" Yo que besé el cielo y con ambas manos lo destruí"

sábado, 24 de diciembre de 2011

Conociendo a mi enemigo FINAL

Ante todo, gracias al pedido de algunas personitas, especiales para mi, cree esta continuacion.
NO TIENE FINAL FELIZ 
Cuenta con participacion exclusiva de Felina del Blog Yoosu no Tengoku, muchas gracias baby sabes que te loveo un monton xDDDD 
Comenten ^^

PARTE B
Yunho le explico al detalle el porqué de su odio injustificado hacia su persona, al inicio por el cariño de sus padres que parecían querer más a Jae y después porque se había enamorado de él e intento negárselo a si mismo ya que ambos son hombres, lo único que podía hacer era odiarlo y humillarlo para hacerlo sentir inferior lo cual no lograba porque el testarudo muchacho no se dejaba y su corazón dolía cada vez que lo intentaba.
Su felicidad duro bastante menos de lo que se hubiera esperado, efímera, sin duda alguna por las dudas presentes en ambos chicos.
Yunho, que aun no procesaba la idea de amar a Jaejoong y que su amor sea reciproco.
Jaejoong que tampoco comprendía como desapareció el odio de Yunho tan rápido y aun la esperanza vacía de que lo esté usando seguía apareciendo en su mente, una idea que lo carcomía por dentro, que parecía dejarlo por momentos sin respiración.
Pero ninguno decía nada, ambos estaban aún probándose mutuamente sin palabras solo con hechos, disfrutaban en calma la compañía del otro en pequeñas cosas.
No se exponían juntos en público por el típico miedo al que dirán presente en la sociedad coreana, pero era inseguridad solamente, no sabían hasta donde podrían soportar ver como los comentarios hirientes de la gente podría destruir sus vidas si lo permitían.
Decidieron salir juntos como amigos, intentando ver hasta donde podía mejorar la comunicación entre ellos, dado que Yunho no hablaba mucho excepto en monosílabos y Jaejoong estaba siempre nervioso como para expresar todo lo que pensaba en voz alta.
Primero al cine, descubrieron que podían disfrutar juntos de una película, sonreír y sentirse plenos ya que no necesitaban de palabras.
Una amena lectura, oír a Yunho cantar y tocar el piano era lo que Jaejoong mas amaba observar por lo hermoso que lucia el muchacho.
Disfrutar de pequeñas cosas era sencillo para ellos, no habían problemas solo calma, que podía saborearse ya que las dudas por al menos ese tiempo habían ido menguando de a pocos.
La calma antes de la tormenta era algo que ambos no vieron venir ante sus ojos, el daño más grande a una pareja aun inmadura como la de ellos, la distancia.
Era una burbuja en la que ellos estuvieron esas cortas semanas, si superaban las pruebas que el destino les deparaba serian una excelente pareja pero las cosas no siempre salen como ellos esperan o como la gente normal como tu o yo esperamos.
Iba a darse la fiesta de invierno, con bandas invitadas y desde luego mucho alcohol, el tipo de fiestas donde todo puede pasar.
Nuestros protagonistas aun seguían discutiendo sobre eso, Yunho como el chico mas popular iba a estar como jurado del concurso de Mister International y eso a Jaejoong lo traía de las casillas porque Yoochun, olvide decir que Yoochun se volvió un gran amigo del chico en esas semanas ya le había contado como los participantes acosaban a los jurados para obtener mejor puntuación en una u otra categoría.
Yunho por su parte no podía negarse, era el más popular y aun nadie sabía lo suyo con Jaejoong, se había armado de valor y lo haría esa misma noche, anunciaría al mundo que amaba a Kim Jaejoong y no le importaba ni los comentarios ni las agresiones de nadie.
