Destiny. Cap. 19 - Odio todo lo que me rodea...menos a ti

Hola reinas:
Supongo que es extraño que ponga algo asi pero necesito desahogarme un poco.
Tuve una muy mala semana...en lo personal, por lo que las tuve un poco abandonadas.
Esta capo se lo dedico a dos personas especiales para mi Paola te agradezco que siempre te des un salto para dejarme tus hermosos comentarios y para mi soulmate Sandra tu sabes...son increibles en serio.
 Ya no mas, actualizare seguido de nuevo ^^
Estoy escribiendo un nuevo fic yunjae que se llamara Forbidden Passions, sera una miniserial de 10 escasos capos a 10 paginitas cada uno capaz mas, aun no lo se, voy en la pagina 54 y sera de genero comedia romance.
Espero puedan seguirlo tambien apenas lo publique, gracias por su apoyo y cariño. Se les quiere
Por si acaso no planeo abandonar este :)
Aqui la sexy actu xD


Cap. 19 - Odio todo lo que me rodea...menos a ti


Sin embargo no había dicho que no había aceptado el reto, por lo cual Jaejoong entendió que lo había logrado.
Jaejoong regresó a su sala común cuando ya era hora de cenar. No tenía nada de hambre, y sabía que después de haber festejado toda la tarde los Gryffindorianos tampoco la tendrían. Entró a su habitación y encontró una carta sobre su cama. Notó que había dejado la ventana abierta, por lo que perfectamente una lechuza podría haber ingresado por él. Se sentó y la abrió.
"Querido Jaejoong:
Tuve que irme inmediatamente. No me dieron mucho tiempo y aunque te busqué por Hogwarts no logré encontrarte. Me hubiera gustado despedirme de ti, pero ya ves, las cosas sucedieron de este modo. De cualquier forma, sabes muy bien que nos volveremos a ver. Encontrarte ha sido una de las mejores cosas de mi vida.
Te quiere,
Tu fiel admirador,
Shirota Yu"
Jaejoong apretó la carta contra su pecho y sintió las lágrimas brotar. Él había sido su única compañía desde la pelea con Yoochun y Min. Sería injusto hacer a un lado a sus amigos, pero ellos solían meter las narices más de lo que él deseaba en el asunto, y un ejemplo perfecto era lo que Jinki  había hecho.
Se secó las lágrimas y respiró profundamente.
Fuerza Jaejoong, fuerza. Todo va a salir bien. pensó animándose a sí mismo.
________________________________________
Yoochun estaba tumbado boca arriba en su cama. Miraba al techo sin decir absolutamente nada. Después de haber tenido que “atenderse” estaba bastante cansado, Min salió del baño con una toalla alrededor de su cuello. Después de haber derrotado a Kibum había optado por un buen baño caliente; el invierno se estaba asomando y el frío incrementaba cada vez más. El pelicastaño se secó al borde de su cama sin romper el perturbador silencio.
- ¿Notaste que Jaejoong no estuvo en la fiesta?- dijo con una voz algo seca.
- Sí.- respondió Yoochun sin dejar de mirar al techo. - Y también noté que no estuvo en la segunda parte del partido.
- Nunca le perdonaré eso.- dijo Min con rencor en su tono de voz.
Yoochun no dijo nada. Le había herido tanto el que Jaejoong no hubiera presenciado su victoria como tantas otras veces que ya simplemente quería olvidarlo. Si en algún momento había creído que las cosas con él podrían solucionarse, ahora estaba seguro que eso jamás sucedería. Él estaba muerto para él.
- Noto muy extraño a Junsu.- dijo Min cortando el tema. - Me parece demasiado extraño que se haya olvidado de lo de Lee Minho con tanta rapidez.
El solo nombre del pelirrojo logró despertar cada nervio del moreno. Tragó saliva y esperó que aquello no hubiera sido captado por los ojos de su amigo. Lo que menos quería era pelear con Min; era el único amigo que le quedaba.
- No sé, yo lo veo igual.- dijo el moreno casi sin voz.
- No, lo dices porque no lo conoces como yo. Pero lo voy a averiguar, algo me dice que está tramando algo.
________________________________________
Ryeowook  gritó del dolor cuando Leeteuk posó su mano en su hombro derecho. Los ojos centelleantes Hangeng ardieron mientras una sonrisa malévola se formó en su enfermo rostro.
- No chilles tanto. No fue tan doloroso.- dijo Hangeng.
- Sí que lo fue maldito.- dijo Ryeowook  mientras Leeteuk seguía mirando con una sonrisa el hombro de Ryeowook .
- Así que por fin, estás marcado.- dijo Blaise mientras una carcajada estallaba de su boca. - Espera que lo sepa Jung.
