Destiny. Cap. 13 - Entretenido

Destiny

Hola chicas:

Aqui les dejo la actualizacion, espero les guste. Este capitulo va dedicado a 3 personas muy especiales para mi:

Sandra Alvino, Veronica Perata y Paola (Si, tu hermanita loca y muy ya xD, sabes que soy feliz contigo)

Estoy escribiendo actualmente un oneshot...algo sencillo pero que encierra mucho de mi, espero puedan pasarse a leerlo mañana ^^.

Gracias :3

Cap. 13 - Entretenido

-Vamos afuera, subirás por la ventana. No te pueden ver subir los invitados. Y que sea rápido. Carmen ya debió bajar hace mucho tiempo.

Siwon soltó a Heechul y salió disimuladamente. Heechul sentía que iba a llorar ¿Por qué le tenía que estar pasando eso a él? Y todo por la culpa de Carmen.

- No es justo, no es justo.- se dijo a él mismo.

- No sabía que su familia conocía a Choi.- dijo Andrés acercándose amable como siempre. – Y Carmen?

- Ya baja, es que tuvo un inconveniente con su vestido y está solucionándolo.- dijo Heechul.

- Quisiera que me dijeras cuáles son las cosas preferidas de tu hermana, quisiera darle un regalo pero no sé qué le podría gustar.

- Dale algo lindo, que sea escogido por ti pensando en ella y le gustará.- dijo el castaño completamente nervioso – Que valga mucho dinero y sea de sumo lujo – añadió en su fuero interno

- Quiero hablarle, conocerla más a fondo. Por lo que hablé con ella el otro día es una persona maravillosa.

Jaejoong se alejó de la conversación y subió las escaleras. Quería ver personalmente lo que sucedería entre Siwon y Carmen.

Entró a la habitación de Carmen y la vio pegada contra la pared y a él acorralándola. Ella mantenía los ojos llenos de terror mientras que él despedía ira por los poros.

- Solo quiero saber por qué, por qué maldita sea!- gritó Siwon.

- No sé! No fue mi culpa no lo entiendes?- dijo Carmen. – Mamá me obligó! Desde siempre quiso que me comprometiera y no me quedó más que aceptar!

- Ya no me trago tus asquerosas mentiras.- dijo Siwon. – Si quieres demostrarme que lo que dices es cierto, entonces huye conmigo; vámonos lejos de aquí.

Carmen se mantuvo en silencio. Jaejoong sabía ya lo que iba a responder.

- No puedo hacer eso.- dijo ella. – No entiendes! Lo que dices no tiene ni pies ni cabeza! Con qué dinero viviremos? No tienes para mantener el tipo de vida que yo llevo.

Siwon pareció sorprenderse ante aquello. Luego comprendió; Carmen creía que él no tenía dinero; por eso se casaba con Cho. Maldita perra ambiciosa. Pero se iba a arrepentir, él mismo se encargaría.

Siwon rió.

- Perdóname, yo te amo.- dijo Carmen. – tú...Eres el hombre que yo más he querido, lo tienes todo…pero, lamentablemente te falta algo muy importante y es un apellido y una condición social. No funcionaríamos. Estoy acostumbrada a otro tipo de vida, un tipo de vida que tú no me podrás dar nunca.

Siwon se alejó de ella. Qué poca cosa que era! No podía entender cómo se había enamorado de alguien así. Lo peor de todo era que su corazón seguía latiendo al estar cerca de ella, pero su orgullo era más grande que todo aquello.

Caminó hacia la ventana y bajó, dejando sola a Carmen.

Jaejoong la observó tomar aire y contener lágrimas; realmente parecía que lo que había dicho era cierto, lo quería, pero amaba muchísimo más el dinero. Se retocó en un instante el maquillaje y el peinado y salió de la habitación.

Jaejoong quiso seguirlos, pero el viento tan bien conocido lo envolvió. Cerró los ojos y se protegió con ambas manos. Pronto cayó al suelo frío de la sección prohibida.

- Ya es hora de que vuelvas a clases, son las seis de la mañana.

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Yunho se despertó con el cuerpo de Ryeowook  sobre él. Se restregó los ojos con ambas manos y lo movió a un lado lentamente. Se acercó a su oído para susurrarle:

- Ya despierta, tenemos que ir a clases.