Lastimosamente no contaba con la mente pervertida de Park Yoochun, quien había inscrito contra su voluntad a Jaejoong al concurso.
-          Pero Chun, a mi no me van estas cosas
-          Que vea lo que se pierde, tu eres hermoso, cuando vea a medio colegio suspirando tras de ti va a reconsiderar portarse mejor contigo, puedo jurarlo
-          ¿Crees Yoochun? – la pregunta que siempre conlleva a la chunface mas conocida por toda la fanaticada, esa que te da miedo porque sabes que conduce a peligro.
Yoochun se tomo personal todo el proyecto, enseño a Jae a caminar, a ver lo del talento y a elegir la ropa “adecuada” .
Esa misma noche Yunho había insistido miles de veces en llamar al móvil de su novio pero este lo tenía apagado. Sin más opción se puso un esmoquin negro que resaltaba sus músculos producto del levantamiento de pesas y se fue apresuradamente al concurso, tomo su lugar en el panel de jueces y empezó a presentar a los concursantes. Todo marchaba con normalidad hasta que le toco presentar a su propio novio, quien salía gustoso con una playera y una bermuda que enseñaba un poco sus marcadas piernas, esas que a el tanto le gustaba acariciar.
Estaba temblando de rabia, él precisamente, había tenido la idea de anunciarlo a todo el mundo, por gusto todo era en vano, pero ya se las cobraría.
Jaejoong por su parte sonreía coquetamente y de acuerdo al suspiro colectivo del publico femenino invitado era obvio quien tenia las de ganar.
Yunho fingió desinterés pero fue en vano, al llegar el ultimo numero de la noche, la prueba de talentos.
Jaejoong llevaba un bañador ceñido y por obra de Yoochun habían puesto un tubo para una sexy danza.
Yunho observo con ojos desorbitados a un Jae, desinhibido, confiado en si mismo que mostraba casi toda su anatomía al publico en perfectos movimientos, muchas personas gritaban alocadas por la sensualidad que destilaba la precisión de cada elaborado paso sobre aquel tubo.
Acabada la presentación el animador pregunto a quien le dedicaba tan candente número.
Jaejoong pareció sopesar la idea por un par de segundos y pronuncio cuatro palabras solamente.
-          A mi novio, Jung Yunho
Luego con una grácil reverencia salió del escenario ante la expectación del público que observaba la reacción del muchacho mencionado.
Estaba que ardía de cólera, no por la revelación que hizo, él pensaba hacerla de todos modos sino por todo el espectáculo tan denigrante, a sus ojos, que había tenido que presenciar todo el colegio, seria el hazmerreír de cada persona presente en ese lugar.
El animador solo agrego – Y bien Jung-ssi ¿es cierta la afirmación del joven Kim?
-          Si es cierta – dijo ante la mirada del publico, esperaba miradas de odio, o mínimo que lo traten mal por descubrir de ese modo su orientación sexual pero la gente solo aplaudió en apoyo a su relación, y algunos estaban riendo por la aun fresca presentación de su ahora formal novio.
Todavía eran más las veces que se sentía completamente diferente a él. Jaejoong no lograba comprender en su cerebro qué había pasado para que la relación con Yunho hubiese dado ese giro tan sorprendente. Tenía dudas y recelo a creer del todo en las palabras de Jung, después de todo se conocen realmente tan poco, siempre haciéndose la vida imposible el uno al otro cuando habían podido intentar ser amigos. Y ahora, en aquella escuela en la que todavía se siente fuera de lugar, también tenía que hacerse a la idea de “gustarle” a quien llamó muchísimas  veces en sus pensamientos “su peor enemigo”.

