Destiny. Cap. 7 – Humillación, al estilo Jung

Destiny 

Cap. 7 – Humillación, al estilo Jung 

Hola, me extrañaron? *sonido de grillos* bueno ante todo este capitulo esta dedicado a mi bella y sexy editora mirza...tu sabes cuanto te loveo muajaja gracias por el cariño que le pones a este blogger XDDD

Creo que hubieron errores de nombre en el capo pasado y los anteriores a ese, ya esta todo corregido, si hallan alguna otra cosa extraña avisenme por favor se los agradeceria muchisimo.

Y una duda acerca del genero: A algunos de los personajes los describo como mujeres pero son hombres, lo que los diferencia de los hombres convencionales es que ellos si pueden procrear, esa es la unica cosa que quedaba en duda creo, disfruten, se los quiere ^^

- Está abierto.

Jaejoong entró y los demás lo siguieron. Lo hicieron lo más silenciosamente posible, no solo porque no querían que alguien se percatara, sino porque sabían que algo andaba mal. Jinki  dejó la grabadora en la mesa de la sala común.

- Parece que todos duermen…- pero entonces Hangeng salió detrás de la cortina y le tapó la boca apuntándola son la varita en el cuello. – miren los regalitos que encontré!

Jaejoong, Junsu y Jonghyun se voltearon y vieron a Leeteuk, y dos sujetos más caminando hacia ellos y tomándolos justo como Hangeng lo había hecho con Jinki .

- Suéltame engendro!- gritó Junsu cuando uno lo tomó, pero él fue más rápido y lo apuntó con su varita, el chico dejó de moverse inmediatamente.

- ¡¿Qué hacen aquí?!- dijo Jaejoong aún tratando de zafarse de Leeteuk, sin embargo él lo tenía bien agarrado de las manos por detrás y la varita en el cuello.

- Tranquilo, tranquilo Kim,…no sabía que tenías tan lindas piernas..- dijo Leeteuk mientras aprovechaba la situación y con su mano derecha acariciaba el muslo descubierto del chico. – Ah, pueden gritar todo lo que quieran pero no los escucharán; pusimos un hechizo silenciador. -Jaejoong trató de gritar por la repulsión que sintió, pero Leeteuk le tapó la boca riendo. - Así me gustas más Kim..

- Deberíamos quedárnoslos, ya saben, para festejar..- dijo Hangeng tocando el torso de Jinki  mientras él forcejeaba.

- Tú que dices Yunho?- dijo uno de ellos.

Hasta entonces, Jaejoong no se había percatado de la presencia del Slytherin, que estaba mirando todo lo que sucedía desde la esquina. Caminó hacia donde estaban sus amigos con la misma pose arrogante de siempre.

- No los podemos dejar ir…nos han visto ya.- dijo Leeteuk. – mejor quedémonos esta noche con ellos.

- Amárrenlos a los muebles.- ordenó Yunho

- ¿Qué?- dijo Hangeng.

- Que los amarren! ¡¿Que no escucharon?!- dijo Yunho empezando a enojarse. "¿Y ahora qué?" pensó el morocho. No, lastimarlos no le convenía. Malditas sangres sucias, tenían que complicarlo todo, y encima venir tan poco cubiertas, aquello era demasiada tentación para sus compañeros…no tanto para él, pues tenía clase, y los sangres sucias no le atraían para nada. Sin embargo no pudo evitar desviar unos segundos su mirada hacia las piernas descubiertas del castaño.

Leeteuk fue el último en terminar de atar a Jaejoong, pues éste ponía demasiada resistencia. El castaño miraba con odio y rabia al morocho, quien permanecía como líder sin mover un solo dedo, con ese mismo inexpresivo rostro que seguía conservando esos aires de superioridad.

- Listo, ahora déjanos tocarlos.- dijo Hangeng suplicante a Yunho.

- Primero vamos a poner el humo tóxico, después, hagan lo que quieran con ellos.- dijo Yunho.

Jaejoong no podía creer lo que escuchaba. Lo odiaba, lo detestaba tanto! Iba a pagar todo aquello, y lo iba a pagar caro.

Hangeng y Leeteuk subieron. Yunho caminó para subir también, pero antes pasó por al lado de Jaejoong y le susurró al oído:

- Kim, tú te lo buscaste.

- ¿Qué van a hacernos?- dijo Junsu asustado. – ¡No quiero que me toquen!

- Nadie quiere Junsu. Hay que soltarnos de alguna forma!- dijo Jinki  .

- ¡No podemos! Las cuerdas están demasiado fuertes!- dijo Jonghyun que ya había entrado en llanto.

- Cállense. A estos bichos hay que tratarlos por lo que son. Déjenme todo a mí, ellos no nos van a poner un solo dedo encima.- dijo Jaejoong.

