Cap. 45 - Las palabras sobran

Hola, como prometí, al llegar a los 20 capítulos actualizaba y bueno aquí esta...el gran final esperado por todas.

Después de mucho tiempo puedo concluir este bello proyecto, quiero agradecer en el alma a mi bella y hermosa beta, Moni, sin ti jamas hubiera acabado con esta responsabilidad tan grande y aunque sera el ultimo que suba con tu ayuda te lo agradeceré eternamente.

Quiero agradecer su apoyo, a las niñas bellas que siempre me apoyaban con un comentario, eso alienta a seguir.

Voy a crear un nuevo fanfic muy pronto, algo mas pequeño y de temática un poco diferente.

Si llego a 30 comentarios, subiré el epilogo, a leer.

Cap. 45 - Las palabras sobran

- No!- gritó ella mientras sollozaba.

Sirón llegó hasta ella y tomó su cuello entre sus manos, apretándolo con fuerza mientras gritaba y trataba de soltarse.

- La mataste! Fuiste tú!- gritó Sirón. -Cómo no lo vi antes! Siempre le tuviste celos! Siempre fue mejor que tú!

Sirón lloraba, dejaba caer lágrimas de odio, ira y dolor mientras apretaba el cuello de su hermana. Morrigan luchaba para soltarse, pero era inútil.

- Zulema...yo la adoraba!- gritó Sirón. - Lo era todo para mí! Mi reina...mi vida! Y tú...tú me la quitaste asquerosa traidora!

Morrigan sollozaba mientras se quejaba por el dolor que le infligían los dedos de su hermano enterrándose en su garganta. Sirón sacó de su túnica una estaca de madera y la apuntó hacia ella.

- No...- dijo casi sin voz mientras luchaba por soltarse. - Soy tu hermana...

Sirón seguía llorando mientras la miraba con ira.

- No eres más que una traidora...Zulema fue mi única hermana, y gracias a ti, ahora  está muerta.- y con estas últimas palabras clavó la estaca sobre el pecho de su hermana y, tras un grito ensordecedor se convirtió en cenizas que se esparcieron por el aire.

Heechul, Siwon y Mika seguían inmóviles, tratando de entender lo sucedido sin aterrarse por la gravedad de los hechos. Sirón seguía postrado, llorando mientras miraba sus manos que ahora estaban cubiertas por las cenizas de su última hermana. Yunho caminó hacia Jaejoong acortando la poca distancia que quedaba entre ellos.

- Lo hicimos?- preguntó Jaejoong.

- No lo sé.- dijo Yunho. - Pero no tengo un buen presentimiento con respecto a esto...

Y Yunho no se equivocó. Sirón se levantó del suelo y se volteó aún con los ojos inyectados de sangre para fijarlos en Siwon, Heechul y Mika. La ira se reflejaba en sus facciones, en su rostro, en cada uno de sus gestos.

- Ya sabe que no fuimos nosotros! Váyase!- exclamó Heechul.

Pero Sirón caminó hacia ellos amenazadoramente. Siwon se adelantó y con una espada le impidió seguir. El vampiro golpeó con fuerza la espada haciéndola volar por el aire y golpeó a Siwon enviándolo al otro lado de la habitación.

- No!- gritó Heechul, quien intentó ir tras él pero Mika la detuvo.

Sirón caminó hacia las dos personas y justo cuando estuvo a punto de agarrarlas por el cuello, una flecha lo atravesó convirtiéndolo en polvo, justamente en lo que se había convertido su hermana segundos antes.

Heechul miró asombrada a Kyuyong, quien mantenía aún su arco elevado. A su lado estaba Kim Hyun Joong quien caminó hacia el centro de la sala confundido.

- Qué fue eso!

- Un vampiro.- dijo Kyuyong.

Heechul corrió hacia Siwon quien intentaba levantarse algo herido.

- Estás bien?- le preguntó acariciando su rostro.

- Sí, estoy bien.- dijo Siwon. - Pero debo decirte algo...