Le disgustaba la sensación de inquietud ante cada mirada o palabra que salía de labios de Yunho, no había motivos para creer en sus argumentos y pocas “pruebas” para hacer válido aquel supuesto gustar o enamoramiento. Pero aún así, la verdad es que la declaración que hizo el chico está ahí, en esa especie de correspondencia que no le convence y que deja demasiados huecos en el rompecabezas de tan peculiar –por no decir compleja – relación.

Yunho lo había estado buscando por todo el colegio hasta que lo hallo, sentado pacíficamente en una silla observando el cielo nocturno que se extendía por la enorme explanada hasta donde podían verse los lindes de la escuela.

- ¿Por qué lo hiciste?
- Me sentía inseguro, y Yoochun colaboro con la idea – añadió suspicazmente
- De esa mente macabra espero cualquier cosa – acoto también solo que esta vez sonriendo – el colegio acepto lo nuestro Jaejoong

Este solo sonrió ante lo dicho y se levanto acercándose a Yunho mientras se acurrucaba en su pecho, le encantaba sentir su calidez, aquella que lo envolvía y donde no parecía necesitar nada más, aun en la noche mas helada.

Yunho saco una botella de vodka con durazno que había llevado en su otra mano y le ofreció a Jaejoong un poco, este disfruto tanto con la bebida que entre ambos no necesitaron nada mas.
Las hormonas revueltas de Yunho ante el escultural cuerpo de su bello novio a la luz de la luna fueron incentivo suficiente, esta seria “su noche”.

- Yunho ah… - Jaejoong suspiró tembloroso cuando su novio comenzó a besarle el cuello al mismo tiempo que sus manos resbalan por su cuerpo acariciando los costados con aquella sinuosidad que le altera la respiración… - det… detente…

- ¿Por qué, Jae?... – sin embargo para Yunho tener aquellos contactos eran imprescindibles, necesitaba sentirle, hacerle suyo y sentirse seguro de que no habrá nada ni nadie que se interponga más entre ellos. Sobre todo cuando fueron ellos mismos quienes pusieran antes las más imponentes barreras haciéndose mutuamente  la vida imposible.

- porque… es… pronto… - cerró los ojos con fuerza reprimiendo un sonoro gemido cuando Yunho se presionó contra él haciendo que sus caderas chocaran y sus entrepiernas quedaran unidas por encima de la ropa… - Yun…Yunho… -jadeaba involuntariamente, sintiendo más y más calor; más vergüenza… más ese sentimiento de no estar listo, de quizá estar equivocándose.

Después de todo son demasiado jóvenes, en algunas formas inmaduros, en otras tantas egoístas e impulsivos. Tenían tantas cosas que aprender de la vida antes de dar este paso al que Yunho lo empujaba casi aprovechándose de las reacciones naturales de su cuerpo. Jaejoong cerró los ojos con fuerza y se mordió los labios cuando sintió el tibio tacto de los dedos de Yunho acariciándole la piel conforme se deshace de cada prenda, su casaca y luego la camisa que llevaba, comprendía que había sido mala idea acceder a estar a solas con él con aquella botella de vodka de por medio en aquella sala vacía del Colegio.

Quiere parar… realmente quiere detenerse, quiere más que calentura para dar este paso.
Quiere promesas.
De esas que cursis le puedan dar esa sensación de plenitud.

- Yunho… Yunho… - le llamaba, pero su voz seguía sonando más a jadeos exquisitos que a una petición de ser escuchado. Sin embargo, Jaejoong sabía que tenía que hacerlo, preguntar, saber… saber si… - ¿Me amas? ¿Por qué hacemos esto, Yunho ah? ¿Es porque me amas?

Las preguntas salieron solas y con fluidez. Y fueron suficientes para detener todo movimiento por parte de Yunho, quien se apartó mirándole a los ojos con una expresión que dejaba cabida para la sorpresa y las ganas de huir. Jaejoong le sostuvo la mirada, ambos respiraban alterados y llevaban las mejillas sonrosadas por el tipo de interacción que habían compartido hasta entonces.

- me gustas, te lo he dicho antes ya, Jae… - respondió con esa voz ronca que deja al descubierto el estado de excitación que ha alcanzado.

- gustar y querer o aún amar es diferente… - dijo y se apartó sintiendo de pronto que las lágrimas se acumulan en sus ojos… para entonces era más el pensamiento de ser un pasatiempo para Yunho y la sensación de decepción que cualquier otro sentimiento de cariño que pudiera haber experimentado.

- estas exagerando, Jaejoong…somos jóvenes aun no hay nada malo en esto - Yunho dijo con tono demasiado crudo para gusto del otro…

- ¿Exagerando? Lo único que quieres es sexo, ¿No?... – Jaejoong le dijo con tono dolido, le empujó y salió corriendo de aquella sala dejando atrás a un desconcertado Yunho que no lograba entender lo sucedido.