- ¿Qué es lo que tengo que saber?- dijo Yunho ingresando a la sala común. Crabbe y Goyle se levantaron de sus asientos inmediatamente ante la imponente presencia del morocho. Leeteuk le sonrió y se explicó.
- Lo han iniciado ya. Ryeowook  es mortío.
- ¡Y la jodida marca duele!- dijo el moreno mientras se dejaba caer a un sillón.
- El dolor es parte del placer.- dijo Hangeng desde la esquina.
Leeteuk estalló en una nueva carcajada.
- ¡Eres un enfermo, pero tienes razón!- dijo uno de ellos.
Yunho había fijado sus ojos pardos en Hangeng repentinamente, como si hubiera caído en cuenta de algo que era importante.
- ¿Qué pasa Jung?- dijo Hangeng mirándolo. -¿Te he hecho algo para que me mires de ese modo...?
Su voz era irónica, fastidiosamente desafiante. Yunho conocía a los de su calaña y su perfecto lema para ellos: "Cría cuervos, y te sacarán los ojos".
- No me has hecho nada.- dijo con voz severa. - Soy yo quien haré que te arrepientas de haber nacido si vuelvo a enterarme que golpeaste a un indefenso.
Los ojos de Ryeowook  se levantaron hacia Hangeng. Leeteuk había dejado de reír y el resto de gene parecían no saber qué hacer ante la situación.
- Yunho…- dijo Ryeowook . - Me enteré de eso también, me enfadé con el mal nacido pero; ten en cuenta que tan solo fue un sangre sucia.
- Un maldito cobarde, no es digno de estar en esta casa.- dijo Yunho sin dejar de mirar a Hangeng. - Eres un Slytherin, recuérdalo.
- Parece que eres tú quien está empezando a olvidarlo Jung.- dijo Hangeng repentinamente, cuando todos habían dado por terminada la conversación. El silencio inundó el lugar. Nadie, jamás se había atrevido a responderle al rey de Slytherin. Ryeowook  comprendió la gravedad de la situación y decidió interferir ante la rabia que emanaba de los ojos pardos de su prometido.
- Subamos, quiero que veas la marca sobre mi piel.
Lo tomó de la mano y ambos subieron por las escaleras. Cuando ya sus pisadas no se escucharon más Leeteuk explotó.
- ¡Estás demente? En qué pensabas cuando le respondiste a Jung! Quieres morir!
- No es capaz de golpear a un maldito sangre sucia y ¿crees que será capaz de matarme? Me das risa.- respondió Hangeng.
- No, tal vez no lo haga: o tal vez sí. Si hay algo que sé de él, es que no sé nada. Es el ser más misterioso que he conocido y eso lo hace peligroso. Sé lo que me conviene, y ser enemigo de Yunho Jung no está en mis planes. Si tú quieres hundirte y tener en tu contra al rey de Slytherin sabiendo la influencia que su solo nombre tiene en el mundo oscuro, hazlo solo.
Y con esto se fue. Hangeng se quedó en silencio algunos segundos. Bastardos. Todos eran unos bastardos.
Se volteó para chocar con los ojos de los testigos que lo observaban.
- ¡Qué miran?- gritó y se fue.
________________________________________
Yunho acarició la marca tenebrosa que cubría la delicada piel del hombro de su novio. Él se quejaba del dolor, y éste se reflejaba en sus ojos negros; mas el orgullo de ser un mortífago lo embargaba completamente. Había superado la prueba exitosamente, y las palabras de Lee Soo Man Rondaban aún su cabeza como un manto enigmático y fascinante.
"Eres perfecto: fuerte y frívolo; ambicioso y leal. Tu meta ha sido cumplida, y ahora, me perteneces."
Los ojos verdes de Lee Soo Man fue lo último que vio y luego...
- Lo conseguiste.- dijo Yunho fríamente. - Te lo mereces.
- Lo sé.- dijo él sin dejar de ver la marca en su hombro. - Es...
- Perfecta...- completó el morocho sin poder dejar de mirar el sello que Lee Soo Man había dejado sobre él. - Algún día también estará en mi hombro.
Ryeowook  fijó sus ojos negros en los de él.
- ¿Por qué no haces la iniciación de una buena vez? Qué estás esperando?
Yunho se quedó en silencio algunos segundos. Una de sus manos recorrió el rostro de Ryeowook  acariciándolo como a una mascota.
- Sé paciente.- le dijo. - El poder, es todo lo que ambiciono; y para conseguirlo, esperar es lo más prudente. - sus ojos estaban más fríos que nunca y lograron congelar por unos instantes el corazón de Ryeowook . - Cuando llegue a la cima, tú estarás conmigo...eres el indicado.
- Siempre lo he sido.
