Epilogo

Quería empezar por agradecerles por su apoyo incondicional a lo largo de este giratiempo tan largo. Ha costado un gran esfuerzo, no estaría satisfecha con un final convencional como leí en sus múltiples comentarios.

No se si el que cree sea de su agrado porque en realidad no tenia planeado crear un epilogo pero creí que lo merecían ver tal y como yo lo plasme en mi memoria.

Espero les agrade y si no es así, no me crucifiquen de por vida.

Iniciare un nuevo proyecto, menos extenso que este en el que estaré de plano sola.

Si hay alguna niña que sepa narrar perfectamente y este interesada en ayudarme como beta, escríbame a mi facebook personal. https://www.facebook.com/cmanriquechiang

Si alguna me agrego y no la acepte, me envía un inbox.

Aquí esta el epilogo, muchas gracias por el apoyo.

Cap. 46 - Epilogo

Para siempre,

En las sombras.

"Yo estaba mirando por la ventana de la sección prohibida cuando aquello ocurría. Sentí la brisa de la mañana fresca, golpear mi rostro como cuando aún vivía. Ya era un recuerdo más. Siwon y Heechul sobrevivieron, y yo, Kim Hyun Joong, viví junto a ellos. Pero automáticamente después de lo sucedido, mi yo pasado recordó todo...la creación del libro, a Yunho y a Jaejoong. Lo recordó, sí, porque también fui suficientemente ingenioso como para guardar mi memoria en el libro. Fue entonces, en el siglo XVI cuando me atreví, sentado en la biblioteca de la mansión Kim a escribir este libro, describiendo el presente, que para entonces era Siwon e Heechul, y el futuro, que para mí era Yunho y Jaejoong.

Los años pasan, las heridas sanan, algunas sí, otras no. Llevo dos años aquí, sentado en esta biblioteca de era moderna, escribiendo esta crónica; y no puedo creer que ya la he acabado. Sin embargo, aunque la idea siempre fue terminar aquí el recorrido, mi curiosidad no me dejó hacerlo.

Sí, muchos dirán que fue un atrevimiento. Pero lo hice, saqué el libro de su escondite y adelanté el tiempo, lo suficiente como para ver qué había sido de la vida de Jaejoong y Yunho…

Qué había sido de ellos cuando uno cargaba con los recuerdos, y el otro con el terrible peso de no recordar."

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El viento soplaba con fuerza. Era invierno, y el frío era bastante desgarrador. Jaejoong Kim caminaba por las calles mágicas con una bolsa de compras. Algunos magos y brujas lo saludaron en el camino, era una época en la cual todos querían hacer compras…pues la navidad estaba más que cercana. El castaño subió dos escalones y dejó la bolsa en el suelo para tocar la puerta.

- ¿Quién es?- preguntó una voz infantil.

- Es el hada Morgana.- dijo Jaejoong sonriendo.

- ¿Qué es lo que quieres de mí hada del mundo de guerreros y monstruos?

Jaejoong rió.

- ¡Quiero muchos besos y chocolates!

- ¡Respuesta correcta!- dijo la voz dulce y tierna mientras abría el pestillo de la puerta y se lanzaba a los brazos del castaño. - ¡Papi llegaste!

- Así es, y veo que no te peinaste...- dijo Jaejoong a su pequeña hija. No debía tener más de cuatro años. Tenía cabello castaño y ojos pardos brillantes. Era la réplica perfeccionada de su padre.

"La escena era tierna, y no pude evitar sonreír al ver a Jaejoong reír mientras cargaba a su hija al interior del casa. Yunho lo había conseguido; había creado una vida perfecta para él. Lo había hecho feliz"

Jaejoong dejó la bolsa sobre la mesa y se acercó a la ventana para abrirla solo un poco. Por un breve instante creyó ver a aquel hombre de ojos pardos que siempre aparecía cerca de su casa, cubierto con una túnica negra de tal forma que nunca podía ver su rostro, solo esos ojos; esos ojos que por alguna razón lo perseguían en sueños, esos ojos que le recordaban a algo que nunca podía descifrar…como el padre de su pequeña hija.

Pero al final nunca le daba importancia, en realidad no le importaba no recordar por qué esos ojos lo hacían estremecer. Jaejoong sabía que no debía ser más que producto de su imaginación, pues él nunca olvidaba cosas importantes.

Nunca.

Tomó una taza de chocolate entre sus manos, sintiendo el calor que esta le proporcionaba y se sentó en la mesa con su hija.

Al otro lado del calle un hombre alto, con túnica negra y ojos pardos opacados por los años y la soledad, caminó a través del callejón observando con calma a su hija sonriendo tras los cristales de aquella casa para luego desaparecer entre la gente que transitaba por el lugar.

"Ha sido un viaje maravilloso. Me despido así de ustedes, queridos lectores, y sé que habrán captado la esencia magnífica de esta historia. Porque solo historias como estas se mantienen vivas a través del tiempo, y porque el tiempo siempre intenta decapitar todo, es que siento que los años caen sobre mi cabeza como agua de lluvia. No supe más de ellos; ni de Yunho ni de Jaejoong. Ya fue suficiente atrevimiento adelantar lo que no debía ser adelantado para que mis ojos vieran lo que no debía ser visto. Solo sé que sea en donde sea que estén, y aunque Jaejoong ya no me recuerde...quiero que sepan lo agradecido que estoy.

Gracias a ustedes también, lectores, por seguir esta historia.

Espero que llegue a más ojos.

Y recuerden,

Esta es la historia de Choi Siwon y de Heechul Kim, pero sobre todo, es la historia de Yunho Jung y Jaejoong Kim, quienes cambiaron el pasado.

El tiempo, se los proporcioné yo...

Ellos hicieron el resto."

Kim Hyun Joong sonrió en la gran biblioteca Choi. Las luces de las antorchas iluminaban el lugar levemente. La puerta se abrió y Heechul se asomó por esta.

- Siwon está molesto y dice que más te vale que salgas de este agujero a comer.- dijo él riendo.

- Lo haré.- contestó Hyun Joong. - Y tú no deberías andar caminando demasiado.

Heechul posó su mano sobre su barriga bastante crecida.

- No me hará daño. Además, hará que el bebé nazca sano.

Cerró la puerta mientras Kim Hyun Joong reía.

El escritor humedeció su pluma en la tinta y escribió:

"Y la magia termina una fría noche de junio mientras un chico entraba a la biblioteca…"

Fin.

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