Jaejoong era aun inocente para comprender muchas cosas, era imposible concebir la idea de tener sexo sin amor, solo promesas vacías no bastaban, el valoraba muchas cosas.
Su idea de estar tan feliz con Yunho sin sexo de por medio era normal, pero Yunho no parecía comprender todo aun.
Yunho trato inútilmente de buscarlo o hablar con el, era inútil, el castaño se rehusaba a siquiera dejarlo explicarse, solo se cerraba mas en la herida.
Jaejoong sufría en silencio por la determinación que en su mente le había llevado a constantes desafíos en su vida.
Decidir, su mente o su corazón, porque aunque intentara inútilmente negarlo, este ultimo latía con ahínco cada vez que oía su voz o tan solo la mención de su nombre.
Su vida se complico aun mas, su padrino se iba al extranjero, lo dejaba en un departamento pero no era lo mismo vivir solo que acompañado, su corazón se había estrujado ante la noticia.
Sus primos prometieron volver pronto pero no iba a ser igual.
Ha pasado más de un mes en la que Jaejoong ni siquiera le ha dejado explicarle nada. Aunque tampoco es que Yunho tenga claro qué deba explicar. Entiende sí que ha sido un error de su parte no aclararle nada, haber comenzado con aquellas caricias candentes que seguramente eran demasiado rápidas para la relación que habían comenzado. Yunho no sabe si es amor lo que siente por Jaejoong, sabe sí que no puede mirar a nadie más como le mira a él, que no hay nadie que haga que su corazón lata tan de prisa ni que su cuerpo quiera sí, llevar a otro nivel la cercanía que tenían antes con tomadas de mano o dulces besos.

También sabe que son adolescentes jugando a ser adultos, que hay una revolución hormonal que le impulsa a buscar a Jaejoong de aquel modo morboso. No puede decir que lo ama, es sincero consigo mismo cuando piensa así, pero sabe sin duda, que incluso tener sexo no es algo que quiera con cualquiera, es algo que solo enciende su cuerpo cuando es Jaejoong todo lo que sus ojos ven o la imagen que ronda en sus pensamientos.

Tal vez se trate de un amor adolescente. Y eso por sí mismo debía ser válido y suficiente, ¿Cierto?

Jung exhaló el aliento contenido –aunque no estaba consciente de que hubiera sido así– y miró a una pareja de chicos –heterosexual por cierto– sonriéndose y hablando de cosas que seguramente le hacen sentir pena a Ella pues sonreía nerviosa y se sonrojaba jugando con uno de sus lacios mechones. Yunho pensó que Jaejoong hace algo similar cuando está nervioso, ríe avergonzado y se cubre la boca evadiendo la mirada, se acomoda el cabello tras la oreja y murmura entre labios. Yunho sonrió al recordarlo. Cuando no se habían hecho la vida imposible, cuando se habían estado conociendo, ése era el Jaejoong que se mostraba ante él casi como si se tratara de una estatuilla de arcilla esperando ser moldeada con cuidado, con cariño… con seguridad.

Así fue como algo de lucidez y claridad en cuanto a expresión de sentimientos llegó a su mente.
A su alma.

Lo busco hasta que este accedió a hablar, pero observo con ojos temerosos, que la mirada de Jaejoong estaba vacía, parecía un molde hueco, bonito por fuera pero vacío por dentro.
Se notaba que había adelgazado rápidamente, se pregunto porque estaba tan mal, le dolía verlo en ese estado.

Jaejoong no era el tipo de persona que se pone a llorar apenas ve algo, solo se deja abrazar por Yunho quien trata de susurrarle una canción suave que sabia que a su novio la gustaba, hasta que se duerme en sus brazos y lo lleva cargando hasta su pieza.

Llega la noche, hay una enorme luna brillando en lo alto del cielo, el sueño de Jaejoong parece ponerse malo porque este esta suspirando y sollozando, lo remece con suavidad tratando de despertarlo.

Jaejoong despierta agitado, observa el cielo nocturno y le dice casi gritando que porque lo dejo dormir tanto.

Yunho cree que es el momento adecuado de pedir respuestas y eso hace.

-          ¿Qué pasa cielo? Cuéntame
-          Es mi madre, esta muy grave, no como y no duermo por estar con ella en el hospital, no sé que hacer, y yo – trata de hablar pero la voz se le quiebra por el llanto que ahora envuelve sus ojos

Transcurrieron dos meses desde aquella noche, la madre de Jaejoong falleció después de casi tres meses de permanecer en coma en la cama de un hospital.
Jaejoong se encuentra devastado, su madre, la persona a la que más amaba en el mundo se había ido pero por primera vez su amor parece madurar ya que encontró todo el apoyo que necesito en Yunho. Su madre falleció un 17 de Julio de ese año.

**//**//**

Esta vez era de muchas formas diferente. Yunho había enmendado el primer error, le había cortejado a su manera y convencido con detalles y cariño que quería tener más que solo sexo con Jaejoong. Le había demostrado que seria su apoyo incondicional pasara lo que pasara.
Había estado cada minuto del calvario de la madre de su novio con el, acompañándolo siempre.
Su relación había obtenido la madurez que muchos matrimonios nunca llegan  a concretar aun en muchos años, esa que solo necesita de la confianza en justa medida, de apoyo y sobre todo mucho amor.