Ryeowook  bostezó mientras se estiraba en la cama.

- Vaya que estuviste muy bien anoche Yunho..- dijo Ryeowook .

- Yo siempre estoy más que bien y lo sabes.- aclaró el morocho.

- Sí pero anoche fue aún mejor.

El muchacho se levantó desnudo y se colocó la ropa que estaba regada por el suelo para poder ir a su habitación.

- Nos vemos en el gran comedor.

Yunho se metió al baño, recordó que tenía entrenamiento de Quidditch. Ese año iba a derrotar a Park fuera como fuera.

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Jaejoong estaba sentado en la mesa de Gryffindor. A su lado estaba Jinki y Jonghyun, quienes conversaban animadamente. Junsu estaba al frente peleando con Changmin y Yoochun quienes habían estado hablando con un miembro del equipo sobre sus estrategias para el próximo partido de Quidditch. Cualquiera que se hubiera fijado en el castaño hubiera notado lo extraño que era que no probara bocado alguno y permaneciera absorto en un libro viejo de la biblioteca.

Jaejoong había decidido leer más sobre la edad moderna, ya que ya casi se estaban adentrando en ella, y seguro le serviría leer datos importantes.

"Los Gohts eran criaturas temibles. Crecieron y se formaron bajo la tierra, por medio de túneles en los cuales crearon ciudades subterráneas. Al vivir en tales condiciones sus aspectos físicos se volvieron toscos y robustos, transformándose en bestias rudas y violentas. Comenzaron a salir de a tierra para asentarse en las afueras, y para ello atacaron tierras mágicas, lo que se convirtió en una guerra sin fin entre magos y Gohts. Masacres fueron los resultados de estas batallas."

Entonces sí son muy peligrosos. pensó el castaño. Volteando la página encontró otra de las criaturas que invadían el mundo mágico por aquellos tiempos.

"Los vampiros en aquél época eran una del razas más rechazadas. La sociedad mágica no tenía aceptación ante estos seres así que fueron exiliados al mundo muggle, donde se alimentaron y reprodujeron inimaginablemente. Pronto éstos se dividieron en clanes, y formando un complot regresaron al mundo mágico, uniéndose a los Gohts en su batalla contra los magos."

Esto aún no sucede, pero pronto seguramente sucederá. pensó Jaejoong.

- Quieres comer un poco aunque sea?- dijo Min. – Aliméntate!

Jaejoong iba a replicar, pero Yoochun tomó el libro arrebatándoselo de las manos. Lo cerró y miró la pasta desdeñosamente.

- Jaejoong, creo que te has leído millones de libros como éste, después de comer podrás aburrirte todo lo que quieras acabando con los libros del biblioteca.- dijo el chico con cabello negro azabache mientras lo miraba con sus suspicaces ojos verdes.

Jaejoong entornó los ojos y comenzó a desayunar, más pronto toda su atención se enfocó en una sola persona que acababa de ingresar al gran comedor.

Yunho entró con Leeteuk y se sentaron ambos en la mesa de Slytherin. Hablaban sobre el entrenamiento que tendrían aquella misma tarde. El morocho ni se percató de la mirada del castaño y seguía absorto en su conversación. Jaejoong sintió que la rabia lo invadía.

Es un estúpido. Ni siquiera se ha acercado para explicar su ausencia de la noche anterior. Aunque no necesita explicar, yo ya la sé. Es un irresponsable. pensó.

- Jaejoong, crees que me puedas ayudar a estudiar para pociones? Es que..estoy mal, y Snape quién sabe qué me hará si me sale mal de nuevo..- dijo Kibum tembloroso.

Jaejoong le sonrió.

- Claro Kibum, hoy en la tarde te parece bien?

- Gracias, de verdad.

El castaño volteó sonriendo y sus ojos se chocaron con los pardos provenientes de la mesa de Slytherin. Fue como si le hubieran extraído el aliento de repente. Un choque de electricidad recorrió todo su cuerpo mientras la sonrisa se iba desvaneciendo de su rostro. Podía sentir su corazón latiendo a velocidades inverosímiles. El morocho tenía la mirada fija sobre él, y no parecía queder ceder. Jaejoong desvió la mirada y se incluyó en la conversación de Jinki y Jonghyun. Yunho se exasperó.