- Y lo seguirás siendo.- dijo Yunho como convenciéndose. - Ahora, necesito que me dejes solo.
Ryeowook  se levantó obedeciendo y sus ojos se fijaron en el grueso armario que su novio cerraba con un hechizo desde años atrás.
- Eres indescifrable Yunho.- dijo sin quitar los ojos del closet. - A veces quisiera conocer aunque sea un poco de todo lo que ocultas.
Con estas últimas palabras abandonó la habitación. La noche estaba fría, pero el morocho se familiarizaba con aquel ambiente. Miró el reloj y se colocó la túnica.
Era hora de volver al pasado.
________________________________________
Jaejoong entró a la biblioteca y notó inmediatamente que Yunho no se encontraba. Caminó a lo largo de ésta y llegó hasta la sección prohibida.
Kim Hyun Joong leía un libro bastante interesante sobre la Guerra de la Sangre. Los ojos de Jaejoong brillaron cuando logró ver el título.
- ¡Lo he buscado por todas partes!- dijo él caminando hacia él. Entonces Kim Hyun Joong ocultó el libro tras de sí.
- Tú verás esta guerra con tus propios ojos… ¿para qué quieres leerla cuando la vivirás? No seas anticipado.- dijo él mientras le negaba rotundamente el libro.
Jaejoong se quedó quieto mientras se cruzaba de brazos. No estaba aún resignado, mas tenía otro asunto en mente.
- Quién es Damona?- dijo él al Hyun Joong.
- ¿Qué?
- Damona. Los vampiros la mencionaron esa vez. No suelo dejar pasar cosas tan importantes como esas.
Kim Hyun Joong sonrió.
- ¿Cada vez me recuerdas más a Heechul lo sabías? ¡Ah! Pues bien... ¿se supone que eso lo debes averiguar tú solo no? Yo no sé más de lo que tú.
- Eso no es cierto.- dijo Jaejoong audazmente. - Sé muy bien que sabes mucho más de lo que dices, conoces cada movimiento...TODO. Y sin embargo, te empeñas en hacernos esto más difícil.
Kim Hyun Joong rió y Jaejoong creyó enamorarse por unos instantes de aquella risa infantil, inocente. Definitivamente él era alguien especial.
- Jaejoong, tienes razón. Sé muchas cosas. Pero si las expreso, no sería lo mismo ¿no crees? Prefiero que pienses...que saques conclusiones.
- Ya he sacado las mías por supuesto.
- Dímelas.- dijo él emocionado.
- Damona debe ser alguien importante para ellos, por eso Zulema dijo que debían apresurarse o moriría. Sé que Kyuyong tiene que ver con ello, lo necesitan seguramente, para sacar a Damona de la muerte; conociendo los poderes de Kyuyong, todo esto tiene una lógica.
- ¡Perfecto!- dijo Kim Hyun Joong aplaudiendo.
- ¿Me perdí de algo?- dijo Yunho arrimado en el marco del puerta y con ambas manos sumergidas en los bolsillos de sus pantalones.
Jaejoong se volteó para chocar con aquella fría mirada. Sus ojos marrones brillaron con tan solo verlo. El Slytherin no cortó el contacto visual; adoraba aquellos ojos llenos de vida, puros y valientes. Eran tan distintos a los de cualquier chico que el jamás hubiese tenido entre sus brazos. Los de él eran cálidos, apasionados.
Lo que le había dicho a Ryeowook  era verdad, él era el indicado para él. Sangre pura, bello y obediente. Y sin embargo, lo único que hacía últimamente era pensar en Jaejoong. Su cabello, sus ojos, sus labios; hasta su voz lograba cautivarlo. Era extraña y obsesiva la necesidad que sentía de tenerlo entre sus brazos. Ahí mismo, en aquel preciso instante tuvo que contenerse para no tomarlo y hacerlo suyo.
La voz del castaño lo sacó de sus pensamientos.
- Solo discutíamos una situación que me pareció interesante.- dijo él volviendo a mirar a Kim Hyun Joong mientras éste sonreía.
- Bueno, bueno. Ha sido bastante divertido hablar contigo Jaejoong. Pero me temo, que es hora de que ambos regresen y comprueben con sus propios ojos qué tan ciertas son esas suposiciones.
Con un ademán los invitó a acercarse al libro.
Pronto desaparecieron.
Se encontraban en un gran salón. Mucha gente bailaba y hablaba con copas de champagne en sus manos. La decoración era soberbia y elegante. Todos vestían adecuadamente mientras que una pequeña orquesta tocaba una sinfonía particularmente hermosa. En una mesa, una gran torta blanca les hizo percatarse de dónde se encontraban.
- Debe ser la fiesta después de la boda.- dijo Yunho.
- ¡Mira! ¡Allí está Heechul!