Se habían probado a si mismos que estaban listos para dar el próximo paso.

Yunho le había probado con hechos que no quería sexo, quería que hicieran el amor.

Estaban en la casa de Yunho –una lujosa mansión que había incomodado hasta cierto punto a Jaejoong– encerrados en la habitación de Jung, compartiendo besos calmados pero apasionados, caricias que suben cada vez de intención y se mueven ansiosas despojando una a una las prendas del cuerpo del otro con ansiedad.

Besos húmedos, de esos que dejan saliva en los labios y humedecen incluso el mentón o todo trozo de piel que encuentran en su camino cuando esos besos cambian de lugar y se ocupan de marcar otros sitios en el cuerpo ajeno pero que en aquellos momentos se convierte lentamente en una especie de propiedad privada que nada ni nadie podrá cambiar nunca. He ahí la más dulce de las utopías del placer carnal cobijado por el manto de un amor traslúcido que se ha entregado de la más extraña de las formas.

Yunho lamió los labios de Jaejoong y descendió por su mentón ansiando aquella blanca y tersa piel del largo cuello de su novio, dejó la estela húmeda de su saliva yendo aún más abajo hasta la clavícula, donde marcó succionando la piel que enrojeció ante su acción. Los jadeos y gemidos comenzaron a llenar la habitación, a mezclarse con el calor ascendente que se encierra entre aquellas cuatro paredes que guardarán el secreto de su pasión para toda la vida.

- Yunho… - Jaejoong jadeó con la respiración entrecortada cuando su novio alcanzó uno de sus pezones tironeando uno de ellos con suavidad habiéndolo apresado entre sus dientes.

Sintió que tembló y el corazón le latió mucho más aprisa ante aquel gesto, la sangre irrigó a sus mejillas pero también notó que se inyectaba más abajo entre sus piernas acumulándose en aquel trozo de carne que hasta el momento no ha conocido otro tipo de placer más que el proporcionado por sus propias manos cuando llegó a masturbarse como todo adolescente hace en el descubrimiento de su sexualidad.

- ¿Te gusta, Jae?... – cuestionó con esa voz ronca que enloquece un poco más a Kim.

Jaejoong asintió incapaz de hablar pues se mordía el labio y enterraba sus dedos entre los mechones de Yunho saboreando cada caricia húmeda dejada sobre su cuerpo. Las atenciones sobre sus pezones continuaron, entre succiones, lamidas y presiones de dedos que mandaban corrientes eléctricas por todo su cuerpo acumulando aquella tensión sexual en su entrepierna.  Yunho dejó los pezones y continuó su camino, su lengua trazó el camino cuesta abajo haciéndole de ese tipo de cosquillas que lejos de hacerle reír le estremecen y alteran un poco más cada uno de sus sentidos.

- ¡Yunho!... – gimió alto cuando la mano de su novio rodeó su erección bombeando y presionando su base en una estimulación gratificante y diferente, porque siente el calor de la palma de su novio rodear su ya encendida erección y aumentar el nivel de sangre que se inyecta en ella y le hace sentir placer.

- ¿Quieres más de esto, Jae?... – volviendo al rostro de su novio, Yunho le preguntó en un susurro varonil antes de mover una sola vez más su mano.

- sí… quiero, Yunho… - Jaejoong le miró con el rostro encendido de rubor causa de la excitación y esos gramos de vergüenza que todavía siente por haber alcanzado aquel tipo de intimidad.

Complacido por la respuesta, Jung continuó bombeando el miembro de su novio, regalándole entonces también un nuevo beso, colando su lengua sin ningún tipo de pudor, enredándose con su igual, recorriendo todo en el interior de esa boca adictiva que se hacía de todo el aire contenido en sus pulmones pero demandaba siempre por más.

Jaejoong no fue consciente del momento en que sus caderas se movieron hacia arriba y abajo buscando mayor contacto con la mano de su novio. No parecía suficiente, quería y necesitaba más, la excitación se había elevado por los cielos y él solo podía gemir el nombre de su novio pidiendo por más.