Quién se cree que es ese sangre sucia? pensó. Nadie le cortaba la mirada a él, y él no iba a ser el primero en hacerlo.

Las clases transcurrieron normalmente. Jaejoong se preocupó por prestar especial atención en cada una de ellos. Bastante desatento había estado los últimos días. Resultó perfecto y entendió absolutamente todo. Los hechizos le salieron excelentemente y para las próximas lecciones estaba seguro solo necesitaba repasar un poco y estaría listo. Al sonar el timbre que daba término a la jornada Yoochun y Changmin se lo llevaron para que observara el entrenamiento.

- Pero aunque sea déjenme ir a la sala común a dejar mis cosas no?- dijo Jaejoong.

- Está bien pero regresas rápido o Changmin y yo te haremos cosquillas.- dijo Yoochun.

Jaejoong rió sarcásticamente y caminó hacia su sala común. Dentro estaban Jonghyun, Jinki y Junsu que también se disponían a salir.

- Vamos a ver el entrenamiento.- dijo Junsu.

- Sí ya voy, solo voy a dejar esto en mi cuarto.- dijo elcastaño

Al bajar las escaleras sus amigos ya se había ido. Tal vez ver el entrenamiento lo distraería un poco de todos sus problemas que ahora tenían un solo nombre y apellido: Yunho Jung. Debía haber estado loco cuando dejó que aquello sucediera, ahora estaba metido hasta el cuello en una situación más que incómoda.

Al llegar al campo pudo ver al equipo en medio de la cancha, pero parecían estar inmersos en una discusión bastante grande. Jaejoong corrió y al ver el color verde del uniforme de Quidditch entre los rojos de Gryffindor lo comprendió todo. Estaban los dos bandos, Slytherin a un lado y Gryffindor en el otro. Dos chicos en representación de las casa enemigas discutían: Yoochun y Yunho.

- Snape nos dio permiso, así que Park entrena otro día.- dijo Yunho.

- No! Estamos hartos de todos ustedes y sus autorizaciones de Snape. Reservamos esta cancha mucho tiempo antes!- dijo Yoochun.

- Ya oyeron lárguense.- dijo el capitán.

- No nos iremos, y ya que este es un país libre, entrenaremos en la otra mitad del cancha.- dijo Yunho sonriendo triunfante.

- No podemos entrenar en solo una mitad!- dijo Yoochun.

- Pues tendrán que hacerlo Gryffindors,- dijo Hangeng. – Porque estamos en igual de condiciones, ustedes con su reservación, y nosotros con el permiso de Snape.

Los Slytherins se repartieron por la cancha mientras reían burlándose de los otros.

- Malditos! Te juro que un día de estos voy a matarlos uno a uno hasta que no quede ninguno de su maldita raza!- dijo Changmin reventando de rabia.

- Vámonos, entrenaremos en cuanto ellos desocupen la cancha.- dijo el capitán.

- ¿Qué!- dijo Yoochun. – Y dejarles la cancha así como así!

- Mira Yoochun, a mí también me revienta la rabia, pero no podemos perder tiempo con estupideces. Sabes que es imposible entrenar bien en la mitad de la cancha. Mejor dejémoslos que hagan lo que quieran ahora, ya veremos cuando los derrotemos en el partido.- dijo Changmin, y como capitán había dicho. Todos desalojaron el lugar.

- No es justo, Jung y sus amigos son unos hijos de p..- dijo Jinki. – Pero ya verán, ya verán.

Jaejoong prefirió no decir nada, aunque la rabia lo consumía por dentro. Miró el reloj: era hora de ayudar a Kibum.

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La biblioteca estaba casi vacía, los únicos que la ocupaban eran unos niños de primer año y Jaejoong y Kibum que se encontraban sentados en una mesa alejados de todo. El castaño pasó un dedo por las estanterías en busca del libro perfecto y lo sacó. Se sentó nuevamente en la mesa mientras el chico molía unos ingredientes.

- Mira, dice que ahora lo que debes hacer es agregar el ajo y el polvo de pie.- dijo Jaejoong algo asqueado por los ingredientes. – Pero hazlo en pequeña cantidad, recuerda que cuando una poción tiene muchos ingredientes debes poner poco de cada uno, y viceversa.

- Claro.- dijo poniendo todo su esfuerzo en la poción. Luego la revolvió con una pipeta y obtuvo el color que esperaba. – Creo que me salió!

