" Yo que besé el cielo y con ambas manos lo destruí"

sábado, 24 de diciembre de 2011

Destiny. Cap. 15 - ¿Enamorado de él?...noooo!

Hola mis bellas bebes:
Actualice como prometi a muchas, son dos capitulos seguidos, ojala comenten ambos y me hagan feliz.

Este es mi regalo para ustedes, como ven hay un banner nuevo, medio extraño pero es con mucho cariño, yo no se usar photoshop xDDDD
Queria desearles una Feliz Navidad, que este dia sea un dia de union y felicidad en sus familias y la pasen genial. 

Pasense por la segunda parte del twoshot "Conociendo a mi enemigo" contara con la participacion especial de Felina :)
A leer


Cap 15 ¿Enamorado de él?...noooo!
- Iré mañana si?- dijo él mientras lo llevaba a la cama.
Jinki  leía una revista arrimado a un árbol cuando alguien posó la cabeza sobre sus piernas.
- ¿Ponte cómodo no?- dijo el muchacho mirando a Min mientras él sonreía.
- Sabes estás más lindo hoy...¿qué te hiciste?
El joven cerró su revista temiendo lo que iba a decirle.
- Qué es lo que quieres?
- Es solo un pequeño favor.- dijo el pelicastaño.- No te va a costar nada.
- Si es sobre Jaejoong, déjame decirte que no es mi culpa que ahora quiera sentarse conmigo y con Jonghyun.
- Él no solía estar tanto con ustedes.- dijo Min poniéndose serio.- Sí era amigo de ustedes, pero seguía siendo nuestro.
Jinki  rió.
- ¿Nuestro? Por favor Min, Jaejoong no es un objeto!- dijo aprehensivamente.- No sé por qué se alejó de ustedes tanto últimamente, pero por algo será. A lo mejor ya no se siente cómodo, eso es todo. Y no me vengas a preguntar por las razones que él tiene yo no las sé.
- Pero puedes averiguarlo.- dijo el pelicastaño audazmente.
- No. Min, por si no te has dado cuenta Jaejoong tampoco es que pasa mucho tiempo con nosotros. La diferencia es que el poco tiempo que dedicaba a andar contigo y con Yoochun ahora lo hace con nosotros. Pero la mayoría del tiempo, no tengo idea de dónde está. Si me preguntas por Jonghyun, Taemin o Junsu te responderán lo que quieras ahora, entiende que nuestro Jaejoong, es todo un misterio.
Min se levantó molesto y se fue con las manos vacías. El rubio movió la cabeza en señal de reprobación y volvió a su revista. Se espantó con el artículo que leyó.



La noche llegó y el frío azotaba las ventanas del castillo. El castaño se puso su bufanda Gryffindoriana y salió de su sala común hacia el encuentro nocturno de siempre. Por alguna extraña razón se sentía mucho mejor ahora. Tal vez era el frío que solía ponerlo de buen humor. Casi había olvidado que se iba a encontrar con Jung.