- Después.- dijo Heechul mientras fijaba sus ojos en Kim Hyun Joong y Kyuyong. - Cómo lograron entrar?

- Yo llegué mucho tiempo antes.- dijo Hyun Joong. - Pero escuché un grito y supe que algo andaba mal así que fui a buscar ayuda.

- Claro! El grito de Mika!- dijo Jaejoong quien ahora comprendía.

- Al llegar a la ciudad me encontré con que la guerra había acabado. Los Gitanos ganaron y bueno, encontré a Kyuyong y a Jungmin. Les avisé y Kyuyong decidió acompañarme acá mientras Jungmin se hacía cargo junto a Tom y Tamar de arreglar el pacto que juraron con los Gitanos. Por cierto!- dijo Kim Hyun Joong mirando a Siwon. - Hablaste ya con Carmen? Me parece perfecto que hayas por fin entrado en razón! Lo que hiciste fue un error pero es de hombres corregir nuestros errores!

Heechul miró a Siwon y luego a Kim Hyun Joong sin entender.

- Sí, ya le dije que lo sentía. Carmen no entendió bien, pero yo cumplí con mi parte.- dijo Siwon mientras fijaba ahora sus ojos en Heechul.- Fui a ver a tu hermana para disculparme por haber iniciado una venganza estúpida. Quería terminar de una buena vez con todo esto, e intenté en vano hacer que Carmen entendiera lo nuestro. Siento no haber logrado que te perdonara Heechul...juro que lo intenté.

- Eso lo explica...- dijo Yunho mientras esbozaba una media sonrisa.

Heechul sonrió y se prendió del cuello del morocho mientras daba pequeños y rápidos besos en la mejilla de su esposo.

- Creí que...yo pensé que tú.

- Lo sé. Ya no importa.- dijo Siwon acariciando el rostro del castaño.

Jaejoong miró a Yunho sonriendo feliz y lo besó tiernamente. El morocho correspondió y cuando se separaron, aún sonreían. Jaejoong volteó para mirar una vez más a sus antepasados, y entonces notó con escalofríos que Heechul tenía sus ojos marrones fijos en los de él. Era la primera vez que lo miraba de frente, que ambos parecían retribuirse la mirada.

- Heechul te pasa algo?- dijo Siwon que no entendía por qué él miraba al vacío.

Heechul sonrió levemente y fijó sus ojos en él.

- No, nada...es solo que creí ver..., no, no es nada.- le dijo mientras lo abrazaba con fuerza.

Jaejoong volvió a sonreír, sintiendo que por un breve instante, Heechul había sido capaz de ver al menos un poco de él, y eso le bastaba.

Un repentino torbellino de aire los tragó a ambos, y pronto se vieron por última vez, en el suelo de la sección prohibida.

Kim Hyun Joong sonreía con felicidad cuando ambos se pararon y lo miraron a los ojos. Jaejoong jamás lo había visto reír con tanta espontaneidad, y en aquel preciso instante se sintió feliz, como nunca antes lo había sido.

- Lo hicimos, ahora, danos nuestra recompensa.- dijo Yunho cínicamente mientras esbozaba una sonrisa.

- Nuestra recompensa es estar con vida!- dijo Jaejoong.

Kim Hyun Joong dejó de sonreír repentinamente y pareció ponerse un tanto nervioso.

- De eso quería hablarles...-dijo mientras esbozaba una sonrisa tímida. - Digamos que, en un intento desesperado por retenerlos y hacer que cambiaran el pasado...yo mentí, un poquito.

- Un poquito?- dijo Jaejoong quien empezaba a entender lo sucedido, mas pretendía no hacerlo pues sería demasiado exasperante.

- Sí, un poquito...- dijo Kim Hyun Joong un tanto nervioso.

- Habla.- dijo severamente Yunho, quien ahora lo miraba con ojos pardos brillantes y penetrantes.

- Sí, verán.- dijo él. -Ustedes iban a irse, pues no les interesaba en lo más mínimo si en el pasado morían o no...Yo necesitaba que cambiaran el pasado, entonces, digamos que yo...mentí cuando dije que si morían en el pasado, morían en el presente.