Jaejoong sonrió ante el logro de su amigo. Kibum parecía más que emocionado al ver que por fin había hecho algo bien en aquella materia.

La sangre del castaño se heló cuando a lo lejos distinguió el color verde del uniforme de Quidditch de Slytherin. Yunho Jung había entrado.

Tranquilo, por favor tranquilo. pensó. Pero aquello fue imposible, y peor aún cuando el chico fijó sus ojos en él y caminó hacia la mesa donde se encontraba.

Kibum pegó un gritito cuando vio al morocho frente a la mesa. Miró a Jaejoong y luego fijó sus ojos despectivamente en el otro chico.

- Dile que se vaya.- dijo Yunho.

- Estoy ocupado.- dijo Jaejoong.

- No me interesa. Dile que se vaya.

Jaejoong tomó aire, por la mirada del chico entendió que no era hora de desafiarlo. No le hubiera importado en lo más mínimo de no ser que vio el temor en el rostro de Kibum, y mejor era no involucrarlo.

- Vete Kibum, sigue practicando.- dijo Jaejoong dedicándole una sonrisa. El chico no se movió. – Ve tranquilo, estaré bien. No me asustan las serpientes.- dijo mirando despectivamente a Yunho.

Kibum se levantó y como un ratón asustado salió de la biblioteca. Jaejoong cerró con fuerza el libro que tenía entre sus manos y se levantó dirigiéndose a la estantería para colocarlo donde debía estar.

- Así que dando clases extras a gente sin remedio. Creo que deberías dedicarte a eso de ayudar a gente necesitada no Kim? Te queda bien.- dijo burlándose. Pero Jaejoong no estaba para sus burlas.

- No sé qué es lo que quieres Jung, pero sea lo que sea no me interesa. Lo único que tenemos en común es que debemos intentar salvarnos la vida retrocediendo en el tiempo, y ni siquiera eres capaz de hacer eso correctamente.

- Yo creo que tenemos más en común no crees Kim?- dijo Yunho acercándose a él y susurrándole en el oído. – Por ejemplo, que nos acostamos juntos no te suena?

- No quiero hablar de eso.- dijo Jaejoong colocando el libro en su lugar. – Lo único que te digo es que no voy a morir por tus irresponsabilidades.

- Hasta qué hora me esperaste Kim? Me pareció divertido dejarte aquí solo.

- No te importa Jung. Ahora que tal si mejor te cuento lo que averigüé ayer.

Yunho levantó una ceja.

- Fuiste solo?

- Claro. O pensaste que me quedaría esperándote toda la noche.- dijo Jaejoong caminando hacia la otra estantería. Yunho lo tomó por el brazo y lo atrajo hacia él hundiéndose en sus ojos marrones.

- Él dijo que era peligroso. No se suponía que debías ir sin mí.

- Yo no le tengo miedo al pasado.- dijo Jaejoong. – Y menos cuando se trata de salvar mi vida Jung.

- Eres la persona más necia que conozco.- dijo el morocho.

- Y tú la más detestable.- dijo Jaejoong soltándose de él.

- No me decías eso ayer cuando te hacía mío.- dijo Yunho.

- A qué quieres jugar Jung?- dijo Jaejoong. – Dime, porque no te logro entender.

El morocho no dijo nada, solo se limitó a observarlo detenidamente. No comprendía por qué usaba el pantalón tan suelto teniendo piernas tan perfectas, aquello solo ocultaba la belleza de éstas. Miró su camisa, perfectamente abrochada hasta el último de los botones, también ocultando sus músculos. Se sintió importante al saber que solo él conocía aquellas cualidades, solo él conocía su belleza. Claro que nunca le diría que realmente había cosas de él que no eran nada desagradables; era mejor que siguiera pensando que era completamente insignificante.

El castaño dio un respingo.

- No me gusta que me dejen hablando solo Jung, sino me quieres responder, entonces siéntate y escucha lo que tengo que contarte.

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- Pero por qué!- dijo Junsu enfadado. – No es tu problema con quien ando o no!

- Sí que lo es! Soy tu hermano mayor! ¡Y ese tipo no te conviene y ya!- dijo Changmin.

Yoochun observaba la pelea sentado en un mueble de la sala común mientras sonreía.