Jaejoong corrió abriéndose paso entre las personas que bailaban en la pista y Yunho lo siguió. Pronto pararon en la esquina donde él se encontraba.
- Pobre.- dijo el Gryffindoriano viendo a su antepasado. Su mirada era triste, y parecía sumido en sus pensamientos.
Heechul no estaba bien. No entendía cómo su vida se había transformado en un infierno de un día para el otro ¿Qué había hecho para merecer todo aquello? El "sí acepto" que había salido de su boca en la iglesia había sellado y hecho verídico el documento que lo mantendría unida a un hombre que amaba a su hermana por el resto de su vida ¿Dónde se habían ido sus sueños? ¿Dónde estaban?
- ¿Estás bien?- dijo Andrés acercándose. -¡Detestaría ver a mi cuñado mal en un día tan importante!
- Si, es la emoción.- mintió Heechul.
Andrés rió.
- Lo comprendo, Carmen está saludando a algunos invitados y también está nerviosa. Eso la hace mucho más bella.- dijo mientras sus ojos brillaban con tan solo pensar en la susodicha.
En ese instante una voz fría se unió a la conversación.
- ¿Entreteniendo a mi esposo Cho? - dijo Siwon sin siquiera esconder el rencor en su tono de voz. - Deberías estar más pendiente de la tuya ¿no crees?
- ¡Tienes razón!- dijo Andrés sonriendo amablemente. - Pues bien joven principe, te dejo en buenas manos.
Andrés se alejó e Heechul dio media vuelta para alejarse, mas Siwon lo tomó por la cintura y lo obligó a volver, pegándolo contra él.
- Vas a sentarte, y a quedarte tranquilo toda la fiesta. Tengo cosas qué hacer.- le dijo él en casi un susurro.
- Vete al infierno.- le dijo Heechul en voz muy baja también y desafiándolo. - Yo hago lo que se me de la gana.
Siwon apretó más la cintura del castaño.
- Ahora eres mi esposo, y harás lo que yo te diga.- le dijo mientras en sus ojos pardos el rencor se acumulaba cada vez más.
- ¿Disfrutas de todo esto verdad? ¿Quieres vengarte inútilmente de mi hermana y para eso me usas?
Siwon puso su dedo sobre la boca rosa de Heechul haciendo que se callara.
- No hables. Ni siquiera eso harás de ahora en adelante sin mi permiso. Voy a destruir a tu hermana...y si para ello tengo que hacerlo contigo, entonces vale la pena.
- ¡Yo no tengo la culpa de las tonterías que hizo Carmen!
- Eres igual que él.- dijo Siwon enfadándose. - Lo sé, eres un mentiroso e igual de promiscuo que tu hermana.
- ¡No soy como ella!
Siwon lo soltó en cuanto Kim Hyun Joong se acercó.
- Siwon déjalo, esa no es forma de tratar a nadie.
El morocho fijó sus ojos pardos nuevamente en Heechul.
- Hablamos luego.- dijo y con esto se perdió entre la multitud.
Heechul pareció sentir un alivio al estar lejos de Siwon. Kim Hyun Joong se quedó en silencio unos instantes.
- Lo siento.- dijo Hyun Joong. - Él no es tan malo como parece. Es solo que su vida ha sido muy difícil… y lo que hizo tu hermana…
- No trates de justificarlo.- dijo Heechul. - Es un monstruo.
- Mi nombre es Kim Hyun Joong.
- Mucho gusto.- dijo Heechul amablemente.
- ¡Ese imbécil de Siwon!- dijo Jaejoong. - Todo es culpa de Carmen.
- Como sea.- dijo Yunho. - Mejor seguimos a Siwon ¿no te parece?
Ambos nuevamente esquivaron invitados y vieron a lo lejos cómo Siwon entraba por una puerta. Yunho y Jaejoong corrieron hacia él e ingresaron antes de que ésta se cerrara.
- Youngsaeng  viene hacia acá.- dijo un hombre a quien reconocieron inmediatamente como Leeteuk.
- Es Leeteuk!- dijo Jaejoong. - ¿Será otro de los infiltrados de Siwon?
- Parece que sí.- dijo Yunho prestando especial atención a la conversación que mantenían.
- Eso ya lo sé.- dijo Siwon. - Youngsaeng  no es fácil de atrapar, sabía que escaparía de los Gitanos fácilmente.
- Los vampiros llegan cada segundo. La ciudad está infestada en estos momentos de ellos.
- ¿Qué es lo que quieren?
- Según buenas fuentes, quieren unirse a los Gohts para la guerra.
Siwon golpeó la pared con fuerza.
- Malditos.- dijo. - Son un ejército. ¡Los Gohts son fáciles de eliminar, pero ellos unidos a los vampiros serán imposibles!