Los Slytherin bajaron matándose de la risa. Todos menos Yunho, cuya situación no soportaba un segundo más; aquello había dejado de ser divertido desde que el sangre sucia y sus amigos habían intervenido. Leeteuk miró a Jaejoong.

- Ahora sí…vamos a ver qué tan bueno eres..- dijo mientras caminaba hacia él y volvía a posar sus manos en las piernas de Jaejoong, tocándolos toscamente mientras subía por la entrepierna.

- Si nos tocan diremos que fueron ustedes!- dijo Jaejoong. Leeteuk paró bruscamente.

- ¿Qué has dicho sangre sucia?- dijo Hangeng.

Jaejoong tomó aire.

- Dije que si nos tocan, le diremos a Dumbledore que ustedes fueron los que pusieron ese tal humo tóxico en el área de los hombres.

Todos se quedaron en silencio por unos segundos, luego Hangeng rió.

- Es tu palabra, asqueroso sangre sucia, contra la nuestra.

- Prueba a quien le van a creer más.- lo desafió el castaño audazmente.

Yunho no pudo evitar sonreír ante la suspicacia del chico.

- Vámonos.- dijo Yunho. – Y déjenlos.

- ¡¿Qué?!- dijeron todos los Slytherin a la vez.

- Es un trato desvergonzados, ustedes no dicen nada de que nos vieron aquí, y nosotros no abusamos de su "virginidad" .- dijo Yunho
Los cinco amigos fueron saliendo.

-Adiós perras usadas!- dijo Hangeng antes de irse.

Jaejoong, Jinki , Jonghyun y Junsu no comían nada de lo que había en las mesas Gryffindorianas. Todos los hombres de su casa tosían sin parar y se quejaban de un dolor de garganta espantoso. Claro, ninguno de ellos tenía idea de lo que realmente había sucedido.

- Ni si quiera sé por qué todos tenemos lo mismo?- dijo Changmin. – ¿Crees que se haya dañado la calefacción?

- Si se hubiera dañado entonces los chicos del otro pabellon tendrían lo mismo, pero da la casualidad que solo somos nosotros.- dijo Yoochun tratando de aclarar su garganta.

Jaejoong se sentía miserable por no poder decir la verdad, pero sobre todo podía sentir la rabia correr por sus venas a una velocidad impresionante. Jonghyun y Junsu tenían la mirada clavada en la mesa, humillados ante lo ocurrido la noche anterior, mientras que Jinki  y Jaejoong tenían ambos la mirada bien en alto, con la diferencia que Jinki miraba a cualquier otro lado menos a la mesa de Slytherin, mientras que el castaño lo único que hacía era mandar miradas asesinas hacia los implicados.

- Mejor vámonos ya, se nos va a hacer tarde.- dijo Jinki. Los chicos se levantaron. Junsu saludó a Taemin, quien no sabía nada de lo ocurrido, pero que pronto lo haría.

-¿Cómo puedes estar tan tranquilo?- pregunto Junsu a Jinki  mientras caminaban por los pasillos. – estás como si nada!

- Es solo que no voy a dejarme vencer por unos i m b é c i l e s como ellos. Tengo un plan para hacerles pagar lo que hicieron, porque ni crean que porque no podemos decir nada ellos se van a salir con la suya.- dijo Jinki.

- De qué hablas?- dijo Jonghyun.- No me gusta para nada tus planes, siempre terminan en problemas…y lo que menos necesitamos ahora son problemas. ¿Sabes lo que nos harían? Nos colgarían! A ellos no les importa lo guapo que eres Jinki, no importa si te desnudas delante de ellos. No dudarán el hacerte daño y peor a nosotros que no tenemos tu figura, eh? Compadécete aunque sea! No quiero ser comida de Slytherins! Y definitivamente no quiero que esa bestia intente tocarme nuevamente!

- Jonghyun ya cállate! Hablas demasiado!- dijo Jinki. – Quienes no tengan el valor para vengar lo que le hicieron a nuestros compañeros, perfecto, huyan como cobardes, aunque así sea, pienso hacerlo. Qué dices Jaejoong?- dijo Jinki, pero él se había ido caminando a lo largo del pasillo y perdiéndose entre los demás alumnos.

- No piensas ir a clases?- dijo Hangeng siguiendo a Yunho

- No.- dijo el morocho caminando fuera del castillo. – No es la primera vez que me fugo..di que estoy en enfermería y después me das los apuntes.

- Como quieras.- dijo Hangeng caminando nuevamente hacia el castillo.

Yunho caminó por el campo de Quidditch. Aquel año iba a ganar la copa, iba a aplastar a los Gryffindors fuera como fuera, tenía que hacerlo. Su orgullo no le iba a permitir perder. Sí, aplastaría a Park delante de todos sus fans, y Ryeowook  lo alabaría aún más.