Un silencio invadió el lugar y se prolongó por varios segundos hasta que Yunho logró articular palabra.

- Quieres decir que, en el caso de que no hubiéramos conseguido cambiar el pasado, no habríamos muerto en el presente?- dijo Yunho mientras caminaba amenazadoramente hacia el holograma de Hyun Joong. - Pretendes decir que, todo el estrés, todos las preocupaciones, las pocas noches en las cuales pude dormir como todo ser humano; en realidad fueron producto de una mentira que, si no hubieras creado, no estaría aquí sino en mi cama?

Kim Hyun Joong tragó saliva.

- Sí, digamos que sí.

Yunho iba a estallar a gritos, más la risa de Jaejoong lo hizo voltearse y fijar sus ojos en él. Sí, Jaejoong Kim reía como nunca mientras se apoyaba en la pared.

- No veo qué puede hacerte reír.- dijo Hyun Joong. - Estaba esperando que fueras tú el que más me gritara...

- Yo...lo siento.- dijo Jaejoong mientras intentaba mantener la calma, pero no podía dejar de reír. - Pero es que.., perdón, no puedo gritarte Hyun Joong, ...esto es demasiado patético, ya hasta me da risa.

Jaejoong continuó riendo. Y Yunho sonrió. Sí, la verdad era que la situación era bastante cómica. Todas aquellas noches, soportándose, amándose, gritándose, descubriéndose...todo no había sido producto del destino, sino de una "pequeña mentira" de Hyun Joong. O quizás sí había sido el destino después de todo, ya que fue él quien puso a Sir Kim Hyun Joong en sus vidas. De repente ya no quiso matar a Hyun Joong, pues de todo aquello algo había valido la pena; Jaejoong. Ahora él lo tenía, al menos en sus recuerdos siempre lo tendría. Pues siempre recordaría sus risas, sus lágrimas, su cuerpo, su voz, su carácter y sus momentos de debilidad. Él siempre le pertenecería gracias a esa mentira.

Aunque no estuviera junto a él, él siempre sería suyo.

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- El señor Shim estaba en la escena del crimen con varita en mano qué podemos sospechar de eso?- dijo Snape mientras caminaba alrededor del pelirrojo.

Junsu jamás había estado en la oficina del Director. Sus ojos comían todas las imágenes que el lugar le proporcionaba. Dumbledore estaba tras su escritorio, bastante sereno mientras lo observaba, y por alguna razón él se sentía tranquilo, como si supiera que nada malo podría sucederle.

- Primero el incendio en el bosque con la muerte de un Slytherin, luego una explosión en la sala común Slytherin...y en ambas escenas ha estado un Shim. No es demasiada coincidencia?- dijo venenosamente Snape.

- Severus, creo que el señor Shim no ha hecho nada de lo que deba avergonzarse.- dijo Dumbledore repentinamente. - Repasemos los hechos. Las bombas fueron colocadas en la tarde según los análisis del profesora McGonagall ¿Por qué estaría el Señor Shim en el momento del estallido si, en el caso de que él las hubiera puesto, sabía que lo verían en el lugar del crimen?

Snape se mantuvo en silencio. Junsu sonrió.

- Entonces nos encantaría escuchar su historia en la que nos explica qué hacía con la varita en mano en zona Slytherin.- dijo Severus.

El pelirrojo fijó sus ojos miel en los oscuros del profesor con algo de desprecio. Luego volvió a fijarlos en el director con amabilidad y habló:

- Yo sabía sobre las bombas, y le avisé a Ryeowook para que sacara a los Slytherins a tiempo.

- Es decir que conoce a los culpables.- dijo Snape mirándolo fríamente.

- No, quiere decir que en uno de los pasillos escuché sin querer a dos encapuchados cuyos rostros no identifiqué que hablaban de haber puesto unas bombas en la sala común de Slytherin.

- Está mintiendo.

- Yo no miento.