- Van a conquistar la ciudad, y pronto, el mundo mágico. Seremos esclavos de razas inferiores.
- ¡Cállate!- dijo Siwon. - No sucederá. Hay que buscar el punto débil de los vampiros… debe ser así. Todos tenemos un punto débil y ellos tienen que tenerlo también.
- Ellos son inmortales. La muerte definitivamente no es su punto débil.
- Y sin embargo con una estaca de madera los transformamos en cenizas.- dijo Siwon. - Eso corrobora que todos tenemos un punto débil. Debemos encontrar el de ellos antes de que sea demasiado tarde.
Leeteuk estaba vestido como Youngsaeng. Todo completamente de negro, su túnica, sus botas; todo. Sacó una pipa y comenzó a fumar.
- Estás algo tenso. No se supone que estés así el día de tu boda Choi.- dijo él irónicamente.
- Eso no te importa.- dijo Siwon mientras abría la puerta para volver al salón. - Si tienes más noticias, me las haces saber.
Con esto último salió, y Yunho y Jaejoong lo siguieron. Ambos notaron que los ojos pardos del recién casado buscaban algo entre la multitud. Pararon fijos cuando encontró a Heechul, y una sonrisa se dibujó en la comisura de su boca cuando notó que Carmen se acercaba a él.
- ¡Ven!- dijo Jaejoong tomando la mano del Slytherin y corriendo hacia ellos. Llegaron a tiempo para escuchar la conversación.
- ¿Dónde está Siwon?- le preguntó Carmen a su hermana. Heechul no cabía de indignación.
- ¡Carmen estás casada! ¡Olvídate de él! - dijo Heechul espantado de la falta de escrúpulos de su hermana.
Carmen rió.
- Tú debes estar loco hermanito. Jamás podría olvidarme de Siwon. Es perfecto en todos los sentidos. Andrés no es ni la sombra. - dijo mientras sus ojos verdes brillaban. - Si crees que porque te casaste con él, ambos dejaremos de vernos estás loco. Ahora está enfadado, pero hasta el hecho de haberse casado contigo fue para mantenerme cerca. Cuando se le pase, él volverá a mí.
- ¿Pretendes que sean amantes!- dijo Heechul incrédulo. - Eres de lo peor ¿Y tú crees que yo voy a permitir eso?
- No veo cómo puedas impedirlo.- dijo Carmen riendo. - ¡Por Merlín ¡Mírate! Y mírame... ¿notas la gran diferencia? Eres insignificante. Insípido. Jamás podrás hacer que Siwon se aleje de mí.
- No quiero tener nada con Siwon créeme. Y no necesito de eso para impedir que sigas ensuciando el apellido de papá. ¡Si para algo va a servir esta farsa de matrimonio va a ser para separarte de él!
Carmen iba a responderle a su hermano cuando Siwon se acercó y besó a Heechul en la mejilla mientras tomaba su mano. Luego fijó sus ojos en Carmen.
- Espero que no te importe que me lleve a tu hermano.
Siwon caminó lejos de allí con Heechul y lo llevó a la pista de baile. Lo tomó de la cintura y lo pegó contra su cuerpo. Todos notaron que los novios habían comenzado a bailar y comentaban sonriendo la linda pareja que hacían. Por supuesto, estaban muy lejos de suponer la realidad.
Heechul miraba hacia un lado incómodo. Siwon había fijado sus ojos en él, penetrando como navajas su alma.
- ¿Qué te dijo ella?- preguntó el morocho.
- Nada.- dijo Heechul cortante.
- Mírame cuando te hablo.
- No quiero.
Era más difícil de lo que él había creído iba a ser. Se trataba de todo un caso. Aún lo recordaba defendiendo a los habitantes del aldea, con una navaja en sus manos cuando lo quisieron tocar sus guardias. Y la imagen de él bañándose en el río aún permanecía vívida en su mente ¿Quién era él realmente? No lo conocía y definitivamente era un enigma indescifrable. Cuando aparentaba ser uno más del montón era fuerte, decidido, hasta algo salvaje; y ahí, enfrente del sociedad era educado, con clase y silencioso ¿Cuál de esas dos personalidades realmente pertenecían a Heechul Kim?
- Tu impertinencia me está comenzando a fastidiar.- dijo Siwon repentinamente.
Heechul volteó su cabeza quedando por fin su rostro frente al de él. Sus narices se rozaban mientras que sus ojos marrones lo miraban fijamente.
- No me importa.- respondió él.
- No me conoces. No sabes de lo que soy capaz de hacer.- dijo casi en un susurro. Sus ojos pardos fríos le hicieron entender que no bromeaba.
- Tú tampoco.