- Lee Minho me conviene y además yo lo decidí así por qué tienes que entrometerte?

- Mira Junsu, es así de simple; te prohíbo que lo veas y se acabó!- dijo Changmin.

- Te odio!- gritó Junsu mientras corría subiendo las escaleras.

Yoochun hizo todo por borrar la sonrisa de satisfacción de su rostro.

- Hiciste bien, ya sabes cómo es Lee Minho mejor que no esté con él.

- Sí lo sé.- dijo Changmin. – Jugamos ajedrez?

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Junsu lanzaba cosas por toda su habitación mientras Jinki y Jonghyun agarraban en el aire las cosas que lanzaba para que no se rompieran.

- Junsu tranquilo!- dijo Jonghyun. – vas a romperlo todo!

- Maldito Changmin por qué siempre tiene que meterse en mi vida! Yo no lo hago con la suya! Cuando salió con ese tipo de Ravenclaw a mí no me gustó pero no le dije nada!

- Por último, quién dice que debes hacerle caso a lo que él diga! Sigue viendo a Lee Minho y se acabó!- dijo Jinki.

- Es que no lo conoces! Seguramente va a hablar y amenazará a Lee Minho, lo conozco bien!- Junsu se dejó caer en la cama ya cansado de lanzar cosas. Ante aquello Jinki y Jonghyun casi lloran de la alegría; por un momento pensaron que no quedaría nada de la habitación.

No sabía si realmente le afectaba no ver a Lee Minho. Era cierto, él era lindo y popular, e inteligente también. De cualquier forma no era a él a quien él siempre había querido secretamente. Yoochun seguía siendo su ídolo y su amor platónico a la vez, porque sabía que era imposible que sucediera algo entre los dos por múltiples razones. Igual, Lee Minho estaba bien! Por qué Changmin tenía que espantarlo?

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Jaejoong le relataba detalladamente lo que había ocurrido en su regreso al pasado. Yunho casi no prestaba atención a lo que decía, estaba aburrido, pero entre tanto, se había dado cuenta que la voz del castaño era bastante seductora. Después de notar aquello fijó sus ojos pardos en las estanterías llenas de libros. Aquel era el lugar donde el castaño se escondía, era increíble como una persona elude sus problemas enfrascándose en libros.

Así que eres todo un Gryffindor, Kim, no le temes ni al pasado ni al presente ni al futuro; pero le temes a tus propias debilidades pensó.

-Y bueno, de ahí Kim Hyun Joong me regresó. Pero aun no entiendo muy bien por qué Siwon no le dijo a Carmen que era millonario, si se lo hubiera dicho no lo hubiera dejado.

- Se trata de orgullo Kim, Siwon va a hacerle pagar la humillación.- dijo Yunho comprendiendo perfectamente. – Te gusta hablar verdad?

- Solo cuando es necesario…- dijo tomando un color rosa. Ya sabía que hablaba bastante y había veces que no podía parar, pero nunca antes el chico había notado aquel defecto.

- Hablas más que cien Ryeowook s juntos.- dijo Yunho.

El solo nombre del moreno exasperó a Jaejoong.

- No me compares con tu novio si?- dijo molesto levantándose de la mesa.

- Es verdad, no hay comparación entre ustedes dos.- dijo Yunho. Había llegado la hora de fastidiarlo un poco. – Y yo más que nadie lo sé, no lo crees Kim?

- Mira Jung, quiero que te quede bien claro algo, y eso es que lo que pasó entre nosotros tuvo una razón que tú jamás comprenderías, pero esa no fue precisamente el que me gustaras ni mucho menos. Y dudo que yo te guste a ti.

- Por qué buscas tantos "por qués" a las cosas. Ahora si me preguntas, acostarme con un sangre sucia y encima virgen, fue algo nuevo.

- Me imagino.- dijo Jaejoong, e inmediatamente contra atacó. – Pero creo que ambos deberíamos olvidarlo, digo no, porque si no podría ocurrir otro incidente dentro de tu sala común, y esta vez no serían simples bichos.

Yunho borró la sonrisa de su cara incrédulo ¿Realmente el estúpido lo estaba amenazando? No sabía en lo que se acababa de meter.

- No te atrevas a amenazarme, tan solo eres un insignificante sangre sucia.- dijo Yunho. Aquellas palabras nunca le habían dolido tanto a Jaejoong como ahora. No sabía por qué, pero por primera vez habían llegado profundamente dentro de él.