You say you love me but you kiss him
Your heart is already feeling his touch
Even when you hang up, I see you
You deny and deny but it ends up being you
- cantaba en voz muy baja y luego se reprendio mentalmente pensando acerca de Jung - So your stupid eyes will die, and I will be there, smilling so bad..- mientras ingresaba a la biblioteca.
A primera vista no vio a nadie. Caminó por el largo pasillo hasta la última mesa, donde siempre esperaba la llegada del morocho. Se sentó sobre él, y entonces vio que no estaba solo.
Al lado del gran ventana que dejaba entrar la luz de la luna estaba él arrimado. Lo observaba con aquellos ojos pardos brillantes que hicieron que todo su cuerpo temblara.
- Veo que estás de buen humor Kim,- dijo sin quitar su mirada de él.- Apuntar a Ryeowook  debió ser relajante.
Jaejoong tragó saliva. Había olvidado lo sucedido aquella tarde. Sin embargo ya había llegado a un punto en el cual ya nada le importaba más. Si el morocho iba a hacerle algo, que se lo hiciese. Mejor si lo mataba de una buena vez.
- No, el que Yoochun te apuntara fue lo que me relajó.- dijo esbozando una sonrisa burlona. No pasaron más que segundos para que el morocho estuviera frente a él y lo hubiera tomado por la garganta. Sus rostros estaban cerca el uno del otro, tan solo iluminados por el leve resplandor plateado que ingresaba por las ventanas.
- ¿Estás buscando que te lastime verdad?- dijo él. Jaejoong notó que sus manos no apretaban su garganta, solo la sostenían.
Jaejoong sonrió.
- Tal vez.- respondió.
- No lo haré.- dijo mientras sus dedos se movían, acariciando el cuello del chico. Pudo sentir cómo su cuerpo se estremecía ante su roce. Su piel era suave, tersa.- No puedo asegurar lo mismo con respecto a Park.
- No lo harás.- dijo él sonriendo. Yunho casi nunca lo veía reír.- Él no te dejará. Y si llegas a hacerlo, yo me encargaré de ti.
Yunho sonrió, y aquella fue la sensación más extraña que Jaejoong hubiera sentido. Semanas atrás, ante aquellas palabras él le hubiera hecho daño, pero ahora era diferente; ahora él le sonreía.
El morocho se acercó lo suficiente como para rozar sus labios y probarlos. Todo él tembló, entre sus manos.
- Me encantaría ver que lo hicieras Kim.- y con esto lo soltó. -No vuelvas a tratar de agredir a Ryeowook, te lo advierto.
Yunho no lo dijo en un tono agresivo, sino en uno calmado, tranquilo. Jaejoong comprendió que hablaba muy en serio. Podría ser entonces, que después de todo, él sí quisiera al Slytherin; a su modo, pero lo quería. Aquella hipótesis hizo que sintiera un dolor profundo dentro de él.
Cuando entraron en la sección prohibida un Kim Hyun Joong serio y con una expresión algo severa en su rostro los recibió.
- ¿Se puede saber a qué debo el honor de su presencia?- dijo él muy sarcásticamente.
Yunho levantó una ceja mientras se cruzaba de brazos. El castaño avanzó un poco hasta colocarse a unos metros del recuerdo.
- ¿No es eso lo que siempre hacemos?- dijo él.
- No, no siempre.- corrigió él. – No vinieron ayer, y antes de ayer solo viniste tú ¿Acaso creen que esto es un juego?
Yunho entornó los ojos. Un Slytherin no recibía reproches de nadie.
- Y tú Siw…perdón, Yunho. ¿¡Cómo se te ocurre faltar la otra noche!? Jaejoong no puede regresar él solo!
- No me dio la gana de venir.- dijo el morocho. – Y además, creo que él se las arregló bien solo.
- ¡No se trata de eso! ¡Siempre vas a ser un irresponsable no es así! Qué hubiera sucedido si algo le hubiera pasado eh!- dijo señalando a Jaejoong, Yunho fijó sus ojos en él. – no tomas medida de las consecuencias!
- Ay por favor!- dijo Jaejoong cortando la discusión. – No soy un niño, puedo valerme yo solo perfectamente. A decir verdad, él solo me estorba. Así que en lugar de perder el tiempo que tal si nos regresas a la edad media eh?
- Claro! Los dos son unos testarudos! Por último me esperaba irresponsabilidades de él!- dijo Kim Hyun Joong señalando a Yunho. – Pero de ti Jaejoong? Se puede saber qué estaban haciendo ayer en la noche?
El silencio invadió el lugar mientras el castaño se sonrojaba escandalosamente. Yunho tenía sus ojos pardos fijos en él y lo miró de arriba abajo sonriendo. El chico sentía que quería morirse. Mordió su labio inferior tratando de contrarrestar el efecto que había tenido el recuerdo de lo sucedido la noche anterior en él. Por fin Yunho se apiadó de él y respondió cortando el incómodo silencio.
- Cosas.- dijo él. – Da igual, lo importante es que ahora estamos aquí.
- Sí, supongo.- dijo Kim Hyun Joong mientras hacía un ademán para que se acercaran al libro que ya había comenzado a escupir enormes cantidades de viento.
Jaejoong se acercó y lo mismo hizo el morocho. Un torbellino los tragó
Se vieron justo fuera de la mansión Kim. Muchas personas salían y entraban y la música proveniente del piano era estridente.
- Por qué todo esto?- dijo el morocho.
Jaejoong dejó salir un respingo.
- Ya te lo dije, ¡es el compromiso de Carmen te lo conté en la biblioteca!
Yunho esbozó una sonrisa, no le había estado prestando absolutamente nada de atención.
Entonces sus ojos fríos vieron salir de la mansión a Heechul, y de repente su corazón de hielo pareció pararse. Fueron unos segundos en los cuales el chico no respiró, no se movió, no existió; todo lo que hizo fue seguir con la mirada al castaño que tantas otras veces había visto. Su cabello recogido y con tiernos rizos cayendo, ese vestido amarillo suave, armando una figura linda, no hermosa, pero bastante linda y dejando ver esos hombros blanquísimos. Sus pestañas largas adornaban el color marrón de unos ojos preocupados.
Heechul corrió hasta alcanzar a Siwon, quien caminaba fuera de la mansión, alejándose de todo aquel ambiente de fiesta que no le sentaba nada bien. Solo la mano de Jaejoong que lo tomó por la túnica arrastrándolo hacia la escena lo sacó de su deslumbramiento.
El castaño tomó a Siwon por el brazo y lo volteó hasta quedar frente a frente, mientras unos ojos húmedos se posaban en él suplicantes.
- Por favor, no vuelvas por aquí. Te lo suplico, si alguien supiera que mi hermana y tu…-
- Si alguien supiera que tu hermana se acostó conmigo entonces no habría matrimonio!- dijo él soltándose de Heechul bruscamente. – Sé lo que te molesto, que tu apellido sea manchado. Me tienen sin cuidado tus superficialidades y las de tu hermana. Pronto nos volveremos a ver.
Con esto se fue, dejando a un Heechul a punto de estallar en llanto ¿Qué iba hacer? Tenía miedo, sí, y este se reflejaba en su rostro. No sabía de qué era capaz Siwon.
- Esto no está bien…- dijo Jaejoong. - ¿Qué tendrá planeado Siwon?
- Seguramente algo para vengarse, y tiene muchas razones. Eso es lo que yo haría..- dijo Yunho sin quitar sus ojos de Heechul.
No lo comprendía ¿cómo no había visto antes aquella belleza oculta? A penas la estaba descubriendo, pero antes, lo único que podía ver en él era insignificancia total. Sus ojos pardos se posaron en Jaejoong, quien examinaba a los invitados en busca de algo en especial. Semanas atrás no había notado nada de lo que ahora sí. Comprendía entonces, que se trataba de un gran enigma.
- Eres un misterio Kim..- le dijo sin quitar sus ojos de él.
- Lo mismo digo.- dijo él sin prestarle mucha atención. – Ahí está! Entremos.
El castaño tomó nuevamente a Yunho por la túnica y lo llevó hacia la mansión. El morocho pareció fastidiarse y se soltó de repente. Jaejoong se volteó y éste lo tomó por la mano inesperadamente. Aquello provocó que cada parte de su cuerpo se estremeciera.
- Cuando quieras llevarme a alguna parte, solo tienes que tomar mi mano...terminarás rompiendo mi túnica.
Jaejoong soltó la mano del morocho.
- Trato de no causarte repugnancia, después de todo, soy un impuro no?
Con esto entró a la mansión sin preocuparse si él lo seguía o no. En todo caso lo hizo. Fue entonces cuando vio a Carmen.
Sus ojos pardos brillaron. Carmen lucía espectacular, como siempre. Parecía totalmente irreal y acaparaba absolutamente todas las miradas. Los hombres decían que era imposible que existiera tanta belleza en una sola mujer, las castas envidiosas decían que seguramente se había creado algún hechizo para formar esa aura de perfección que envolvía cada poro de su piel.
Mientras caminaba, parecía que sus pies flotaran en el aire. Su nariz respingada y sus ojos verdes directamente fijos en Andrés Cho, quien ya tenía en sus ojos encendida la llama del lujuria, con tan solo días de haberla conocido. Yunho rió; aquel era el primer efecto que causaba la engañosa apariencia de Carmen. Solo un buen observador notaría, que la belleza tan perfecta que poseía era precisamente lo que rompía con el arte...Arte...arte era Heechul, cuyo enigmatismo y belleza extraña era lo que lo transformaban en una obra nunca antes vista.
Miró a Jaejoong.
Tal vez no seas tan insignificante después de todo… pensó.