Aquella respuesta impactó a Siwon. Ningun hombre lo había desafiado de tal forma antes. Esas dos simples palabras lograron que notara que Heechul era extremadamente diferente. Debía de haberlo supuesto; los hijos de la familia Kim eran uno en un millón...
..De putas... pensó observando a Carmen que hablaba animadamente con Andrés.
Yunho tomó a Jaejoong de la cintura repentinamente pegándolo contra sí. El castaño no comprendió lo que sucedía y miró extrañado al Slytherin.
- ¿Qué haces?- preguntó él.
- No sé, me dieron ganas de bailar.- dijo el morocho mientras comenzaba a dar vueltas con Jaejoong por toda la pista. El Gryffindoriano reía sin parar al ver la ridiculez que estaba haciendo el Slytherin.
Yunho sonreía al verlo reír mientras seguía dando vueltas y vueltas con él alrededor del lugar tras la música instrumental. Tan solo había sentido el impulso de hacerlo, y sabía que aquello iba a divertir a Jaejoong. Era bastante cómico lo que ambos hacían, por lo que dejar de reír se le hizo casi imposible al Gryffindoriano.
- ¡No más!- dijo él sonriendo y deteniéndolo. - Tenemos que estar atentos a lo que dicen…
- Lo sé.- dijo mientras se acercaba a la boca del castaño. Pero tan solo logró rozarla, pues él se alejó aún con una sonrisa en sus labios.
- No. Aún no te lo has ganado.- dijo él astutamente.
La tierra comenzó a temblar. Yunho tomó la mano del castaño y pronto cayeron entre árboles y tierra.
- ah!- dijo Jaejoong levantándose rápidamente. - Mira...allí están.
Yunho observó a Junsu y a Yoochun quienes caminaban siguiendo su viaje hacia sus respectivos destinos. Repentinamente, el pelirrojo se detuvo. Yoochun volteó y lo miró extrañado.
- Qué te pasa? tenemos que seguir.
- No. Verás, ya no me eres útil. Gracias por todo pero aquí me quedo. Sé cómo llegar hacia donde necesito ir.
- Como quieras.- dijo Yoochun dispuesto a seguir su camino, pero entonces sintió como si no pudiera moverse. Cayó al suelo sin entender por qué razón ya no tenía control de su cuerpo. El gitano se acercó a él.
- Lo siento mucho ¿Recuerdas las frutas que comimos en el camino? Les puse algo especial a las tuyas. No es nada grave solo estarás inmóvil por una media hora, después el efecto se irá.- dijo él mientras revisaba los bolsillos del moreno y sacaba papeles y todo lo que había dentro de ellos. - Me llevaré esto. Pude haberme ido y dejarte ir, pero soy un investigador, y el hecho de que tú lo seas también no significa que no deba investigarte. Todos tenemos secretos y hay algo en ti que me huele a escondido ¿comprendes?
- Qué divertida se me hace esta situación.- dijo Yunho. - Puedo imaginar que no se trata de su antepasado sino de Park.
- No es divertido.- dijo Jaejoong.
- Ya no es tu amigo ¿por qué lo defiendes?
- No lo entenderías Jung, hasta tú mismo me lo dijiste una vez ¿recuerdas? No sientes como los demás.
Junsu se levantó y guardó los papeles en su camisa. Sus ojos chocolate se fijaron por última vez en los verdes del chico.
- Au revoir!- dijo el pelirrojo mientras se iba rápidamente del lugar.
La tierra volvió a temblar. Esta vez Jaejoong creyó que el cielo estaba cayendo sobre ellos. Yunho la tomó nuevamente de la mano firmemente mientras caían en la sala de la mansión Choi.
-¿Qué hacemos aquí?- dijo Yunho. - ¿Terminó ya la fiesta?
- Creo que sí.- dijo Jaejoong.
La puerta se abrió dejando entrar a Heechul seguido por Siwon. El castaño observó lo que de ahora en adelante sería su nuevo hogar. La mansión tenía que ser inmensa, y se notaba tan solo por el gran recibidor que tenía. Unas grandes y amplias escaleras con gárgolas le decían que el segundo piso iba a ser mucho más grande que el primero. Sus ojos marrones dejaron de inspeccionar el lugar y se fijaron en Siwon, quien desataba el corbatín que ya casi no lo dejaba respirar.
- ¿Cuál va a ser mí habitación?- preguntó Heechul.
Siwon rió ante aquel comentario y sirvió del bar un poco de coñac en una copa de cristal.
- ¿Tú habitación? Querrás decir..."nuestra" habitación.- le corrigió él. Ahora le iba a hacer sufrir; pagaría el haberlo desafiado anteriormente.
Heechul abrió los ojos como platos.
- ¡No pienso dormir en el mismo cuarto contigo!- dijo él decidido.