- No te atrevas tú a decir lo que sucedió entre nosotros a alguien, porque yo no respondo.- dijo Jaejoong. Yunho sonrió maliciosamente, ahora comprendía el temor del castaño.

El morocho caminó alrededor de él observándolo. Él permanecía quieto, ya sin verlo porque se había colocado detrás de él. Tembló al sentir las manos de Yunho rodear su cintura por detrás y pegarlo a él. Sintió la respiración del chico sobre su oreja, rozando sus labios en él, quemándolo. Quiso soltarse pero era imposible. El morocho bajó poco a poco hasta su cuello, donde se hundió aspirando su aroma. Jaejoong se estremeció, el morocho sonrió.

- Así que después de todo no te soy tan indiferente no Kim?

- No te confundas, lo que siento es asco.

- Ya lo veremos.- dijo Yunho mientras lo volteaba y lo pegaba contra la pared. No lo dejó reaccionar, simplemente lo besó.

Jaejoong tembló completamente mientras un calor insoportable invadió todo su cuerpo. La lengua de Yunho penetró en su boca furiosamente. Sintió que le arrancaba el aire poco a poco. Trató de soltarse, no quería que él notara que le gustaba el hecho de que lo besara, pero no pudo. Sus lenguas pronto se encontraron, él ya no podía resistirse más a lo inevitable y lo sabía. El morocho mordió con fuerza el labio del castaño sacándole un gemido; le había resultado imposible no morderlo. Jaejoong se odió por no haber reprimido el sonido. Las manos de Yunho cobraron vida de repente y comenzaron a tocar el cuerpo del castaño, ese mismo que no hacía mucho había marcado como suyo. Jaejoong quería pararlo con todas su fuerzas, pero por otro lado, no podía detenerlo porque había una parte de él que quería que él siguiera. Hubieran continuado de no ser que se escuchó el ruido de alguien ingresando a la biblioteca, lo que los hizo separarse.

Yunho lo tomó del brazo y lo empujó contra sí tras una estantería de libros.

- Déjame salir!- dijo Jaejoong tratando de soltarse. Nunca había sentido tantas ganas de salir de aquel lugar como ahora.

- No, no te vas hasta que yo lo decida.- dijo Yunho en voz muy baja.

- Quieres que grite y que quien sea que haya entrado te vea conmigo?

Yunho soltó al castaño bruscamente. Jaejoong le dirigió una última mirada mientras corría hacia la salida.

Una vez afuera se pegó contra la pared y cerró los ojos. Aún podía sentir todo su cuerpo temblar ante las caricias del morocho. Aquello estaba mal, muy mal.

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- No es nada ya te dije Hangeng no seas un maldito pesado.- dijo Ryeowook  tirándose a uno de los muebles del sala común de Slytherin.

- No estoy exagerando Jung, tu novio está teniendo dolores de cabeza frecuentes y no lo niegues.- dijo Hangeng jugando con una pelota de cristal.

- No lo niego pero no es para exagerar…

Yunho se arrimó a una de las paredes y fijó sus ojos pardos inexpresivos en los negros del moreno. Él los evadió tercamente y arregló su túnica.

- Ryeowook, mañana vas a la enfermería.- ordenó el morocho.

- Pero si no es grave..- dijo el moreno.

El morocho lo observó aprehensivamente. No le gustaba repetir las cosas.

- Dije que vas mañana.- repitió molesto.

- Como digas.- dijo Ryeowook.

La puerta de la sala común se abrió. Ninguno se imaginó que quien entraría sería precisamente la persona a quien menos esperaban, especialmente Yunho.

Lucius Jung entró posesivamente e inmediatamente los Slytherins que se encontraban en la sala se levantaron en señal de reverencia y respeto. Todos sabían lo que era tener a un Jung dentro de su sala, y significaba aún más cuando se trataba de un actual mortífago y modelo a seguir.

- Sígueme.- dijo mirando a Yunho y dándose la vuelta, saliendo del sala común.

Yunho se quedó unos segundos ahí parado, tratando de imaginar el motivo de su visita. Lo siguió inmediatamente.

Lucius paró en una de las esquinas de los pasillos de Hogwarts y observó a su hijo severamente, como siempre lo hacía.