Una ráfaga de viento comenzó junto con un temblor de tierra. Yunho tomó a Jaejoong y él se abrazó de él con fuerza mientras ambos sentían que todo se movía a su alrededor. El castaño gritó al sentir que caía de una altura considerable. Odiaba cuando aquello pasaba.
Pronto se vieron en el piso y Jaejoong sintió que no podía respirar.
- ¡Quítate de encima me estás ahogando!- le exigió él.
Yunho se levantó observando el lugar completamente nuevo para él. Era como una cabaña, un espacio pequeño y en una cama estaba Jungmin, completamente dormido.
- Qué es esto?- preguntó Yunho algo fastidiado ante la presencia del pelicastaño.
- Ya te lo expliqué también!- dijo Jaejoong molesto. – Nunca me escuchas no es así?
Jaejoong subió los cuatro escalones de madera y se dispuso a abrir la puerta que se interponía en su camino. Una mano la detuvo.
- Qué haces? No sabes lo que puede haber allá fuera.
- No seas ridículo, no va a haber nada peligroso.- dijo Jaejoong.
- No lo sabes, menos si dices que habían Gohts por estos lados.- dijo el morocho y notó el asombro en la expresión facial del chico. – Ves que sí te escucho?
- Sea como sea, no vamos a quedarnos aquí si no está pasando nada. Hay que averiguar, para eso estamos no?
- Me parece buena idea, siempre y cuando me consultes cuando vayas a hacer algo que pueda costarnos nuestras vidas te parece?- dijo haciéndolo a un lado y abriendo la puerta lentamente. Solo la abrió completamente cuando notó que muchas voces infantiles inundaban el lugar.
Jaejoong y Yunho se vieron frente una sala de dimensiones impresionantes. Seguía siendo una cabaña, pero sin duda alguna la más grande que hubieran visto en toda su vida. Muchas camas hacían filas interminables con personas durmiendo, sin embargo la mayoría eran niños lastimados que hablaban entre sí. Sus vestimentas estaban roídas y viejas. Jaejoong caminó a lo largo del pasillo cuando vio a Taemin sentado en una silla con varios niños rodeándola.
- Por favor otro cuento!- dijo una niña pelirroja.
- Sí Kyuyong, nos portaremos bien lo prometemos!- dijo otro niño.
- Así que Taemin se llama Kyuyong aquí..- dijo Jaejoong.
Yunho observaba todo a su alrededor. Parecía una posada, un lugar de atención a personas con necesidad de él. Automáticamente asoció la guerra que se producía en las zonas rurales y las personas que eran víctimas de los ataques de los Gohts.
- Así que él es el curandero que Jungmin asegura es un farsante.- dijo Yunho petulante.
- Sí, pero no es un farsante.- aclaró la castaño. – Ya te conté también..
- ..que la viste curando a Shim con tan solo tocarlo y bla bla bla. Lo sé Kim.
Jaejoong le dedicó una mirada fulminante y estaba a punto de responder cuando vio a Jungmin parado frente al rubio.
Kyuyong fijó sus ojos celestes en los miel del pelicastaño. Su cabello dorado caía angelicalmente. Su piel blanca de porcelana y sus labios rosados lo hacían parecer un ser celestial. Tanto Yunho como Jaejoong pudieron sentir una repentina paz que invadió el lugar mientras Kyuyong se levantaba.
- Niños, vayan a comer y después les contaré otra historia. – dijo él mientras los niños corrían bajando otras escaleras al fondo del cabaña.
- Quién..- pero Jungmin se detuvo de repente. – Qué eres?
- Soy Kyuyong.
- Crees que no recuerdo?
Él se mantuvo en silencio.
- Pues recuerdo perfectamente tus manos sobre mi herida, y ésta sanando como si nada.- dijo él. – cómo lo hiciste? Yo estaba destinado a morir.
- No lo estabas, si ahora estás aquí.
- Mi herida era mortal
- Acaso no somos mortales todos los seres humanos?
- Tú no eres humana.
- Lo soy.
- No.
Kyuyong caminó hacia una de las camas donde un hombre sudaba frío por fiebre sumamente alta.
- Qué es ser humano?- dijo él mientras una de sus manos se posaba sobre la frente del hombre. – Si es no tener dones especiales e inexplicables…me temo entonces que no lo soy.
Cuando su mano se retiró el hombre había dejado de temblar y sudar. Dormía tranquilamente.
- Puedes sanar a las personas con solo tocarlas.- dijo Jungmin. – eso…eso es..
- Magia?- completó Kyuyong. – Sí, lo es.
- Sin varita.
- Sin ella .- dijo Kyuyong revisando a los demás heridos. – Eres un guerrero no es así?
- Lucho para librarnos de los Gohts.- respondió él. – Cómo lograste tener esta cabaña? Cómo la mantienes?
Kyuyong fijó sus ojos en los de él.
- Recibo ayuda de un amigo. Él me da dinero para lo necesario.
- Quién es él?
- Dudo que lo conozcas, es del centro de la ciudad. Su nombre es Heechul Kim.
- Heechul?- dijo Yunho asombrado. – Parece que tu trabajo comunitario llega a grandes escalas Kim..
- No empieces quieres? Sé perfectamente el desdén que tienes hacia los que no tienen las mismas oportunidades que tú y no comparto tus ideas.
- Tal vez no lo haces porque es precisamente de ahí donde provienes.- dijo venenosamente el morocho, recobrando su despotismo.
Jaejoong lo miró con los ojos llenos de indignación mientras se paraba firmemente frente a él.
- Mírame Yunho Jung, y mírame bien. Porque así como me ves, es como soy. Y no me avergüenzo de ello. Así que bien puedes tragarte tus palabras sobre mi origen o lo que sea que pienses sobre los hijos de no magos porque siendo completamente impuro, soy cien veces mejor brujo de lo que tú podrías llegar a ser. Para vencerme en un duelo, tendrías que recurrir a tus métodos sucios como el que usaste la otra vez. Pero peleando limpio, tu sangre pura quedaría sobre el suelo mientras la mía estaría en pie.
Yunho lo tomó del brazo haciendo uso de su fuerza.
- No me hables así Kim, no sabes de lo que soy capaz.
- Y tú no me toques!- dijo él soltándose de él. – No quiero que vuelvas a tocarme!
- Eso lo dice tu boca, pero tu cuerpo siempre dice lo contrario.- dijo Yunho sonriendo más destilando ira por sus ojos pardos.
- Crees que soy estúpido? Sé que solo te acostaste conmigo para humillarme, y lo sigues haciendo porque disfrutas de saber que tienes esa parte de mí. Lo que tú no entiendes es que este no es tu juego, es el mío, y yo lo detengo cuando quiera.
El morocho quedó impactado ante las palabras pronunciadas. No había esperado aquello de él...¿por qué siempre tenía que sorprenderlo cuando menos lo imaginaba ¿Por qué tenía que ser tan odiosamente impredecible ¿Quién se creía él para hablarle así ¿Acaso había olvidado con quién estaba tratando?
Habría que recordárselo entonces..
Yunho lo tomó por la cintura y lo pegó contra sí cortándole la respiración. En cualquier otro momento él hubiera perdido el aliento y todo hubiera resultado confuso ante el aire embriagador que despedía el Slytherin. Sin embargo él había logrado hacerlo enojar lo suficiente como para que su sangre hirviera y corriera a velocidades inimaginables. El castaño se retorció y lo golpeó sacando fuerza de donde no tenía hasta que él se vio obligado a soltarlo.
- Te dije que no me tocaras!- gritó él.
Entonces Yunho se quejó de dolor sosteniendo su nariz. Jaejoong cayó en cuenta que había llegado demasiado lejos.
- Maldito seas Kim!- dijo Yunho asegurándose que no le había roto la nariz. – eres un maldito salvaje!
- Tú te lo buscaste..- dijo él sin poder evitar ver que de verdad había estado a punto de lastimar al morocho. No estaba arrepentido, no después de lo que él le había hecho. – Y ahora déjame en paz quieres? No quiero ni siquiera escuchar tu voz al menos que sea necesario.
Por un breve momento Yunho creyó estar en sueño o viviendo algo que no le correspondía. No podía ser cierto ¿él lo estaba rechazando?
No tuvo tiempo de pensar más porque el castaño se había concentrado en la conversación de Kyuyong y Jungmin nuevamente.
- Que te ayude a qué!- dijo Jungmin.
- No es tan difícil, solo necesito ir al centro de la ciudad, pero para eso necesito ir acompañado de alguien que sea capaz de protegerme…
- Protegerte?- dijo el pelicastaño algo ofendido .- Tengo cara de ser guardaespaldas?
Kyuyong dio un respingo y fijó sus potentes ojos celestes en él.
- Muy bien, se trata de esto. Durante mucho tiempo he buscado un guerrero, alguien valiente y capaz de vencer criaturas sobrenaturales. Mi problema es que los Vampiros están regresando..y ellos me buscan.
Jaejoong recordó lo que había leído en su libro de la edad moderna. Los Vampiros regresarían y se unirían con los Gohts causando la Guerra de la Sangre.
- Vampiros? He oído que han visto algunos..
- No algunos, están regresando por grupos en distintas zonas. Hay ciertos vampiros que me buscan desde tiempo atrás por mis poderes curativos. Para qué me quieren usar? No sé. Pero por ahora los aldeanos mantienen este lugar en secreto. La ciudad es donde seguramente deben estar en estos momentos y si voy solo. Pues, podría no volver.
Jungmin pareció comprender la situación.
- No se trata de mí.- agregó Kyuyong. – No le tengo miedo a esas criaturas; se trata de todos ellos.- y con esto señaló las camas llenas de heridos y los niños jugando. – Me necesitan. Y en cuanto se recuperen tengo que estar aquí para recibir a los nuevos que vendrán. Si no estoy….habrá plaga de muertes.