- Jae… Jaejoong ah… tócame también… anda, siénteme… siente cómo me pones con solo tenerte así bajo mi cuerpo… - Yunho dijo con la respiración algo más alterada, sudando y sintiendo que enloquece con el solo hecho de tenerle tan a su merced, tan entregado…

Tan hermoso jadeando y gimiendo bajo su cuerpo.

Kim le miró apenas a través de sus párpados pesados sumidos en placer, le buscó robándole un beso algo más profundo y apasionado en tanto sus manos se mueven decididas tocando la erección de su novio.

- ahhh… - Yunho gimió emocionado cuando sintió el delicado toque de su novio… sonrió sin poderlo evitar y correspondió masturbándole con avidez.

Luego todo eran gemidos y más calor, la temperatura de sus cuerpos había alcanzado niveles que no imaginaron siquiera. Pero Yunho no estaba satisfecho, necesitaba más, mucho más de Jaejoong. Casi sin darse cuenta –siguiendo el instinto o algo por el estilo– terminó acomodado entre las piernas de su novio, la estimulación mutua fue interrumpida y un beso húmedo fue lo que calló el verdadero grito de dolor e incomodidad que se formó en la garganta de Jaejoong cuando un intruso se coló sin mayor advertencia en su virgen cavidad anal.

- lo siento, lo siento… - Jung murmuró realmente arrepentido por el arranque de su cuerpo, le besó las sienes y se quedó quieto con medio dedo dentro de aquel estrecho pasaje.

- estoy bien… estoy… ¡Dios, Yunho!... – respirando con dificultad pues el dolor de la repentina intromisión había sido demasiado, Jaejoong atinó a aferrarse al cuello de su novio y enterrar su rostro en la curvatura.

Un minuto más tarde Jung empujó lentamente su dígito, intercalando aquella invasión con besos y caricias sobre la erección de Kim. Los jadeos incómodos continuaron sonando en la habitación por largos minutos hasta que Yunho le hubo preparado. Pero el gemido de intenso dolor vino, a pesar de todo, cuando fue el pene de Yunho el que finalmente se abrió paso en el ano de Jaejoong. Era demasiado grande y se sentía caliente.

- termina Yunho… termina de meterlo… - jadeoso, Jaejoong pidió enredando sus piernas en la cintura de su novio impulsándole con la intención de que terminara de adentrarse en su interior.

Yunho obedeció también porque no aguantaba más la sensación de placer que le invadió cuando las estrechas paredes de Jaejoong presionaron centímetro a centímetro su miembro. Luego todo fue más placer y deseos de embestirle con fuerza, Jaejoong no se acostumbraba todavía pero era incapaz de pedirle que parara, porque aunque aún dolía, también estaban ahí las oleadas de placer  a las que era imposible no ceder.

- mhhh, Jae ¡mierda, que estrecho!... – Jung gemía sintiendo que le temblaba todo el cuerpo de gozo, la sensación constante del roce de su pene enterrándose en la entrada de su novio era la gloria misma.

Si esto no era amor, definitivamente Yunho no lo conocería nunca.
Porque esta sensación indescriptible de placer y ternura le estaban volviendo loco al mismo tiempo que le brindan la más tangible de las felicidades.

Estocada a estocada el placer aumentó, las caderas de ambos se movían en una sincronía envidiable, habían encontrado el ritmo exacto entre sábanas desordenadas bañadas de su sudor. Yunho volvió a tomar la erección de Jaejoong con una de sus manos ayudándole a masturbarse, la sensación de sus manos calientes bombeando al mismo tiempo aquel trozo de carne incentivó el erotismo de la entrega.

Dos cuerpos bañados en sudor, cubiertos por el calor de una primera vez que quedaría en sus memorias para toda la vida, impregnados de un placer único.

Habían pasado tres años desde ese suceso, habían ingresado a la misma facultad en la universidad y para entonces ya vivían juntos en el pequeño pero confortable departamento de Jaejoong.
Su relación seguía solida y aun más estable que aquella vez.
Ya tenía 17 años recién cumplidos, uno menos que Yunho solamente.
Los padres de Yunho no se habían opuesto a la relación, estaban más que encantados con la noticia, su padre aun seguía algo ceñudo porque aun no aceptaba la relación.

La madre de Yunho necesitaba ver a su hijo para que firme unos papeles por lo que se dejo convencer por Jaejoong de que fuera al encuentro de su madre.