- No solo dormirás en el mismo cuarto engreído, también en la misma cama ¿Qué no se supone que te enseñaron éstas cosas anteriormente?- dijo él burlándose del situación.
Heechul no podía creer lo que él estaba diciendo.
- ¡No dormiré contigo! ¿Me oíste¡Suficiente hice con casarme y mantener esta farsa como para humillarme de tal forma!
- ¿Humillarte? ¿Quién dijo que quiero humillarte?- dijo Siwon. - Tan solo exijo lo que es normal cuando dos personas se casan ¿O tampoco te enseñaron lo que sucede después del matrimonio? ¿Aún crees que la cigüeña trae a los bebés?
Heechul ignoró aquel comentario. Estaba ya demasiado nervioso y su cabeza no pensaba correctamente.
- ¡Digo que es humillante porque tú no me quieres¡Estás obsesionado con mi hermana y crees que es divertido vengarte usándome¡Eso no va a suceder¡Ya tienes lo que querías¡Estoy casado contigo pero tú no me pondrás un dedo encima!
Siwon dejó la copa en el bar y caminó peligrosamente hacia él.
- Y quién me va a impedir que te toque… ¿Tú? Ya eres mío  legalmente. Me perteneces. Y haré contigo lo que quiera mientras decido qué hacer con la perra de tu hermana.
Heechul corrió y tomó una espada de esgrima que había en la esquina del recibidor con la cual amenazó a Siwon. El morocho quedó parado donde estaba, sin moverse ni un centímetro más. No había pensado obligarlo a estar con él, de hecho, ni siquiera tenía interés en acostarse con él. Tan solo le había parecido divertido provocarlo, y darle un vuelco al juego que él pretendía mantener con él. Jamás se había esperado aquel rápida reacción que le recordó al Heechul del aldea.
La mano de el castaño estaba firme mientras sostenía la espada. Sus ojos marrones brillantes lo observaban atentamente.
- Si me tocas, soy capaz de matarte.- dijo Heechul suavemente, mas algo en sus ojos le dijo que no jugaba. - Así que ya que dentro de ésta casa no tenemos que guardar apariencias vamos a poner ciertas reglas para una convivencia civilizada… ¿Te parece?
Siwon rió. Era bastante cómico que él hablara de "convivencia civilizada" con una espada en sus manos y amenazándolo.
- ¿Por qué no empezamos por bajar la espada? Eso haría algo más "civilizada" la conversación ¿no te parece?
Heechul no la bajó.
- Aléjate de mí primero.
Siwon retrocedió hasta volver a la esquina en donde se encontraba. Heechul bajó la espada.
- Las reglas aquí las pongo yo, y tú tendrás que someterte a ellas sino quieres que te obligue a aceptarlas.- dijo el morocho comenzando a hartarse de él.
- Te equivocas. Yo no voy a hacer nada de lo que me digas al menos que tenga ciertas libertades dentro de ésta cárcel.
- ¿Cárcel? Vivirás en una mansión con todos los lujos. Aún mucho mejor que en la que vivías.
- ¡Es una maldita jaula!- dijo Heechul. - ¡Mi casa también lo era¡Y no me importa que la decores con oro sigue siendo un jaula y me asfixia!
- Y para no asfixiarte supongo que querrás salir por allí y nadar desnudo por ríos o defender gente de las aldeas ¿no? Por lo menos tu hermana escogía bien con quien se acostaba. No quiero ni saber con qué clase de hombres te has relacionado.
Heechul no podía creerlo ¿De verdad él pensaba que si él salía era por puro libertinaje¿Creía que él era un promiscuo? Ya no importaba, nada de lo que dijera lograría hacerlo entender. Él lo veía como el reflejo de su hermana Carmen.
- Piensa lo que quieras.- dijo Heechul. - Pero no dejaré mis actividades.
Siwon rió.
- Tú no saldrás de esta casa sin mi permiso. La mansión está rodeada de guardias y si me matas irás a una verdadera cárcel. Veo que tu peor temor es que te quiten tu libertad ¿no es así?
No pudo haber dado más en el clavo. Heechul tenía terror a aquello.
- Si no me dejas salir no haré nada de lo que me pidas!- dijo él desesperado.
- ¡No me interesa¡Peor para ti¡Te quedarás en esta casa todos los días de tu vida si no te comportas bien! Queda en tus manos Heechul: o haces lo que digo, y podría darte algunas libertades si eso es lo que tanto quieres, o no obedeces y te trataré peor que a un rehén. Tú decides.
- ¡No es justo!- dijo Jaejoong. - ¡Heechul no tiene salida¡Esto apesta!
Yunho no dijo nada. Sabía que tal vez él en la situación que vivía Siwon, hubiera hecho exactamente lo mismo.