- Te entiendo.- dijo él mientras parecía dar un respingo. – Seré tu protector entonces…pero no guardaespaldas!
Kyuyong sonrió dulcemente.
El suelo tembló. Yunho se apresuró y tomó al castaño entre sus brazos y él se protegió en ellos. Sabían que cada vez que cambiaban de lugar el proceso era demasiado fuerte. Una ráfaga de viento los succionó y nuevamente la sensación de caer desde una gran altura se presentó en ambos. Pronto todo dejó de moverse, y por primera vez Jaejoong notó que no había caído en el suelo.
Yunho fue soltándolo lentamente mientras observaba que estaban en la sala de la mansión Kim. No había nadie presente.
Aquello estaba a punto de cambiar
El timbre sonó y una sirvienta corrió y antes de llegar a la puerta con un hechizo la abrió. La persona que ingresó los dejó a ambos impactados.
- Está la señora de Kim?- preguntó Siwon.
- Sí claro póngase cómodo, ahora mismo la busco. – dijo la joven subiendo las escaleras mientras dejaba un café preparándose solo.
- Por Merlín! Qué hace Siwon! Para qué quiere hablar con Yoona!
- Creo que se está vengando.- dijo Yunho. – Le va a decir todo..
Yoona bajó las escaleras con una sonrisa en su rostro. Estaba hermosa a pesar de los años, y demostraba así que era creadora de la belleza perfecta de Carmen. Pronto estuvo frente al morocho, y éste se inclinó besando su mano.
- Mi nombre es Siwon Choi. He venido para tratar un tema sumamente importante.- dijo él. Pero entonces algo totalmente impredecible sucedió.
Carmen bajaba las escaleras cantando sin notar la presencia de su madre y su amante en la sala. De haberlo hecho no se le hubiese ocurrido bajar. Sus ojos verdes se chocaron con los pardos del chico y sintió que todo se moría a su alrededor mientras empalidecía.
- Querida, no seas maleducada! Saluda al señor Choi.
Aquello cayó como un balde de agua fría sobre la cabeza de Carmen. ¿Choi? No podía ser! Si ese apellido era el más importante del cuidad. Entonces…¿Siwon era millonario? Después de todo...¿era alguien importante ¿Por qué maldita sea no se lo había dicho antes!
Carmen no supo cómo sus pies lograron caminar y llegar hacia él. Su mano se extendió y él la besó fríamente, más sus ojos pardos la miraban con la misma lujuria de siempre, esa que solo ella era capaz de despertar en él.
- Cuál es ese tema tan importante que debe tratar conmigo?- dijo Yoona.
Carmen pudo sentir cómo su mundo se destruía en pequeños pedazos al escuchar a su madre pronunciar aquellas palabras. Los segundos que duró el silencio fueron interminables, pero Siwon lo terminó hablando; y con sus palabras ambas quedaron impresionadas.
- Quiero pedir la mano de su otro hijo, Heechul.
- Qué!- dijo Carmen mientras sus ojos esmeralda se llenaban de lágrimas. Su corazón iba a explotar en segundos si no se controlaba. Cada parte de su cuerpo temblaba y sentía que iba a desfallecer de un momento a otro.
Yoona sonrió sin poder creerlo.
- Vaya! Es..algo repentino. Es sin duda el mejor pretendiente que mi hijastro podría tener. No puedo hacer más que aceptar su petición. Heechul y usted estarán comprometidos.
- Yo qué?- dijo Heechul bajando las escaleras al escuchar su nombre, fue entonces cuando entendió la situación. Su hermana temblaba y parecía descompuesta mientras que Siwon sonreía frente a su madrastra. Carmen fijó sus ojos llenos de ira en él.
- Heechul, cariño.- dijo Yoona hipócritamente. – Choi Siwon ha venido a pedir tu mano.
El castaño perdió toda noción de la realidad mientras que sentía que todo lo que sucedía se ponía en cámara lenta. El morocho pronto se acercó a él observándolo fijamente con sus ojos pardos astutos. Sí, su venganza era perfecta ¿Qué podría herir más a Carmen que el hecho de que él se casara con su hermana? Precisamente Heechul, a quien él veía como insignificante e inferior.
Siwon se inclinó y besó la mano del castaño, quien parecía estar completamente en blanco.
- Me encantaría hacerte mi esposo.
Todo lo demás fue confuso. Heechul se desplomó en el suelo tal y como lo solía hacer cuando recibía emociones demasiado fuertes.
Todo se puso negro ante Yunho y Jaejoong. Pronto sintieron el frío suelo de la sección prohibida.
Yunho se levantó rápidamente, más el Gryffindoriano parecía aún impactado por lo que había acabado de presenciar y permanecía inmóvil en el suelo. Así que por eso Siwon se había casado con Heechul; para vengarse de Carmen ¡Y vaya venganza! Simplemente jamás se le hubiera ocurrido algo por el estilo. Aquello solo podía ser maquinado por una mente fría, calculadora y llena de rencor. Todas esas características las tenía Siwon.
- Levántate.- dijo Yunho. – El suelo está frío, podrías enfermarte.
El morocho le extendió una mano. Jaejoong apenas podía creer que lo hubiera hecho, pero aún estaba demasiado molesto con él como para aceptarla. Se levantó dándole la espalda y rechazando su mano extendida. El Slytherin sintió la rabia correr por sus venas ¿Quién se creía él para hacerle eso? Tan solo era uno más del montón, uno cualquiera.
Pero era el único del montón al que él le permitía esa rebeldía. Simplemente porque si no fuera así, no sería él; no sería Jaejoong Kim.
Cuando los dos salieron de la biblioteca, Jaejoong cuidó de no chocar con los ojos pardos del chico, no tenía ganas de ver reflejado en ellos el sentimiento que comenzaba a tener por él. Ambos se dirigieron aquella mañana a sus salas comunes, respectivamente.
"A veces pienso, que ambos se esforzaban demasiado en no admitir lo que sentían el uno respecto al otro ¿Es que acaso no sabían que llegaría un momento en el cual sería imposible esconderlo?"
Taemin leía un libro tranquilamente en las afueras de Hogwarts. No sabía por qué, pero algunos momentos disfrutaba más de estar solo que acompañado. De cualquier forma no tenía muchos amigos. Los de su mismo curso no le hablaban porque lo consideraban extraño, solo porque no le gustaba arreglarse o abrirse la camisa más de lo debido. Muchas veces le habían dicho "Monje" y se reían a sus espaldas al ver que su camisa cubría todo su cuello. A Taemin no le importaba, los pocos amigos que tenía eran Jinki, Jonghyun, Junsu y Jaejoong; para él eran más que suficientes.
Fue entonces cuando sus ojos celestes vieron a un Slytherin correr hasta la cabaña de Hagrid. Aquello le pareció más que extraño.
El rubio cerró su libro y caminó atravesando el campo hasta llegar a la vieja cabaña. La puerta estaba entre abierta, así que creyó que no era necesario tocar y abrió. Reconoció el rostro del Slytherin inmediatamente, Hangeng. En sus manos tenía unos papeles que había sacado de la cómoda de Hagrid. Taemin supo inmediatamente que se trataban de las respuestas del examen teórico de Cuidado de Criaturas Mágicas. Quiso decir algo, pero entonces ante el sonido de alguien acercándose Hangeng lo tomó tapándole la boca y escondiéndose ambos tras unas cortinas.
El corazón de Taemin latía a mil. Por un instante había pensado que el Slytherin iba a lastimarlo por haber descubierto lo que estaba haciendo. Entendió que se trataba de esconderse simplemente cuando Hagrid ingresó a la cabaña. Tomó al gran perro negro y salió nuevamente. Taemin se soltó.
- Si dices algo, me encargaré que sea lo último que digas en toda tu vida.
El rubio no decía nada, solo tenía sus ojos celestes fijos en él. Hangeng no supo qué sucedió en ese preciso instante, solo sintió como una llama dentro de su oscura alma se encendía. Nunca nada más fue igual.
- No diré nada.- dijo Taemin con su voz tierna. – Pero debes dejar eso donde lo encontraste.
Hangeng jamás había visto ojos tan celestes como los del rubio, tan puros, nítidos, perfectamente hechos. Su piel blanca parecía porcelana, lo había sentido bajo sus manos cuando tapó su boca y había sido el tacto más suave que hubiera tenido jamás. Era tersa, sumamente delicada ¿Por qué estaba pensando en todo aquello?
Hangeng no pudo hacer otra cosa que guardar en el cajón nuevamente los papeles. Sus ojos aún seguían fijos en él, como si de repente había sido cautivo en algún extraño hechizo.
Taemin no comprendía por qué el Slytherin lo miraba así, pero aquello no le gustaba nada. Solo había tratado de ser amable con él. Su naturaleza era esa. El Ravenclaw sabía muchísimo de Filosofía ya que la consideraba importantísima, considerando que la mayoría de los filósofos como Sócrates y Platón eran magos. En sus estudios había llegado a la conclusión de que ningún ser humano es perverso, simplemente era ignorante; no conocía la diferencia entre el bien y el mal. Por eso él no despreciaba a los Slytherins como lo hacían las otras casas, simplemente porque en su corazón libre de impurezas no cabía la posibilidad de que la maldad realmente existiese. Esa inocencia era la que conformaba la personalidad de Taemin Lee.
- ¿Por qué no dirás nada? Podrías decir que me viste, y obviamente te creerían. Me quedaría de año, y te vengarías de un Slytherin.- dijo Hangeng.