Yunho no lo había dejado solo desde la muerte de su mamá, había estado pegado a él cada segundo, sin embargo a veces cuando algo malo va a suceder se suele tener un presentimiento. El castaño decidió dejar de pensar mucho en el asunto.

Se despidieron en el aeropuerto, Yunho le había sonreído y prometido traerle muchos regalos del lugar a donde iba a lo que Jae solo se limito a hacerle una señal de adiós en el vacío, el avión había partido ya.
Su mal sabor de boca se había incrementado y hasta tenia nauseas, creyó que tal vez el sándwich que se comió en el aeropuerto podría haberle sentado mal por lo que se fue a recostar a su cama.

Pasaron las horas, Yunho ya debería estar de vuelta pero no había ruido alguno en el departamento.

Estaba empezando a preocuparse porque cuando algún asunto se le complica a Yunho este siempre llama.

Luego su celular empieza a sonar, es la melodía de siempre, la canción que Yunho había compuesto para el.

Pensando que es Yunho se apresura a contestar.

-          Hola, ¿Jaejoong? – pregunta la voz preocupada de la madre de Yunho
-          Si, soy yo ¿paso algo?
-          ¿Estas en casa?
-          Si
-          Espérame no te muevas de ahí – luego corta la llamada

Minutos después tocan el timbre y voy a abrir, la madre de Yunho entra apresuradamente, sus ojos están hinchados y apenas logra pronunciar bien las palabras, no se necesita ser genio para saber que algo andaba mal

-          Jaejoong hijo, Yunho – suelta atropelladamente las palabras- él tuvo un accidente de avión cuando venia de vuelta y- no la dejo acabar
-          Pero el ¿esta bien no? – pregunto esperando esa escueta respuesta
-          No cariño, el- solloza cayendo al piso de madera- el murió en el accidente

Allí fue cuando mi mundo se hizo pedazos, si han oído un corazón romperse ante sus ojos, así sonó mi corazón en ese momento. No recuerdo nada más.

Desperté en lo que parecía la sala de un hospital.

Un medico esta examinándome y sonríe cuando me ve despertar.

-          Señor Kim, usted se desmayo producto de eso fue traído al hospital pero descuide, solo le hicimos algunos procedimientos y análisis de rutina en cuanto estén listos podrá irse – hizo un reverencia y salió
-          Jae cariño, ¿estas mejor? – me pregunta la madre de Yunho
Mi cerebro se niega  asumir una orden más, y pregunto inocentemente
-          ¿Yunho no viene?
La señora rompe a llorar y me abraza.
-          Cariño, no va a volver, el murió, pero yo estaré acá para ti, para lo que necesites, eres como un hijo mas después de todo te vi crecer.

El medico ingresa apresuradamente, sus ojos desorbitados.

-          Señora Jung, Señor Kim, asumo que sabían de esto pero es increíble, es un milagro, Señor Kim usted va a ser padre
Yo me quedo sin palabras. Lagrimas salen sin control de mis ojos.
-          Doctor debe haber algún error, Jaejoong es hombre, él no puede concebir niños – afirma segura de si misma Yuri, la madre de Yunho
-          Es un milagro, señora
-          Un hijo de mi Yunho – susurra mientras me abraza, yo sigo en shock, no lo puedo creer
-          Debe mantenerse en reposo absoluto, en su estado es muy fácil que pierda al niño – explica el doctor
Mi padrino entra a la habitación y me observa con calma como siempre ha hecho.

-          Jae regrese a Corea, Yuri yo me hare cargo de mi sobrino y de la criatura
-          Gracias Yong, no esperaba menos de ti

Yo estaba mirando el vacío, recordándote a ti y mirando mi plano abdomen, ahí se desarrollaría una vida,  un pedacito de ti estaba dentro mio, no podía estar mas feliz y mas desolado.

Al transcurso de las semanas vivía como ausente, no hablaba, no hacia nada, me mantenía en mi cuarto llorando, te necesitaba a ti, en mi vida para criar juntos de nuestro hijo.

Mi padrino tuvo una severa charla conmigo, por el propio bien de mi hijo debía volver a comer, la vida seguía.

Me costó muchos meses salir del hueco donde estaba metido, la depresión no es fácil.
Gracias a mi bebe es que aun no había acabado con mi vida, no podía vivir no podía concebir seguir viviendo en un mundo donde no estuvieras tu.