"Ryeowook." pensó maliciosamente recordando la noche anterior que había pasado con él. Había sido bastante entretenida.

- Expelliarmus!- gritó una voz sumamente conocida mientras que el hechizo mandó a volar a Yunho haciéndolo caer de espaldas en el suelo. El morocho levantó la mirada y la fijó en los ojos marrones del castaño, que tenía su varita levantada, apuntándolo desafiantemente y con rabia en sus ojos.

Estaba esperando que la furia de Jaejoong explotara por lo de anoche.

- Maldito seas Jung!- dijo él mientras seguía apuntándolo. La rabia y la humillación que había recibido hacían que su mano al sostener la varita temblara. – Si crees que por lo de ayer vas a salir impune, te equivocas. Haré que tú y cada uno de los de tu grupito paguen caro lo que hicieron!

Yunho se levantó del suelo. Sus ojos pardos gélidos estaban fijos en él. Una risa burlona se dibujó en su rostro.

- Pagar por lo que hice Kim?- dijo mientras caminaba lentamente hacia él. – Crees que te tengo miedo?

- No te acerques!- gritó Jaejoong empuñando con más fuerza su varita.

- Lastimarme? No eres capaz Kim. Es eso lo que te hace patético, el hecho es que a la hora de rebelarte te tiembla la mano.

- Tú no me conoces Jung, no me provoques.- advirtió el chico. – No necesito una varita para vengarme, es eso lo que nos hace diferentes.- con esto guardó su varita.

- Ah si?- dijo Yunho riendo ante la insolencia del castaño.- Y cómo piensas vengarte de mí sin tu varita sangre sucia eh?

El rostro de Jaejoong se relajó conteniendo la ira. Sin embargo el desafío no había terminado.

- Eso es fácil, solo diré una palabra: Ryeowook .

En todo ese tiempo, Yunho se había mostrado firme y superior, pero al escuchar el nombre de su novio el "facil de Hogwarts", su rostro cambió completamente de pose.

- Mientras no me quites su pene, estamos bien Kim.- dijo bruscamente, creyéndose más ingenioso que él y esperando que se callara ante su comentario, sin embargo, la reacción del chico fue muy diferente del que esperaba; Jaejoong levantó delicadamente su ceja mientras que una sonrisa se formaba en su rostro, era esa sonrisa altiva que tanto detestaba.

- Es eso precisamente lo que te quitaré Jung, porque no creas que me como el cuentito de que lo quieres ni mucho menos.- dijo Jaejoong apagando por completo el comentario audaz del chico. Esto lo enfadó; nadie era capaz de responder a sus frases ácidas, no iba a hacerlo ahora un simple sangre sucia. Quería guerra? Pues eso era lo que iba a tener.

El morocho caminó lentamente hacia él. Los ojos marrones de Jaejoong habían estado tan absortos en los pardos del chico que no se dio cuenta del acercamiento hasta cuando ya solo había unos escasos centímetros que él acortó tomándolo de la cintura y pegándolo contra sí. Jaejoong quiso reaccionar, pero todo había ocurrido tan rápido que apenas y pudo soltar un gemido de miedo cuando el chico posó su mano en su muslo y subió sus manos por él rápidamente, sin darle tiempo de nada.

Jaejoong lo empujó, pero ante esto él lo pegó más contra sí, pegando sus labios en el oído del castaño.

- Entonces tendrás que servir de reemplazo Kim. Una pregunta, insoportable sabelotodo... ¿Sigues siendo virgen? O será que me tocará ser el primero en penetrarte…

El chico gritó y lo empujó con todos sus fuerzas, no solo por lo que había dicho, sino porque al mismo tiempo en que había pronunciado aquellas hirientes palabras su mano había alcanzado su parte más íntima.

- Eres un asqueroso Jung ¡Jamás dejaría que me tocaras!- gritó ofendido, humillado, nuevamente.

Yunho esbozó una sonrisa de satisfacción.

- Sí, sigues siendo virgen. No cabe duda. – con esto caminó para irse, pero al último momento se volteó nuevamente. – No creas siquiera que disfruté el tocarte…eres un sangre sucia, completamente inferior a mí…recuérdalo siempre Kim.

Jonghyun cepillaba el cabello de Junsu mientras que Jinki parecía muy ocupado tomando unas notas en la mesa de la sala común. Fue entonces cuando se escuchó cómo alguien ingresó a la sala. Todos levantaron la vista y chocaron con los ojos marrones centelleantes de Jaejoong.

- Ahora dime ¿cuál es tu plan Jinki  para vengarnos de esos mal nacidos?- dijo el castaño.

Jinki  sonrió.