- Severus!- dijo Dumbledore. - Ya es suficiente, confío en la palabra del señor Shim, quien sabe que lo que hace es lo correcto.

Junsu se sorprendió ante aquellas palabras, era como si Dumbledore supiera al igual que Snape que él mentía, pero a diferencia del fastidioso protector de Slytherin, él confiaba en su decisión de ocultar la verdad.

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Yunho miraba por la ventana de la sección prohibida mientras Jaejoong conversaba con Hyun Joong.

- Hay algo que no comprendo aún- dijo el castaño. - Muchas veces, hablabas como si supieras no solo cosas del pasado, sino también de lo que sucedía en el presente.

- Te refieres a lo de los dibujos? - dijo Hyun Joong

- Fuiste tú!- dijo Yunho repentinamente interviniendo en la conversación.

- Sí, sí ya deja que hable.- dijo Jaejoong.

- Pues bien, es que este libro tiene bastantes secretos. Digamos que no solo puedo ver el pasado...

- Puedes ver el presente y el futuro!- dijo Jaejoong emocionado.

- Shhhh!- dijo Hyun Joong. - Nunca he dicho eso.

- Pero es lo que tratas de decir.- dijo Yunho.

- No, yo no he dicho nada.- dijo. - Y ni una palabra más saldrá de mi boca.

Jaejoong sonrió y no insistió más. Supuso que, habían cosas que era mejor mantener en secreto, pues era eso lo que le daba vida a algo; su capacidad para mantener enigmas.

- Voy a extrañarte.- dijo el castaño. - Gracias, por todo.

- No, gracias a ustedes.- dijo Kim Hyun Joong mientras los veía salir. - Y Yunho, suerte con lo que debes hacer.

Jaejoong miró a Yunho y vio cómo sus ojos pardos se apagaron de repente, como si una gran tristeza los nublara.

- Espero tenerla.- dijo el Slytherin mientras salía junto al castaño.

Ambos caminaron por la biblioteca sin decir nada. Jaejoong lo detuvo un instante.

- Yunho sé hacer la marca tenebrosa.

- Qué!- dijo él.

- Para eso eran mis reuniones con Shirota, para aprender a hacerla.- le dijo sonriente. - Es solo una copia idéntica a la real, pero sé que si la vez sabrás identificarla.

- Para qué quisiste aprender a hacerla?- le preguntó el morocho confundido.

- Porque, cuando te vayas, yo voy a seguirte.- dijo Jaejoong decidido.

Yunho miró hacia otra parte, evadiendo su mirada.

- Sabía que dirías eso.- dijo con voz apagada.

- Entiende, que no voy a permitir que te arriesgues solo por mí. Aunque no quieras llevarme yo no voy a descansar hasta encontrarte, cuando salgamos de Hogwarts, yo voy a encontrarte. Recuérdalo.

Y con esto le dio un beso dulce, que logró derribar la gran barrera que protegía a Yunho Jung, convirtiéndolo en el ser más débil de todas las criaturas.

"Me habría gustado acabar la historia aquí, pero sería una gran mentira. La verdad no acaba aquí, la verdad no termina con un Jaejoong que ha decidido seguir a Yunho. Habría sido demasiado bueno, habría sido demasiado irreal. Aunque no me agrade, debo escribir lo que sucedió. Porque cuando le deseé suerte a Yunho en la puerta del sección prohibida, ya sabía lo que él planeaba hacer. Sabía el final de la historia.

Y ahora, deben saberlo ustedes también"

(N/A: Los que no quieran enterarse el lado feo del final no lean más allá de esto. Advierto)

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El día llegó con rapidez. Todos los alumnos estaban afuera, despidiéndose de sus amigos y de los profesores agradables. El tren echaba humo espeso y sus motores sonaban con ese ruido que nunca había sido desagradable hasta aquel momento. Los de séptimo no querían irse, miraban al castillo y sabían que jamás vivirían días como en Hogwarts. La felicidad la recordarían para siempre, y sería su fuerza y su apoyo en momentos duros que les tocaría vivir allá...en el mundo real, donde la magia era solo un elemento más, y no un privilegio.

