.

Yunho miró su reloj. Marcaban las cinco del mañana, claro, era la hora de su mundo, no la de aquel.

- Kim Hyun Joong tenemos que estar en Hogwarts dentro de una hora, para asistir a clases.- dijo Jaejoong...

- Está bien, en una hora los recojo no se preocupen.- Kim Hyun Joong desapareció

Heechul salió del baño con un vestido blanco con hermosos encajes. Su cabello, antes naturalmente suelto, ahora estaba recogido en una trenza y con ciertos adornos en él. Tenía un poco de rubor en sus mejillas y difícilmente se podría decir que era el mismo chico que vieron en el lago.

- ¿De verdad me veo así con vestido?- dijo Jaejoong observando a su antepasado.

- He visto mejores…- dijo Yunho con la intención de irritar al castaño, pero en realidad le gustaba mucho lo que veía. – En todo caso, mejor te ves sin nada...

La puerta del habitación se abrió. Una mujer con un vestido negro y cabello morocho entró. Su piel era blanca y sus ojos verdes, tenía ciertas arrugas en su rostro, y sin embargo era hermosa.

- ¿Dónde has estado?- dijo Yoona con cierto enojo. – No se ve bien que un jovencito salga solo.

- Pues yo salgo a donde a mí me da la gana.- dijo Heechul. – Necesitaba tomar aire, el encierro me aturde.

- Cuidado cómo me contestas ¡muchachito insolente!- dijo Yoona.

- ¿Cómo quieres que te conteste entonces?- dijo Heechul.

La puerta se abrió y una mujer joven de por lo menos la misma edad que Heechul entró. Tenía el cabello rojo oscuro como la sangre y la piel blanca. Sus ojos verdes parecían dos gemas que irradiaban una energía increíblemente sobrenatural. Cargaba un vestido rojo que resaltaba su exuberante belleza. Aquello no podía ser verdad. En el mundo, no podía existir belleza tan perfecta. Yunho quedó mirándola mientras Jaejoong sonreía.

- Es Carmen.- dijo Jaejoong.

- Es impresionante...- dijo Yunho completamente embelesado.

Heechul era tan insignificante como Jaejoong delante de aquella diosa.

- ¿Qué pasa mamá?- dijo Carmen.

- ¡Tu hermano me saca de casillas!- dijo Yoona. – Ya no soporto sus malcriadeces... ¡eso definitivamente lo sacó de su madre!

- Sí, yo creo que lo heredé de él.- dijo Heechul sonriendo, parecía orgulloso de ello.

- ¡Ya déjalo mamá! Si él quiere salir tiene todo el derecho de hacerlo.- dijo Carmen. Su voz era seductora, al igual que todo en ella. – Heechul es libre de hacer lo que se le plazca.

Heechul le sonrió a su media hermana.

- ¡Como sea!- dijo Yoona saliendo del cuarto.

Carmen se sentó en la cama de Heechul.

- ¿Donde fuiste?- dijo Carmen mirándolo maliciosamente. – No me digas que hay algún pretendiente y yo no sé nada..

- No, para nada.- dijo Heechul. – Sabes muy bien que no pretendo casarme.

- ¡Por Merlín! No me digas que sigues con esa idea loca de no casarte. Qué vas a ser entonces ¿eh? ¿Monje?

- No. Me dedicaré a recorrer el mundo en barco, ayudando a los demás. Como lo hacía mamá.- dijo Heechul esperanzado.

Carmen entornó los ojos.

- Eso es ridículo, un chico que no es monje sin casarse y andando en barcos cuando eso es de hombres rudos… ¡quién ha visto algo así!

- Y eso no es todo.- dijo Heechul sonriéndole. – También pienso andar en pantalones.

- ¡Pantalones! ¿Qué es lo que piensas hacer cambiar de sexo?- dijo Carmen.

- ¡No digas esa palabra!- dijo Heechul inevitablemente ofendido. Se sonrojó todo con solo escucharlo. – ¡No es algo que debe salir de boca de una joven!

Carmen volvió a tornar los ojos.

- ¡Pero si así se llama! ¡Por merlín Heechul! Todos esas reglas de lo que hay que decir y hacer me tienen sin cuidado. ¿Qué es eso de que uno no puede tocar ni dejarse tocar por su novio hasta después del matrimonio? Me parece absurdo y aburrido.

Heechul lo miró incrédulo.

- A mí también me parecen absurdas algunas reglas, como la de los pantalones y lo de que una mujer como tu no puede vivir si no es casado con un hombre que la mantenga... pero ¿lo de tocar y dejarse tocar? Por merlín Carmen ¿qué pensamientos pecaminosos tienes?

Yunho empezó a matarse de risa.

- ¿Pecaminosos?- dijo mientras se mataba de risa.

Jaejoong le dio un golpe en la espalda.

- Y bueno en esa época decir lo que dice Carmen ¡era solo de las putas!- dijo Jaejoong defendiéndose.

- ¡No me toques Kim!- dijo Yunho ante el golpe de Jaejoong. – Ubícate quieres... aunque estemos juntos en esto ponte en tu lugar..

- Como sea Jung.- dijo Jaejoong mirándolo furioso.

Carmen reía ante la corrección de Heechul.

- Querido hermano…ya te veré cuando encuentres un hombre que te haga sentir, y vas a ver cómo te va a encantar que te acaricie, que te diga cosas al oído y te haga temblar entre sus brazos…

- ¡Ya basta Carmen! ¿Qué no te han enseñado a ser más recatada? Además ¡hablas como si lo hubieras vivido ya!

Carmen se pasó seductoramente la lengua por el labio superior.

- Tal vez ya lo he vivido…

Heechul la miró incrédulo, parecía no poder siquiera hablar ni pronunciar palabra alguna.

- ¡Por Merlín! ¡En qué clase de mujer te has convertido! Ni siquiera estas comprometida y ¿ya has estado con un hombre!

Carmen lo miró fastidiada.

- No seas hipócrita hermanito, porque eso de salir a ayudar a la gente no te lo cree nadie. Quien sabe con quién andas a escondidas de mamá.

- No me creas como tu.- dijo Heechul. – ¡Yo no soy capaz de hacer esas cosas!

Carmen se levantó y se dispuso a salir, pero antes miró de arriba abajo a su hermano.

- La diferencia entre tú y yo, es que yo digo las cosas de frente y no soy un hipócrita como tu.- con esto salió.

- ¡Qué grosera!- dijo Jaejoong.

Yunho se dispuso a decir algo pero entonces todo se puso borroso y luego negro. Los dos chicos sintieron un frío piso y abrieron los ojos. Estaban nuevamente en la biblioteca, en la zona prohibida. Yunho se levantó y miró a Kim Hyun Joong que salía del libro.

- Bueno, los traje a tiempo.- dijo él. – Nos vemos en la noche.- y con esto desapareció.

Jaejoong se levantó del suelo.

- ¡Hay que salir rápido!- dijo el castaño.

Los dos escucharon el sonido del gran reloj del colegio que indicaba que todos los salones se abrían nuevamente. Jaejoong giró la perilla del puerta y se dio cuenta que ya estaba abierta.

-Vámonos de aquí.- dijo Yunho.

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