- Pero yo no quiero vengarme.- dijo Taemin. – No me has hecho nada.
Aquello era demasiado. Hangeng no comprendía la pureza que parecía emerger de él, como si ningún sentimiento oscuro pudiera tocarlo.
Taemin dio media vuelta y salió de la cabaña. Hangeng seguía ahí parado, comprendiendo que el magnetismo que el rubio había ejercido en él aquel momento iba a durar para siempre.
- Presta atención Jaejoong.- dijo Madame Pomfrey mientras salía a hacer unas diligencias. – Los frascos celestes van junto los blancos, y no toques mucho esa sustancia gelatinosa, aún no descubro si tiene efectos secundarios.
Una de las tantas tareas a las que el Gryffindoriano siempre se anotaba era a voluntario para la enfermería. Algunas veces, cuando había muchos pacientes y Madame Pomfrey no podía con el trabajo, lo llamaba y él le ayudaba en tareas de enfermera. Sabía hacer ciertas cosas ya, por eso precisamente el castaño había decidido apuntarse como voluntario: para conocer más sobre medicina mágica.
"Qué aburrido." Había dicho Min cuando se había enterado. Pero a él no le importaba la opinión de sus amigos. Una de sus metas en la vida era conocer de todo un poco, no solo para superarse día a día, sino para poder ser superior a los demás aunque fuera tan solo en inteligencia. Si no era brillante ¿entonces qué era?
Aquella mañana, durante la clase de transformaciones, le había dado tanta rabia ver a Yunho convertir la mesa en una silla sin dificultad alguna ¿Acaso él se esforzaba la mitad de lo que él hacía? El Slytherin ni siquiera parecía estudiar, o hacer el menor esfuerzo, y sin embargo, también era un excelente alumno en casi todas las materias. Claro que no mejor que él, pero aun así era bueno.
Ya basta Jaejoong! Deja de pensar en él! Es enfermizo lo que tienes! pensó. Y sí, era cierto. Se estaba transformando en algo más grande de lo que creía. No dejaba de pensar en él ni un solo segundo. Lo veía en todos partes. Acostarse frívolamente con él había sido mala idea ¿por qué no vio venir que las relaciones "frívolas" suelen transformarse en sentimentales cuando se trataba de él? Tenía que frenar aquello ahora antes de que las cosas se pusieran peores y resultara herido.
Había estado acomodando los frascos mientras pensaba y solo salió de su laguna mental cuando sintió a dos personas entrar a la enfermería. Su corazón se paró cuando vio quienes eran.
- Así que Kim, ahora eres enfermero?- dijo Ryeowook  con sus ojos negros centelleantes y burlones, distinguiendo lo gracioso de la situación.
Jaejoong posó la mirada en el morocho que lo acompañaba. Yunho había quedado igual de sorprendido que su novio. Lo que menos se esperaba era encontrárselo ahí, y menos siendo un suplente. Debía haberlo sospechado antes; el perfecto Jaejoong Kim tenía que estar en absolutamente todo. Se preguntaba si alguna vez en su vida el castaño había conocido la palabra "descansar".
- No te quedes allí Kim! Vamos a ver qué dotes medicinales tienes.- dijo Ryeowook  mientras se sentaba en una camilla. Sus piernas largas y esbeltas estaban al descubierto bajo la túnica ni siquiera había tenido la decencia de ponerse un pantalón sobre los bóxer. Parecía un dios mirando a un mortal. – Me ha dolido la cabeza últimamente, mucho a decir verdad. Kim..sálvame la vida!- dijo mientras se dejaba caer sobre la camilla.
Jaejoong sonrió sarcásticamente.
- Trataré.
Caminó hacia el botiquín y se colocó unos guantes blancos. Yunho se fijó en la vestimenta del castaño. Llevaba un traje blanco típico de los enfermeros que era más ceñido y mostraba mejor sus curvas que su usual uniforme gryffindoriano. Sus mejillas estaban rosadas igual que sus labios. Sus largas pestañas lo hacían ver tierno, como un muñeco. El morocho no le quitaba la vista de encima, y esto provocaba que los nervios en Jaejoong crecieran.
- Toma esto.- dijo él dándole un vaso con una sustancia granulienta. Nada agradable a la vista.
- Quieres matarme Kim?- dijo Ryeowook . – No tomaré eso.
- Es tu problema entonces.- dijo Jaejoong.
- Tómalo.- ordenó el morocho. – Ya me quiero ir de aquí.
Ryeowook  entornó los ojos y bebió la sustancia. Sus manos se tornaron rojas.
- Qué es eso!- dijo el moreno asustado.
- Significa que lo que tienes es falta de vitaminas. No te estas alimentando debidamente.- dijo el castaño ingeniosamente. – Es eso lo que te produce los dolores de cabeza. Algunas personas deberían dejar de hacer dietas absurdas.
Yunho sonrió ante la inteligencia del chico. Ryeowook  lo miró con desagrado.
- Por lo menos eso hace que tenga el cuerpo que tengo. Tú deberías hacer dieta sabes? Es solo una recomendación.- dijo el moreno mirándolo desdeñosamente.
- No gracias.- contestó. – Algunos tenemos otras cosas más importantes en qué pensar.
- Como sea sangre sucia, gracias por tus servicios.- dijo Ryeowook  mientras se levantaba y enlazaba los brazos alrededor del cuello de su novio. – Ves que no es nada importante?
Con esto lo besó. Jaejoong se sintió sumamente incómodo ¿Qué era lo que estaba sintiendo? ¿Estaba celoso? ¡No! ¡No de Jung!
Sus ojos marrones seguían fijos en ellos dos, y entonces observó que Yunho había abierto sus ojos pardos, y mientras besaba a su novio lo miraba fijamente a él. Jaejoong sostuvo la mirada, tratando de mostrarse indeferente a la situación. Pronto Ryeowook  se separó de él.
- Vámonos.- dijo el moreno tomándolo de la mano y saliendo con él.
Jaejoong respiró profundo. Se volvió hacia las gavetas sacándose los guantes cuando sintió de repente unos brazos fuertes entrelazándose alrededor de su cintura. Su respiración se detuvo cuando éstos lo pegaron por detrás al cuerpo de alguien que ya había identificado como Yunho. Podía sentir el calor correr dentro suyo cuando él mordió su cuello haciéndolo temblar por completo. Sus labios subieron hasta su oído.
- Te perdono por haberte portado mal...- le dijo apretándolo más contra su cuerpo. –Me hiciste enojar mucho sabías?
Jaejoong no podía verlo, pues lo tenía aprisionado con sus fuertes brazos mirando hacia el frente mientras que él tenía todo su cuerpo pegado al de él por detrás. Por un momento sintió que iba a desmayarse, tal y como lo hacía Heechul.
- Suéltame.- dijo él tratando de soltarse. – Y no te he pedido perdón.
Yunho rió. Era encantador incluso cuando trataba de discutir con él.
Jaejoong no podía más. Podía sentir la respiración de chico corriendo por su cuello mientras él rozaba sus labios sobre su delicada piel. El morocho hubiera querido quedarse más tiempo junto a él, pero ahora era imposible. Mordió su oreja y con esto la soltó.
- Nos vemos pronto...- dijo, y atravesando la puerta desapareció.
Fue entonces cuando el castaño recordó que era viernes, y que aquél noche no se reunirían.
Yoochun reía mientras hablaba con unos chicos de Hufflepuf en las afueras de Hogwarts. Los dos tenían sus ojos brillantes fijos en el ahora alto moreno jugador de Quidditch. Muchas cosas habían cambiado y ahora en séptimo el Gryffindor era el prospecto de novio ideal para todos los chicos del colegio.
La interrupción abrupta de un pelirrojo los sorprendió a todos.
- A qué creen que juegan tú y mi hermano eh?- dijo Junsu repentinamente. Los dos chicos se miraron mutuamente sin saber qué sucedía.
- Mejor hablamos luego.- dijo uno de ellos mientras se iban y los dejaban solos.
Yoochun sonrió.
- No sé a qué te refieres.- añadió. – y acabas de hacer que se fueran..
- Sí, los dos tipitos que te estaban Rondando no?- dijo el chico completando la frase. – Pues tú y mi hermanito se encargaron de hacer que Lee Minho ni siquiera me hable!
Yoochun se separó del árbol en el que había estado arrimado.
- Tenía que ayudar a mi mejor amigo no?- dijo él. – me pidió un favor, y yo solo espanté al tipo ese.
- Ah si? De verdad te lo pidió o lo golpeaste por cuenta propia?
- En todo caso no veo por qué te molesto tanto haber terminado con ese i m b é c i l.- dijo Yoochun acercándose a él, hasta que solo hubo unos centímetros de distancia. – Si se asustó con un solo golpe, y no fue capaz ni siquiera de luchar por ti; entonces no te merece.
Junsu creyó que iba a desfallecer al estar tan cerca de aquellos ojos verdes que desde siempre habían cautivado su atención por completo. Tomó aire antes de volver a hablar, controlándose y manteniéndose firme.
- Y entonces quién vale la pena para mí según tú opinión?... Tú Yoochun?
Aquello fue totalmente inesperado. Yoochun rió burlándose del comentario del chico, pero por dentro algo ardía; como si hubieran tocado su punto más débil.
- Junsu, tienes mucha imaginación.
Yoochun caminó hacia el castillo dejando solo al pelirrojo. Entrando se pasó una mano por su cabello negro azabache y se hizo la pregunta que había estado evadiendo desde hace mucho tiempo ¿Sentía algo hacia Junsu?
No, no puede ser pensó. Decidió que había que ponerle fin a ese sentimiento, si es que existía, o solo era un capricho; pero fuera lo que fuera había que terminar con aquello. Y lo iba a hacer.