Taemin sonrió mientras se sentaba en el asiento del compartimiento. Min estaba a su lado mientras que Jonghyun, Yoochun, Jaejoong y Junsu se acomodaron en el asiento de enfrente mientras cerraban las puertas del compartimiento.

- Aún no entiendo cómo pudiste salvarte.- dijo Jonghyun a Taemin.

Él sonrió.

- Creo que es porque tuve mucha suerte.

- Otros que tuvieron suerte fueron los Slytherins.- dijo Jinki. - Solo hubo dos heridos por esas bombas y nada más. Es impresionante.

- Quieren chocolate?- preguntó Jaejoong. - Puedo ir a buscarlo.

Pero lo que en realidad quería era ir a despedirse de Yunho sin que nadie sospechara, y por eso se sintió aliviado cuando todos asintieron con gusto.

El castaño dejó el compartimiento y caminó por los pasillos del tren. Ya llevaban cinco minutos de haber partido de Hogwarts. Sentía un poco de vacío, pero al menos había encontrado ya un propósito de vida. Le sorprendía el hecho de que los Slytherins habían partido sin ninguna novedad en el tren. Él siempre había esperado que al final, se retiraran con Lee Soo Man y así no tener que pasar por los trámites de llegar a sus casas. Se había equivocado, pues todas las serpientes habían abordado el tren como de costumbre. Después de todo ¿quién era él para comprender los planes de mortíos?

Fue entonces cuando la pesadilla inició.

El tren se sacudió con fuerza haciendo que Jaejoong se pegara contra la pared izquierda del vagón y luego con la derecha para luego caer al suelo. Las luces se apagaron y comenzaron a echar chispas de electricidad. Jaejoong cubrió su rostro cuando sintió estas caer hacia él. Abrió los ojos y en la oscuridad, notó que el tren ya no se movía, y que gritos comenzaron a esparcirse por el lugar. Sus ojos marrones se fijaron en una de las ventanas del tren, por la cual vio claramente a un Dementor sobrevolar. Quiso gritar, pero una mano tapó su boca y lo levantó del piso. Pronto se vio dentro de un compartimiento vacío y al soltarse, vio a un hombre con túnica negra, completamente cubierto.

-¿Quién es!- dijo Jaejoong aterrado. Sí, tenía que ser un mortífago. Los mortífagos y los dementores habían interrumpido el viaje del tren para sacar a los iniciados Slytherins; no había estado tan equivocado después de todo.

Pero entonces el hombre dejó correr la capucha mostrando su rostro. Unos ojos pardos se fijaron en los de él mientras que con señales le pedía hacer silencio. Jaejoong notó que Yunho tenía guantes negros, estaba listo para irse con los mortífagos.

- Qué está sucediendo.- dijo Jaejoong abrazándolo con fuerza

- Shhhh…no deben saber que estás aquí.- dijo casi susurrando. Jaejoong vio por las ventanas cómo los dementores Rondaban el lugar. Todo estaba demasiado oscuro.

Yunho rodeó la cintura del castaño y la pegó contra su cuerpo, hundió su cabeza en el cuello de Jaejoong, aspirando su aroma. Él lo abrazó con fuerza, y luego sintió cómo él, casi debatiendo consigo mismo, lo separaba lentamente de su lado.

- Jaejoong, quiero que sepas muchas cosas, que no te voy a poder decir nunca más, y que debí decirte mucho antes de que todo esto sucediera.- dijo con voz apagada. - Eres lo más importante en mi vida, y siempre lo serás.

El corazón de Jaejoong se paró. No podía sentir nada más que el calor dulce de aquellas palabras. Cuánto las había necesitado, cuánto las necesitaba. Él jamás las había pronunciado, nunca; pero él sabía bien por los hechos que las sentía. Sin embargo, hay veces que las palabras no sobran.

- ¿Por qué me dices esto?- dijo él comenzando a sospechar que algo estaba mal. – Yunho ¿qué sucede?