Jaejoong llegó a la biblioteca media hora después de la hora acostumbrada. Era normal, ya que había estado planeando con los demás lo que harían para vengarse de los Slytherins. Se imaginaba una gran pelea con Jung, quien seguramente le reclamaría la tardanza, y sin embargo, descubrió al llegar que él no estaba.

- Increíble...aún yo llegando tarde él sigue siendo el impuntual!- dijo Jaejoong molesto.

Estuvo esperando una media hora más. Justo cuando estaba a punto de irse muerto de la rabia el morocho ingresó.

- Qué milagro, llegaste- dijo sarcásticamente Jaejoong.

- No estoy como para tu sarcasmo barato ¿quieres? – dijo Yunho altivamente. – Tengo cosas más importantes qué hacer. Recuerda Kim, yo sí tengo una vida...

Jaejoong entornó los ojos y se dirigió a la sección prohibida. El libro abierto yacía en el suelo y Kim Hyun Joong estaba sentado, mirando los libros.

- ¡Vaya! Ahora sé por qué es sección prohibida.- dijo Hyun Joong.- Era hora de que llegaran

- Es que al señor le parece que hay cosas más importantes que salvar su propia vida.- dijo Jaejoong.

Yunho le dio una mirada odiosa y caminó hacia el libro.

- Vámonos ya ¿no?- dijo el morocho.

Jaejoong se acercó.

El torbellino los absorbió.

Jaejoong cayó encima de Yunho mientras éste se quejaba de dolor.

- ¡Kim! ¡Que no se te haga una costumbre!- dijo mientras lo levantaba.

Jaejoong iba a responderle, pero prefirió no hacerlo al ver en el lugar donde se encontraban. Parecía un bar o algo por el estilo. La gente bebía en mesas y conversaban alegremente.

- Estamos algo lejos..- dijo Yunho mirando por la ventana. Jaejoong notó que tenía toda la razón. Por afuera se veía el horizonte con campos descubiertos, seguramente estaban lejos de la ciudad.

- ¡Mira!- dijo Jaejoong señalando una mesa.

Yunho sintió que la sangre le hervía.

- Es Changmin!- dijo Jaejoong corriendo hacia una mesa sonriendo.

El morocho lo siguió.

En una mesa, el pelinegro hablaba con lo que parecía ser un campesino.  Changmin vestía singularmente, con un sombrero y unos vaqueros; una escopeta estaba a su lado. Parecía ser un cazador.

- Dijiste entonces que un curandero salvó a tu hija?- dijo Changmin.

- Exactamente, con sus manos! Fue milagro! No usó varita o hechizo alguno!

Changmin rió.

- Eso me están diciendo muchas personas que dicen ser testigos de los milagros pronunciados.. pero, yo creo que es un farsante, sea quien sea voy a atraparlo...no puede ser que siga engañando a la gente de esa forma...¿cuánto les cobró?

- Jungmin, te dije que no nos cobró nada!

- No importa si no quieres decirme cuánto te cobró, pero lo voy a atrapar, eso tenlo por seguro. Se aprovecha de que estamos en plena guerra civil contra los Gohts y coge a los heridos para engañarlos. No se va a quedar así.

Changmin, o mejor dicho, Jungmin, se levantó del silla y muchas de las camareras suspiraron.

- Espera!- dijo el campesino. – Ya te he dicho que es mejor que dejes de pelear en esa guerra. Por qué no dejas que sean otros los que se arriesguen? Los Gohts son demasiado peligrosos y lo sabes.- Jungmin rió.

- Tranquilo, yo sé lo que hago. Y si estoy metido en la guerra es porque no voy a dejar que criaturas como esas destruyan más de lo que ya han hecho.

Jaejoong miraba con ojos brillantes y asombrados a Changmin, su mejor amigo, hablando como un héroe de historias fantásticas. Parecía otra persona. La sonrisa burlona de Yunho lo sacó de sus pensamientos.

- Pobretón en una vida, lo serás en la otra.- dijo mirando a Changmin irse del lugar.

- Cállate Jung! Que tú con dinero o sin él nunca serás ni la mitad de hombre que es Changmin.

Aquello hizo que Yunho quitara la sonrisa orgullosa de su rostro.

- Repite lo que dijiste Kim, y juro que no saldrás de aquí nunca más.

- Ya no te tengo miedo, hace mucho que descubrí que eres solo palabras. Es eso lo que te hace tan falso.

Antes de que Yunho pudiera responder a aquello, un viento fuertemente los envolvió. Solo pudo escuchar el grito de Jaejoong antes de que no pudiera ver nada.

Yunho se golpeó la cabeza contra el suelo. Se levantó bruscamente y miró a su alrededor. Jaejoong no estaba.

- Kim! Kim! – gritó, pero nada, simplemente no estaba. – Maldita sea! ¡¿A dónde se fue?!

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