Yunho terminó de cenar y fue directo a su sala común acompañado de su banda de amigos. Al entrar se encontró con Ryeowook  sentado en el sillón de la sala común. Por la expresión de su rostro podía decir que algo andaba mal.
El  moreno se levantó con su barbilla en alto y lo miró con ojos brillantes de rabia.
- Ya era hora de que entraras no?- dijo Ryeowook  desafiante.
Yunho levantó una ceja.
- Qué te pasa?
Ryeowook  rió sarcásticamente.
- Que qué me pasa? Te diré qué me pasa. Me pasa que te estaba esperando en tú habitación cuando encontré una pulsera personalizada!- dijo él mientras lo mostraba entre sus manos. Todo él temblaba del ira. Yunho pareció enfadarse.
- No tenías permiso para entrar a mi cuarto.- dijo arrebatándole la pulsera de las manos.
Leeteuk rió sonoramente, le encantaba presenciar las peleas entre los reyes de Slytherin, era algo sumamente divertido.
- De quién es ese pulsera Yunho? Porque mía no es!
- No tengo por qué responderte! Lo que haga con mi vida no te incumbe y ya sabes como odio que se metan en mis cosas. Sabes bien que tienes prohibido entrar a mi cuarto sin que yo te lo permita!
- Soy tu novio! Y merezco una explicación!- gritó Ryeowook . Estaba histérico, furioso. El morocho se estaba empezando a hartar, si había algo que detestaba eran las escenas de celos, y aún peor, que se metieran en su vida. – Sé que no soy el único y eso no me molesto porque siempre me has respetado y puesto encima de los otros! Pero por lo menos deberías tener la delicadeza de no guardar cosas de los tipos con los que te acuestas!
- Piensa lo que quieras!- dijo mientras caminaba fuera de la sala común.
- Te estoy hablando!- gritó Ryeowook  pataleando. Pero él no se detuvo y salió.
Los ojos del moreno se llenaron de lágrimas de odio y rabia mientras gritaba con ira contenida. El resto de slytherin permanecían en silencio mientras que Leeteuk reía sonoramente sobre uno de los sillones.
- Ya cállate!- gritó Ryeowook  a Leeteuk.
El chico se acomodó y dejó de reir, mas aún sonreía.
- Por favor Ryeowook , querido, debes ya saber que Yunho es un príncipe, y los príncipes tienen todo lo mejor..
- Yo soy lo mejor.- dijo Ryeowook .
- Es cierto.- dijo Leeteuk. – Pero crees que Jung se conforma con uno? Confórmate con saber que eres el rey! El  formal, El  oficial. No deberías armar estas escenas porque eres afortunado.
- No!- gritó llorando con rabia. – Una humillación así no estoy dispuesto a tolerar! Él siempre ha ocultado muy bien ante mis ojos si tiene a otros. Que lo siga haciendo!
Leeteuk rió.
- Y qué piensas hacer? Si quieres que te de un consejo, sé listo y no vuelvas a hacer una escenita así. Ahora ve a dormir, porque dudo que Yunho regrese esta noche..
El morocho caminaba por los pasillos desérticos de Hogwarts. Cómo odiaba cuando Ryeowook  se portaba así; peor aún, no toleraba el hecho de que se hubiera atrevido a desobedecerlo y hubiera entrado a su habitación. Había cruzado la línea. Los novios  eran mucho mejores cuando no hablaban, no pensaban y no actuaban al menos que se lo pidiera.
Paró y se escondió en una esquina cuando vio a Peeves Rondar por ahí cantando una canción extraña. Sus ojos pardos los siguieron hasta que se perdió de vista. No pensaba regresar a su sala común; no quería escuchar los reclamos de Ryeowook  por la famosa pulsera personalizada de Jaejoong. Sonrió.
Ya sabía dónde iba a pasar la noche
Ya era hora de que llegaras no?- dijo Yoochun sentado en el mueble de la sala común observando las estrategias de Min en el ajedrez. Había querido hablar con él desde la discusión que habían tenido hace poco.
- Como sea- dijo Jaejoong indiferentemente terminando de tomar el café que tenía entre sus manos.
- Tenemos que hablar, y lo sabes.- dijo Min seriamente.
El castaño suspiró.
- Yo no tengo nada qué hablar con ustedes dos. Solo les pido que dejen de fingir que les importa lo que me sucede. Sigan con su ajedrez y llámenme cuando necesiten que les ayude en algún deber.- dijo tranquilamente, como resignado al distanciamiento que se había formado entre ellos. - Que todo vuelva a la normalidad.
Con esto él caminó hacia las escaleras pero Min lo detuvo tomándolo del brazo.
- ¿Qué está sucediendo contigo? Estás diciendo estupideces. Siempre nos va a preocupar lo que te suceda Jaejoong, siempre. Y si queremos hablar contigo es porque de repente has dejado de ser quien eres para transformarte en alguien a quien no conocemos.
Jaejoong rió tristemente mientras sus ojos se llenaron de lágrimas.
- Yo no he cambiado Min. Sigo siendo yo. Lo que sucede es que ya no somos más amigos.- dijo el castaño, y vio por primera vez en su vida cómo los ojos de Min se llenaron de lágrimas frente a él, heridos. Yoochun tuvo la misma reacción que el pelicastaño y se levantó del mueble. Aquellas palabras le habían dolido. – De hecho, ya no estoy seguro si en algún instante lo fuimos realmente.
Una lágrima corrió por la mejilla del castaño. Se aprovechó de que la impresión había hecho que Min soltara su brazo y subió las escaleras, llorando y sintiendo una agonía interna.
Por fin le había dicho lo que sentía a los dos, y sin embargo, no dejaba de sentirse terrible. Las lágrimas seguían corriendo por su rostro cuando entró a su habitación. Cerró la puerta y se apoyó en él sollozando ¿Por qué las cosas tenían que ser así? Todo le salía mal. Le había dolido tanto decir abajo lo que había dicho, pero esa era la verdad. Ya no soportaba más sentirse usado, todos lo usaban ¿Es que acaso él no era más que un objeto desechable? Entonces por qué tenía sentimientos que cada vez se veían más heridos?
Jaejoong prendió la luz por fin y se sorprendió al ver a un morocho sentado en el marco de su ventana, observándolo. Él había estado allí todo el tiempo, escuchándolo llorar...No podía ser cierto.
El castaño se secó las lágrimas que caían por su rostro inmediatamente. No, no iba a demostrar debilidad frente a él. Sabía que era de la clase de personas que se aprovecharían del hecho.
Yunho lo observaba tratando de descifrar aquella mirada triste que poseía. Nunca, en toda su vida había visto ojos más tristes; y era esa tristeza lo que los hacían hermosos. Lo había estado esperando hace algunos minutos, y cuando entró pensó en decir algo, pero al escucharlo sollozar se calló. Nunca había visto llorar a Jaejoong. Jamás se le había cruzado por la cabeza que una persona que aparentaba tanta perfección sufriera como los demás. Se veía tan tierno, tan indefenso en aquel estado. Si había algo que Yunho ya conocía perfectamente en él era que a pesar de tener su carácter fuerte y difícil, no perdía esa ternura e inocencia que lo caracterizaban. Era algo extraño, hasta para un sangre sucia.
- Qué estás haciendo aquí Jung?- dijo Jaejoong una vez que se sintió capacitado para hablar.
- Vine a quedarme.- respondió él.
Jaejoong sintió que su mundo se derrumbaba. No, definitivamente no podía tener tan mala suerte.
Déjame en paz quiero estar solo que no ves!- dijo él exasperado.
- Tranquilo, solo pienso dormir aquí. No voy a perturbarte.- contestó él mirando por la ventana. Sus ojos pardos se veían fríos y distantes. – Puedes seguir llorando si es lo que quieres, no diré nada.
Jaejoong sabía que no valía la pena decir nada más. El morocho no se iba a ir ya que ya había tomado la decisión de quedarse, y él no estaba de ánimos como para discutir. Caminó hacia su baúl y sacó un calentador gris y una camisa celeste, ya que era el único pijama que lo cubría bastante bien, y se metió al baño. Ya adentro humedeció su rostro tratando de borrar la evidencia de que había estado llorando. Se colocó la pijama dejando el uniforme sobre una estantería doblado y salió sin mirar al morocho que seguía en el marco de la ventana. Apagó la luz y se metió en su cama, cubriéndose con la sábana.
Había él ya cerrado los ojos, pero los volvió a abrir sin poder evitar mirar a Yunho, quien tenía unos papeles blancos entre sus manos y un carbón con el que parecía hacer algo en uno de los papeles. Él miraba por la ventana y automáticamente volvía a posar sus ojos pardos sobre éstos. Jaejoong se sintió algo mal al verlo ahí, con el frío que hacía y sin nada con qué cubrirse.
- ¿Quieres que te dé una sábana?- dijo él en un tono suave.
Yunho fijó sus ojos pardos en él. La luz de la luna era suficientemente fuerte como para iluminar la habitación y dejar ver todo lo necesario.
- No, así estoy bien.- respondió y siguió haciendo lo que hacía.
- Para qué viniste? No estarías más cómodo en tu cuarto?
El morocho volvió a fijar sus ojos en él sin decir nada. Jaejoong comprendió que estaba metiéndose mucho en lo que no le importaba.
- Perdón, eso no debe importarme.- dijo él.
- Tuve una discusión en mi sala común, eso fue todo.- dijo Yunho, sin saber por qué respondió. – No quise pasar la noche allá.