- Cómo vas con Ryeowook.- dijo Lucius como haciendo una introducción a la conversación.

- Bien, pero dudo que hayas venido a preguntar qué tal grado de satisfacción le doy a mi novio o si?

- No, por supuesto que no. No dudo de tus técnicas.- esto último lo dijo algo ácidamente. – Solo trato de tranquilizarme antes de poder hacerte la siguiente pregunta: Qué diablos crees que haces Yunho?

- Qué…existir?- dijo el morocho burlándose. A su padre aquello no pareció agradarle.

- No estoy para tus patéticas imitaciones de niño retrasado. Sabes bien de lo que hablo.

- No, a decir verdad no lo sé.- dijo tranquilamente.

- Hace dos semanas que espero que envíes una lechuza para avisarme que estás listo para la iniciación, y nada!

Yunho entornó los ojos. Siempre supo que eso era lo que venía a hablar, desde que entró y pensó cuál sería la razón de su repentina visita y a su mente solo vino aquél respuesta. Odiaba cuando su padre venía a presionarlo. La santa iniciación para convertirse en mortífago sí se la había tomado enserio, aunque él pensara lo contrario, Yunho sí se había tomado con responsabilidad el poder pasar la prueba de iniciación. Solo que él quería realizarla a final de curso, y no a mitad de éste como la mayoría de Slytherins de séptimo habían hecho. Era mucho mejor hacerse esperar, y mucho mejor contradecir las ordenes de su padre.

- Solo te lo diré una vez más Yunho, y más te vale que prestes atención a mis palabras: quiero que seas el mejor de los que ingresen este año. Dejar el apellido Jung en alto esta en tus manos esta vez y espero que lo hagas bien porque para eso te eduqué!

- Sé lo que hago. No quiero hacer la iniciación todavía, esperaré al último para hacerla, y no porque no esté listo, con los ojos cerrados puedo derrotar a todos los que ya han entrado, sino porque me da la gana. Contento?

La furia pareció asomarse por el rostro de Lucius.

- Este no es un juego en el que mandas, esto es mucho más peligroso y ya es hora de que vayas aprendiendo algo sobre la vida. Sé lo bueno que eres, y sé que eres mucho mejor que todos los Slytherins que están metidos en tu sala común…pero eso, todo eso lo puedes traer abajo por tu maldito orgullo. No es un juego, es algo serio!

- Me exiges seriedad y eso tendrás! Pero primero déjame en paz, sé lo que hago ya te lo dije.

- Dejarte en paz? Debes estar delirando.- dijo Lucius. – No te puedo dejar ni un segundo porque lo único que haces es poner en peligro todo lo que he formado con años. Eres un Jung recuérdalo!

Yunho dio media vuelta y caminó lejos. Lucius lo llamó histérico, pero él no volvió. Estaba harto, harto de su padre y sus órdenes absurdas. Él era un Jung, y como tal no le rendía cuentas a nadie, ni siquiera a los de su misma sangre.

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Jaejoong disfrutaba de observar a sus dos mejores amigos jugar ajedrez mientras tomaba un poco de calor sentado frente a la fogata. Sus ojos marrones estaban perdidos entre las llamas y en lo único que podía pensar era en lo que había hecho. Definitivamente había llegado demasiado lejos. Ese era el resultado de haber guardado sus frustraciones durante tanto tiempo. Había sido más que una presa fácil para los planes de Jung, y ni su inteligencia ni su capacidad para controlarse parecieron funcionar en ese momento. Prefería no pensar, no recordar lo que había sucedido con Jung. Era mejor mantener la cabeza ocupada en otras cosas y tratar de que aquello no volviera a pasar.

Sin embargo…él ha dado muestras de que quiere todo lo contrario. Pensóel castaño. Inmediatamente su cuerpo se estremeció.

Autocontrol. Siempre había sido bueno en ello. Pero entonces ¿por qué no fue capaz de detenerlo en la biblioteca? No, no podía ser que estuviera cediendo ante su peor enemigo, y aún peor, que estuviera disfrutando al grado de excitarse al estar con su peor enemigo.

- No!- gritó sin querer. Yoochun y Changmin lo miraron automáticamente algo sorprendidos por el repentino estallido del chico.

- Estás bien Jaejoong?- dijo Changmin.