Lloraba todas las noches, despertaba con mis ojos hinchados de tanto llorar, no lo resistía.
Al final termine de hacerme a la idea pero el vacío nunca desaparecía.

Acepte lo inevitable. El amor de mi vida estaba muerto.

Aun espero por el día en que vuelva a verte de nuevo, volver a contemplar tu sonrisa.

Acaricio mi enorme vientre, me queda solo un par de semanas para el parto y sonrió ante tu tumba, mis días se llenan de esperanzas.

Llego el gran día, después de horas de trabajo de parto llega al mundo nuestro bebe.

Es idéntico a ti, tiene tus ojos y los mismos hoyuelos cuando sonríe. Heredo mi cabello y color de piel solamente, lloro de emoción de solo verlo, un pedacito tuyo en mis manos.

-          Yunho, míralo, este es nuestro hijo, se llamara igual que tu- exclamo al vacío derramando lagrimas.

“Te amo, te he amado desde el primer momento en que te vi, en que supe que la libertad de mi pensamiento se había ido para dar el paso al nosotros. Me enfrento a esta vida sin ti con la única esperanza de volverte a ver…mi verdadero y único amor…Yunho. “

Gracias :)




7 comentarios:

  1. Ahhhhhh porqueee ????
    Esta lindo , pero me hizo llorar :C
    Yunho T_T

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  2. pamin kimpark (peregrina)25 de diciembre de 2011, 5:40

    ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh te dire que es un gran final ...
    aunque es triste cariño mio me gusto mucho en los sucesos se nota que hay un pedacito de ti .. el hecho de la muerte de la madre de jae y luego la muerte de yunho son hechos sin duda tristes y que obviamente suman a cualquier persona en un hoyo profundo pero la enseñanza es que siempre debemos encontrarle un motivo a la vida en esos desesperados momentos en este caso fue su hijo el producto de su amor ... sinceramente me gusto mucho a pesard e no tener un final feliz del que tipicamente estamos acostumbrados los lectores ... este final enseña mucho pero sobretodo me gusto mas por que tiene un pedacito de ti ... te kiero mucho baby sigue escribiendo tan genial como lo haces ♥ siendo las 5.43 termine de leer todas tus actualizaciones !!!!!!!!!!!!! ♥ i love you baby ♥ u know it

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  3. Carla... estoy llorando ... realmente estoy llorando. aa el nudo en mi garganta duele un poquito.
    Es una historia muy triste, siempre he juzgado a las personas que atentan contra su vida, argumentando que otras personas desearian esa vida, pero... el solo imaginar una vida asi de dificil, sin la persona que amas, no se, debe ser duro, la depresión y todo eso.

    Por otro lado, muy lindo todo, me gusto, aunke este llorando, me gusto :)

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  4. TT-TT waaaa pero que final ;-; *no para de llorar*
    cuando justo leo la muerte de Yunho en el reproductor ---->
    sale "How Can I" era mas inevitable moquear y de remate le siguió
    "Proud" ni la magdalena lloro como yo T-T

    Alcanzaron su amor pero con un final algo triste, el bebe fue una gran bendición y consuelo para Jae
    es la primera historia que leo donde mi JJ se embaraza ;-; amo tus fics! en serio! eres mi idola!!

    veo que tienes mas proyectos, te animo para que los publiques! gracias!
    sigo llorando por Yunho y Jae TT-TT
    ni en un dorama llore asi!! Gracias~
    *se va llorando*

    ~~~~~

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  5. Noooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    ;__; porque eres asi...... porque, porque mataste a yunnie... ohh pobre bebe nunca conocera a su padre...
    Porque les diste tan poco tiempo para vivir su amor???
    Ohhh que mala eres ;__;

    ¬¬' igual me gusto..^;_;^

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  6. no es por mala pero .........¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡QUE TE PASAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!! por que mataste a yunhooooooooooooooooooooooo buaaaaaaaaaaaaaaaaa de todas formas el fic esta genialllllll estaba hermoso me hizo llorar igual sigue escribiendo que me gusta este fic

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  7. Hola te felicito, ese don que tienes para expresar e letras los sentimientos. La forma como describes como hacen el amor es tan sensual, tierna, fogosa, etc., haces sentir el sentimiento que ellos se tienen. Aunque fue un final triste me gusto mucho esta hermosa historia. Gracias por publicarla.

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