Jaejoong abrazó la almohada tiernamente. La noche era silenciosa. Le gustaba mucho el silencio. Había veces que de verdad era necesario, preciso.
- Y tú, por qué llorabas?- preguntó él.
Aquél pregunta fue inesperada. Jaejoong jamás había pensado que aquellas palabras fueran a salir de boca de un Slytherin hacia él, y menos, de la boca de Yunho Jung.
Tardó unos segundos en responder.
- Tuve una discusión en mi sala común, eso fue todo. – dijo imitándolo.
Yunho sonrió. Él siempre lograba sorprenderlo.
- Te peleaste con Park y Shim verdad?
- Y tú con alguno de tus seguidores?
- Con Ryeowook .
Aquel nombre fue suficiente como para hacer que Jaejoong se callara. No sabía por qué, pero ya no soportaba escucharlo.
- Él encontró esto.- dijo el morocho sacando la pulsera personalizada del bolsillo de su túnica. – Creo que te pertenece Kim.
- Le dijiste que era..
- No. No le dije nada y me fui. – dijo él mientras seguía moviendo el carbón sobre el papel. – Y qué pasó con Park y Shim?
Jaejoong apenas podía creer que estuviera sosteniendo una conversación con Yunho sin discutir, insultarse, o provocarse mutuamente. No podía negar, que se sentía bien.
Suspiró y tragó saliva antes de contestar.
- Me cansé de sentirme usado, eso es todo. Ellos creen que lo saben todo, que pueden ver detrás de cada rostro, de cada mirada. Pero ellos no ven nada. No saben nada. Dicen que se preocupan por mí…pero ya es tarde para eso.
Le costó trabajo contener las lágrimas ante las palabras pronunciadas, sin embargo lo logró. El morocho tenía sus ojos pardos fijos en él.
- Eso te lastima?
Jaejoong mordió su labio inferior.
- Mucho.
Ante aquello el morocho supo que les iba a hacer pagar a esos dos cada una de las lágrimas que él había derramado. Yunho no sabía por qué, pero con la única persona con la que realmente lograba disfrutar conversar era con él. Retiró lo que había pensado sobre que las parejas  no debían pensar ni hablar al menos que se lo ordenaran; más bien las parejas deberían pensar y hablar como Jaejoong, solo así se las podría tolerar.
- Eres muy débil si algo tan simple te afecta tanto.- dijo el morocho.
- Es fácil para ti, porque no tienes amigos.
Yunho se quedó en silencio y ni siquiera intentó replicar lo dicho. Él tenía razón. Sus supuestos amigos eran tan solo unas cuantas personas a las que él requería para sus servicios. Lo admiraban, y andaban como perros falderos tras él. Solo eran sirvientes.
- No necesito tener amigos Kim. Siempre me pareció una pérdida de tiempo.
- Puede ser..- dijo él. – A estas alturas ya no sé si es mejor estar solo.
- Las relaciones afectivas solo producen debilidad, y en esta vida hay que ser fuerte si quieres sobrevivir…
Jaejoong fijó sus ojos marrones en los de él.
- Debe ser difícil para ti, ser fuerte todo el tiempo. Deberías darte un respiro.- dijo él suavemente, sintiendo cómo el sueño comenzaba a inundar su cuerpo. – Sentir como los demás no te hace débil.
- Puede ser..- respondió él. – Pero yo no soy como los demás, por lo tanto, tampoco siento como el resto.
Jaejoong ya había cerrado los ojos. Sus largas pestañas acariciaban sus pómulos. Sin embargo había escuchado cada una de las palabras pronunciadas por el morocho. Una sonrisa sarcástica se dibujó en su rostro, y él pudo captarla.
- Tu sientes?- dijo él. – Eso es algo nuevo.
Yunho no respondió ante aquello ¿Que si él sentía? Claro que lo hacía, todos los seres humanos sienten, era algo innato. Pero sus sentimientos eran distintos, exclusivos y poco humanistas; todo lo contrario a los del Gryffindor. Por eso no trató de explicarle nada, simplemente porque no lo comprendería.
Inesperadamente el castaño cortó el silencio que parecía haber sido permanente.
- Qué haces con eso?
- Con qué?
- Con el papel y el carbón. Escribes?
Yunho fijó sus ojos pardos en él. Tenía sus ojos cerrados y permanecía abrazado a la almohada. Su cabello castaño estaba esparcido por la cama. Su piel brillaba con la tonalidad de la luz.
- Dibujo.
A Jaejoong aquello le pareció de lo más extraño.
- Sabes dibujar?
- Sí.
- Y por qué lo haces?- dijo él.
Yunho se mantuvo un instante en silencio, luego respondió.
- Porque quiero.
Jaejoong se acomodó en la cama, quiso abrir los ojos pero prefirió mantenerlos cerrados. Ya casi estaba quedándose dormido.
- Dibujas algo por la ventana, qué es?
- El bosque prohibido.
- Por qué lo dibujas?
Le tomó unos segundos responder.
- Dibujo todo lo que me obsesiona, lo que no deja de Rondar mi cabeza. Lo que logra cautivar mi atención.- dijo. – En ese bosque voy a realizar mi iniciación para ser mortífago.
A Jaejoong solo le llegaron las primeras palabras y luego lo demás fue confuso. Creyó escuchar la palabra "mortífago" pero no le dio importancia y se rindió al sueño.
Aquél mañana Jaejoong no se preocupó por levantarse temprano. Era sábado y podía dormir todo lo que quisiera. Abrió levemente los ojos para comprobar que aún era muy temprano y notó que Yunho no estaba en el marco de la ventana. Seguramente debía haber regresado a su sala común. El castaño dio la vuelta en la cama y sintió que su nariz se pegaba contra otra, sintiendo la respiración de alguien mezclándose con la de él. Abrió los ojos y vio al morocho acostado a su lado, durmiendo como un ángel caído del cielo.
Y es que cualquiera que lo hubiera visto así lo hubiera confundido con uno. Su túnica yacía en el suelo al igual que sus zapatos. Tenía la camisa blanca fuera de los pantalones y la corbata desatada. Su cabello morocho caía sobre su frente perfectamente. Jaejoong solo podía estar anonadado ante tanta belleza.
Por qué tiene que verse así? Tan inocente…cuando en realidad es todo lo contrario pensó él mientras cerraba los ojos y se disponía a seguir durmiendo. Aquel era el momento perfecto. Estaba junto a él, tranquilamente, simplemente juntos. Humedeció sus labios y volvió a abrir sus ojos marrones. Éstos se chocaron con los pardos del morocho que lo miraban tan de cerca que no pudo evitar dejar salir un pequeño grito.
- No hagas eso!- dijo él sintiendo que su corazón había estado a punto de salir de su pecho.
Yunho cortó la poca distancia que había entre ellos y le dio un pequeño beso. Jaejoong quedó impactado ante aquel gesto, que más que cualquier cosa había parecido uno de cariño. Aunque mejor era no fiarse; viniendo de él nada era seguro.
El Slytherin se estiró un poco y se pasó la mano por la cabeza mirando la hora en su reloj.
- Aún es temprano no te preocupes.- dijo Jaejoong colocando la cabeza nuevamente sobre la almohada. Yunho lo observó unos segundos, y fueron suficientes como para intimidarlo.
- Sabes? Pobre del que se case contigo Kim; no dejaste de moverte en toda la noche.
Jaejoong rió.
- Quien dijo que yo me iba a casar?
Yunho sonrió.
- Imitando a Heechul?
- No!- dijo Jaejoong riendo. – Es solo que, no creo que exista alguien en el mundo que quiera casarse conmigo.
El Slytherin levantó una ceja, no se había esperado aquella respuesta. Una vez más él lo había sorprendido. Junto a él todo era nuevo. Resultaba imposible acostumbrarse.
- No existe en el mundo alguien que sea capaz de soportarme, y menos durante toda la vida Jung. Es por eso que estoy seguro nunca me casaré.
- A qué te refieres con soportarte Kim? No me digas que por fin admites que eres realmente un pesado...
El castaño hizo una mueca y se sentó en la cama, dispuesto a iniciar una nueva conversación.
- Lo admito. Sé muy bien que soy difícil. Hablo demasiado, pienso demasiado y no soy una persona a quien le gusta que le ordenen ni mucho menos someterme a algo que se ha impuesto. No soy muy tolerante, y es muy difícil que confíe en las personas como para contarles mis asuntos privados. – dijo colocándose el cabello que le caía en el rostro detrás de las orejas. – Mi problema es precisamente eso; soy "demasiado" en absolutamente todo. Los hombres prefieren, cosas más equilibradas y definitivamente yo no soy así.
Yunho permaneció en silencio. Muchas cosas pasaron por su cabeza, pero no dijo nada. Se levantó de la cama y recogió su túnica colocándose los zapatos nuevamente.
- Iré a bañarme. Hazlo tú también y nos vemos en la biblioteca. Aprovechemos que es sábado y retrocedamos en el tiempo todo el día.
- Es una buena idea.- dijo Jaejoong.
Con esto el morocho salió y él se desplomó sobre la cama con una sonrisa en su rostro. Nunca había mantenido una conversación tan profunda con ningún chico antes, y ahora lo hacía..y con él. Se sentía como si estuviera volando, era una sensación como de estar ido, y una felicidad que embargaba su pecho.
Será…será que estoy enamorado de Yunho Jung?
¡No! No podía ser ¿Cómo se había vuelto tan tonto? Qué estúpido! No, definitivamente hasta ahí había llegado todo. En primer lugar, nunca debió haber aceptado tener algo con él. Todo porque él se aprovechó de que estaba en un momento confuso.
Basta Jaejoong…ya no más, él también te usa. Y prometiste no dejar que vuelvan a usarte nunca más