- Shhhh...- dijo mientras le ponía un dedo en los labios, sellándoselos. Sus alientos se mezclaban a tan poca distancia.

Jaejoong tuvo miedo, sí, por primera vez tuvo miedo al estar cerca del morocho. Yunho parecía sufrir terriblemente, sus ojos pardos se habían inundado de lágrimas mientras la miraba.

- Perdóname por todo lo que te he hecho, por no haberte conocido antes, por no haberte dado todo lo que te merecías...-dijo él mirándolo fijamente. Parecía estar en terrible agonía. - Pero eso va a cambiar, de ahora en adelante tú tendrás lo que mereces. Lo mejor será para ti Jaejoong, te irás de aquí y cuando lo hagas, seguirás una vida tranquila y normal; conocerás a alguien que te ame, no más que yo, pero te hará feliz lo juro.

- ¡No!- gritó Jaejoong mientras sollozaba. Las palabras de Yunho sonaban a insoportable despedida. - ¡Entiende que nunca voy a ser feliz si no estoy contigo!

Yunho sonrió levemente, mas sus ojos seguían mostrando un agudo dolor.

- Lo sé.- dijo con voz apagada. - Yo siempre te recordaré…lo haré por los dos.

Y Jaejoong lo entendió todo. Las lágrimas seguían corriendo por su rostro ahora inexpresivo. El dolor era demasiado grande, no podía ser...no podía ser…

- ¡No, no lo hagas!- dijo Jaejoong sollozando. - ¡Yo quiero recordarte! ¡Yo quiero siempre recordarte!

Sabía que el hechizo desmemorizador era perfectamente usado por los mortífagos, Yunho sacó su varita y lo miró con ojos vacíos mientras lo apuntaba. Lágrimas querían salir por estos, pero él las aguantaba, debía ser fuerte...Ahora más que nunca.

- Entiéndelo, no soportaría ver que me sigues, que corres peligro. No soportaría verte sufrir por mí, ver que vives el resto de tus días preguntándote si aún sigo con vida o si he muerto. Quiero que seas feliz, porque si tú lo eres al menos eso me servirá.

- No...- dijo él casi sin voz.

- Siempre estaré contigo Jaejoong.- prosiguió el Slytherin.- Estaré cuando te asciendan..., cuando te cases..., cuando tengas a tu primer hijo yo estaré...lo juro. No me verás ahí...pero siempre estaré en todo momento, cuidando de ti, de tu vida...

- No…-Jaejoong sollozaba.

- ...te amo.-

Y aquellas palabras paralizaron todos los sentidos del Gryffindoriano para siempre.

- Obliviate!

Un rayo de luz golpeó la cabeza del castaño mientras caía al suelo. Ante sus ojos pasaron imágenes rápidas; Yunho y él en la biblioteca, Hyun Joong, Siwon, Heechul, Tom, Tamar, Kyuyong, Jungmin, los Vampiros, los Gohts, los Gitanos, Yunho y sus dibujos, Yunho junto a él, Yunho, Yunho, Yunho…

El morocho de quedó junto a su cuerpo inconsciente unos minutos más. Las lágrimas ya no eran algo que podía controlar. Acarició su rostro conociendo bien que en cuanto él saliera de ese tren junto a los demás mortífagos, Yoochun y sus amigos lo encontrarían; y cuando él despertara, no habría recuerdos de una biblioteca ni de un libro. No habría un Siwon ni un Heechul en su memoria, ni un Kim Hyun Joong. No recordaría los besos, ni las palabras. En su mente, solo habría felices eventos de un año junto a sus amigos, estudiando, siendo el mejor en todo. Despertaría feliz, y entusiasmado por poder poner sus conocimientos en práctica en el mundo real. No lo recordaría en absoluto, y quizás, si algún día volviera a escuchar el nombre de "Yunho Jung", lo único que volvería a su memoria serían insultos, humillaciones y maltratos. Él sería feliz, y nada le pasaría porque él se encargaría de vivir en las sombras, protegiéndolo.

Para siempre,

En las sombras.

Comenten y subo el epilogo ^^