Heechul se había callado. Siwon sonrió victorioso. Él, solamente él iba a ser el arma letal que arruinaría a Carmen. Después...después ya nada importaba.
- Sígueme. Te daré una habitación- dijo Siwon mientras subía las escaleras.
Jaejoong y Yunho se dispusieron a seguirlos pero una ráfaga de viento logró tragarlos y pronto cayeron en la sección prohibida.
- ¿Vi que se divirtieron bastante en la fiesta de bodas no?- dijo Kim Hyun Joong sonriendo. Jaejoong se sonrojó y Yunho esbozó una media sonrisa.
- Bueno, ya es tarde. Nos vemos mañana.- dijo Jaejoong mientras salía del sección prohibida. Yunho salió detrás de él.
El Slytherin tomó rápidamente un libro de la repisa y corrió alcanzando al castaño.
- Toma.- le dijo dándole el libro. - Léelo, te gustará.
Jaejoong pestañeó dos veces y miró la portada de éste. Era exactamente la clase de lectura que le fascinaba. Fijó sus ojos marrones en él algo sorprendido. Los ojos pardos de morocho parecían esperar alguna respuesta. Seguían fríos, distantes, y misteriosos. Otra vez se vio sumido en el enigmático mundo del Slytherin. Sus reacciones eran tan inesperadas, y sus actos siempre con un motivo detrás motivándolo; en éste caso, el de volver a hacer su amante a Jaejoong.
- ¿Cómo sabes que me gustan ésta clase de libros?- preguntó.
- Soy observador.- dijo el morocho si apartar su mirada de él. - Te he visto escogiendo los libros que quieres leer y casi todos tratan de lo mismo. En realidad no comprendo tu obsesión por los conflictos sociales en el mundo; a mí me aburren bastante.
Jaejoong rió sarcásticamente.
- Por supuesto que te aburren. Eres un racista y elitista Jung, ni siquiera comprendo por qué aún despreciando a los magos y brujos de sangre sucia quieres que sea tu amante.
Las palabras del Gryffindoriano no fueron agresivas no en forma de reproche, mas bien lo dijo en un tono bastante sutil mientras sus ojos marrones brillaban fijos en los de él, tratando de romper esa barrera de hielo que no la dejaba vislumbrar nada claramente. Yunho se acercó a él y retiró de su frente un mechón de cabello castaño que colgaba maravillosamente de su rostro. Al hacerlo, él retrocedió unos milímetros sintiendo como la mano del Slytherin acariciaba su piel al colocarlo detrás de su oreja.
- Tienes razón, desprecio a los sangre sucia.- dijo sin dejar de mirarlo. - Pero a ti no.
La sangre de Jaejoong pareció congelarse durante algunos segundos pero no lo dejó notar, aunque en su mirada, tibia y transparente, todo era claro para aquellos ojos pardos.
- Pues supongo que piensas que debo sentirme muy halagado por que soy la excepción en tu lista de gente inferior ¿no?- dijo él suavemente. Aún recuperándose de las repentinas palabras del morocho. - La pureza de la sangre no mide capacidad de un buen mago o brujo, es ignorante y cerrado de tu parte creer…
Pero entonces el Slytherin se acercó más a él quedando casi ningún espacio entre sus cuerpos y tapó su boca obligándolo a no seguir. Lentamente quitó la mano de sus labios rosa y sus ojos pardos recorrieron éstos deseando tenerlos entre los suyos. Su mirada subió hasta los ojos marrones de Jaejoong, quien estaba casi sin aliento por la cercanía del chico.
- No quiero sermones.- dijo casi en un susurro. - Odio a todo lo que me rodea menos a ti.
Era imposible que las palabras dichas no tuvieran efecto en Jaejoong. Era demasiado. Muchas cosas pasaron por su mente en aquel instante y no fue capaz de agarrar ni una sola idea. Sus ojos marrones seguían cautivos en los de él. Quería moverse, decir algo, pero no podía. Las palabras no brotaban de sus labios y su cuerpo había dejado de obedecerle. Por un instante logró captar la gran cantidad de resentimiento que el Slytherin guardaba hacia el mundo. Era odio en su máximo esplendor, y vivía cómodamente dentro de él, alimentando a un ser frío e implacable. Y sin embargo, había cierta esperanza. Si era cierto lo que de sus labios había salido hacia él, entonces tal vez su corazón no estuviera tan duro como él creía. Jaejoong no sabía mucho de la vida de Yunho, pero por lo poco que conocía entendía que él era así por las duras enseñanzas de su padre y por la vida misma. "Odio todo lo que me rodea menos a ti" Esas fueron sus palabras que aún resonaban en su cabeza.

Comenten con nombre por favor :) y gracias por leer