Y aqui dos pics que me emocionaron mucho xDDDD 
Gracias por las pics a Raven :)
NEXT


11 comentarios:

  1. pamin kimpark (peregrina)25 de diciembre de 2011, 4:48

    me parecio genial el capooooo
    por fin por fin estan teniendo conversaciones civilizadas xDDDD
    me encanta el hecho de que tanto jae como yunho se estan dando cuenta de que sienten una extraña atraccion por el otro espero que no se demoren en darse cuenta que se aman por que si no los pateo para que de una buena vez reaccionen ... me parecio triste el hecho de que jae les diga a min y yoochun que no sabe si eran sus amigos o no definitivamente el encontrarse en esa situacion debe ser muy doloroso pues una cosa es sentirlo pero otra decirlo directamente pues cuando se hace eso no hay marcha atras y la relacion que formabas cone sas personas se quiebra y muy apesar de que uno halla sentido que no exista .. igual permanecen los recuerdos de los tiempos que pasaste con aquellos que deseaste tal vez en algun momento fueran realmente tus amigos .... sin duda estas mejorando en cada capo mucho mas y eso me enorgullece baby ♥ por otro lado el comprender por que siwon se casa con heechul me dejo con un sinsabor yo pense que era por que se llegaron a enamorar T-T pero aun queda mucho por escribir sobre ese pasado asi que esperare a leer el otro capo o los que vengan :D baby te quiero mucho lo sabes y mira que solo por ti siendo las 4.50am estoy dejando mi comentario ... supuestamente iba a dormir pero no podia hacerlo sin antes leer este capo que con tanto esfuerzo escribiste te kieroooooooooooooo y me ire a leer el otro :D

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  2. wa!!!! siento que morire!!! yunjae love!
    yunjae love!
    dios cuanto amorsh!!!!!!!

    que tal sentimeindo de amor que senti wa! ire a leer el siguiente capo
    pero antes yoochun del mal si no te chapas a junsu te pareate hasta que no puedas ni sentarte queda claro?!!!!!!!

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  3. MY LOVEEEEEEEEEEEEEEEE!!!! FELIZ NAVIDAD!!!!

    my love!! gracias por la actu!!!!

    *.* YH y JJ por lo menos ya pueden hablar civilizadamente!!!

    awww asi las cosas van mas bonito!! y si YH los novios deben ser asi como JJ!!

    (adore esa conclusion)

    >.< awww a leer el siguiente capo!!!!<333

    te loveooo my love!! te sere fielllllllllll forever!!!

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  4. OMG!!!!! que siwi se casa con la chula... eso si que me sorprendió mucho... osea que va a aprender a quererlo.. jajajajaja.. dios y jae y yunho... muero está genial.... gracias por actualizar

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  5. owwwww... cada vez los capos son mas entretenidooss.. me encanta.. me gusto mucho este capitulo... me gusto la conversacion de yunho i jae.. me gusto el k jae le dijera todo eso a changmin y yoochun..~~bendita sea carla me hiciste llorar~~ ahora ire al leer el otro cap.. **runs**

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  6. owww... realmnte este capo hizo k me pussiera mall.. :( weno no impt ME ENCANTO..!!! gracias por la actu..
    .. aunk la parte k mas me gusto es la k jae i yunho habln sin agredirse i eso k a mi me gusta k peleen i tbn la de jae diciendole toda la verdad a changmin y yoochun-- ahora voi por mas--- *runs*

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  7. Debe ser que ando sensible... y este cap me hizo hasta soltar lagrimitas, me encanto aquella conversarion entre yunho y jae, dicen poco y muchisimo a la vez ♥

    gracias Carla esta cada vez mas emocionante :D

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  8. que lindooooooo!!! amo tu fic~
    son las 1:15am en Perú y me tienes babeando con tan bellos
    momentos YunJae ♥

    Gracias ^^

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  9. hahah siii /(*-*)/ se estan esnamorandooo solo espero que la felicidad dure (__O__)

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  10. Al fin empiezan a tratarse como amigos el YunJae sin acabar en guerra.

    Gracias!!!

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