Jaejoong pudo sentir el color subir a sus mejillas ¡Qué vergüenza! Por qué no aprendía a cerrar la boca por una vez en su vida?

- Sí, estoy bien.- dijo él nervioso y avergonzado a la vez.- Voy a dormir.

Con esto subió las escaleras corriendo y desapareciendo de la vista de los presentes.

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Eran las doce cuando Yunho llegó a la biblioteca. Aún seguía algo alterado por la visita de su padre, tal vez por eso solo se sentó en una de las mesas sin preocuparse si Jaejoong había llegado ya o no. Estaba harto, cansado de Lucius Jung y sus órdenes ¿Quién creía que era¿El amo y señor del mundo? No era así, por lo menos iba a aprender la clase de cuervo que había criado. Yunho le iba a enseñar que si llevaba el apellido Jung era por algo. Su padre podría tener poder sobre muchas cosas, pero no sobre él.

Te enseñaré quién de los dos es el mejor Lucius Jung pensó y sin darse cuenta había apretado ambas manos hasta formar puños.

Tal vez se trataba de una necesidad para el morocho el demostrar que era superior a todos, inclusive a los miembros de su propia familia. Su rivalidad con el mortífago más importante había comenzado años atrás, precisamente porque Yunho lo veía como una gran piedra que estorbaba su camino hacia la excelencia. Él tenía más metas en mente de lo que su padre podría jamás imaginar. Si Lucius había conseguido muchas cosas y había logrado ganarse un respeto dentro del mundo oscuro, Yunho pensaba gobernarlo ¿Por qué seguir a Lee Soo Man cuando él podría ser el líder? Capacidad, la tenía. Unirse a los mortífagos solo era el primer paso, después destronar a su padre como el mejor mortífago y mano derecha de Lee Soo Man y colocarse a él mismo como tal. Juntar fuerzas al lado del señor oscuro hasta encontrar sus debilidades, y luego, traicionarlo. Yunho era mucho más ambicioso de lo que todos creían. Eso, unido a su gran mentalidad e ingenio, lo diferenciaba de los demás Slytherins, y lo convertía en superior.

Los palabras de su padre volvieron a su cabeza como relámpagos que golpearon sobre él de repente: "Cómo vas con Ryeowook?"

Le hubiera encantado responderle que excelentemente bien, exactamente igual como le iba a él con sus amantes, pero se había contenido. La familia de su novio era una familia sobresaliente, y el que hubiera tenido el matrimonio un hijo dotado con ese don había resultado perfecto para los Jung. Yunho no tuvo ningún inconveniente con eso; Ryeowook  estaba más que bueno. No habría pedido más de un novio: tenía excelente condición social, un apellido importante, estaba en la casa de Slytherin, y era el chico más guapo de Hogwarts. Todo había estado bien para él, hasta que le empezó a fastidiar el hecho de que había sido precisamente su padre quien lo había seleccionado para él. Yunho sabía que aunque Lucius no se la hubiera impuesto, él lo habría escogido, pero el simple hecho de que no era así, de que no había sido decisión de él desde un principio le enfermaba. Había ocasiones en las que le daban deseos que hacer algo al respecto, pero no podía. Dejar a Ryeowook? Ni loco, él lo quería como novio, y lo quería como futuro esposo. Nadie mejor que él para esos títulos. Entonces qué? Qué hacer para desquitarse de su padre una vez más y burlarse de él al mismo tiempo.

El rostro de Jaejoong apareció ante sus ojos en aquel instante.

Claro, era perfecto. Acostarse con Kim, un sangre sucia sería el perfecto golpe hacia el ego de su padre. A Lucius no le molestaba el que su hijo tuviera amantes, pero seguro le fastidiaría, le enfermaría, que su amante fuera precisamente un sangre sucia amigo de Yoochun Park.

Resultaste aún más útil de lo que esperaba, Kim pensó.

Igual pensaba usarlo un tiempo más, tenía que admitir que después de todo era algo nuevo y fuera de la rutina tirarse a un Gryffindor sabelotodo y virgen. Fue en ese instante, cuando los pensamientos parecieron tomar forma dentro de su cabeza cuando se levantó y notó que era la una de la madrugada.

Jaejoong aún no había llegado.

Muchas gracias por la imagen a "la española" madrileña...tiempo que te veo xDDD