" Yo que besé el cielo y con ambas manos lo destruí"

viernes, 12 de octubre de 2012

Cap. 41 - La guerra comienza


Hola chicas:
Aquí Carly reportándose, ya esta su nueva actu.
Un nuevo aviso, conversando con mi beta preciosa decidimos alargar el fic a 46 hermosos capítulos porque no sabíamos como comprimir todos los hechos y demás que queríamos en solo 43.
Alégrense y aplaudan(?) Ok no.
Sigannos dando amor en sus comentarios que de eso vivimos.
Listo, a leer.



Cap. 41 - La guerra comienza


El pelirrojo seguía desayunando silencioso, con muchas ideas en su cabeza como para prestar atención a lo que lo rodeaba. Aquella mañana se había levantado y varias imágenes habían golpeado su cabeza con furia. Muchas pertenecían a Yoochun y la terraza, y el resto era la sociedad y la decisión tomada. Esa mañana se había levantado como siempre, y se había mirado al espejo, sintiendo que era otra persona. Sí, ya no era Junsu Shim; era esa cosa en lo que la vida lo había convertido. Y sin embargo, después de llorar ante el espejo y no reconocerse, logró captar entre el dolor y las heridas una esencia…leve, sí, pero existente aún de aquel Junsu que alguna vez vivió. Era esa esperanza, esa pequeña llama de luz lo que lo mantenía con vida.
Junsu, aún existía dentro de él.
Por eso iba a luchar junto a la sociedad. Quería hacer algo con su vida, algo que lo impulsara a sentirse útil no como un simple elemento irrelevante. Iba a darle un significado a su vida, debía dárselo.
Por Jaejoong, y por todos aquellos hijos de padres muggles que sufren y seguirán sufriendo gracias a la discriminación.
Y si sus manos puras se mancharían de sangre alguna vez, que fuera de sangre mortía.
Las palabras de Adrián resonaron en su mente.
"Si es sangre lo que debe derramarse no será la de impuros! Sino mortífaga!"
Que así sea.



La mañana había estado fresca, ya eran las doce del día cuando Jaejoong entró a la biblioteca para estudiar para los exámenes. Normalmente, él estaba preparado ya para esas fechas, pero con tantas cosas que habían sucedido ese año, le había sido imposible. Era la primera vez que Jaejoong Kim se sentía nervioso para una prueba. En realidad, no necesitaba estudiar, él era de aquellos que con tan solo escuchar la clases estaba listo para cualquier pregunta; claro que esto el Gryffindoriano no lo sabía, debido a la inseguridad que siempre lo caracterizaba, inclusive cuando se trataba de su intelecto. Había desayunado por primera vez en mucho tiempo como se debía, obligándose a comer lo que su estómago no le exigía, y ahora sentía enormes ganas de vomitar. Sin embargo estaba enfermo, y no quería empeorar su situación ya bastante precaria. En cuando saliera de Hogwarts, iría a donde un especialista.
La biblioteca aquel tarde calurosa estaba completamente llena. Todos ocupaban las largas mesas y revisaban nerviosos apuntes y libros ante la cercanía de los exámenes. Jaejoong los observaba, todos hundiendo sus cabezas en un mar de hojas de papel y pastas duras y gruesas ¿En realidad pretendían comprender en un día lo que en todo el año no habían entendido? Ahí estaban todos, mediocres, insulsos y soñadores; creyendo que unas cuantas horas de estudio solucionaría la pereza mental en la que habían estado durante meses. Jaejoong nunca se había sentido más incómodo como ahora, siempre había estudiado antes, sí, y por ello no había tenido que ir a la biblioteca un día antes del examen. Normalmente siempre se encontraba con una biblioteca vacía, silenciosa y confortable. Ahora estaba en una bulliciosa, calurosa e infernal. Pudo observar cómo algunos alumnos se aflojaban la corbata ante el excesivo calor. El sol penetraba por los cristales enviando llamas de fuego a los que estaban dentro del amplio lugar. Gotas de sudor caían por varias frentes de adolescentes desesperados, y Jaejoong no pudo sentirse más sofocado. Estuvo a punto de tomar sus cosas y salir, pero entonces la presencia de un rubio decidido lo hizo desistir.
Los cabellos dorados de Taemin se iluminaron con los rayos del sol fantásticamente mientras se sentaba frente a la Gryffindoriano. Sus ojos celestes se veían preocupados y sus labios rosa tensos. Juntó sus manos porcelánicas encima de la mesa y miró fijamente a su amigo.
- La Sociedad de poetas de Babel es una organización revolucionaria que se dio hace más de 18 años.- dijo Taemin poniendo una gruesa carpeta llena de papiros viejos sobre la mesa. - Se extinguió cuando los mortífagos de Hogwarts mataron a los alumnos pertenecientes a él. La misión de esta sociedad era la de proteger al colegio y la de luchar por causas que beneficien al bien del comunidad. Dejaban mensajes líricos, de poetas, escritores o pensadores famosos como forma de manifestarse. Fueron muy temidos, porque, aunque al principio se trató de una Sociedad con fines justos, terminó siendo demasiado radical.
Mientras Taemin hablaba Jaejoong abría la carpeta. Conocía el código, estaba todo mecanografiado para que nadie comprendiera lo que decía; debía ser información secreta de Hogwarts. Pero Jaejoong había leído demasiado, y conocía aquel código, y estaba seguro de que Taemin también lo hacía.
El dulce rubio prosiguió.
- Tenías razón cuando llamaste a esta organización una secta, hace mucho que dejó de ser una sociedad. Tomaban la justicia por sus manos, y quitaban del camino lo que les era preciso. Todo estaba bien mientras se tratara de cumplir un propósito determinado: hasta matar. Esta radicalidad los convirtió en un grupo vandálico, que dejó de buscar la paz para combatirla. Ellos creían que lo correcto era rebelarse, y de cierta forma lo es pero…no de esta forma...
Taemin abrió la carpeta y sacó unos papeles que puso en manos de su amigo.
Jaejoong no pudo respirar.
Era varias fotos viejas de alumnos de promociones anteriores. Todos poseían nombre y datos personales. Fecha de nacimiento, y fecha de defunción.
- Qué es esto Taemin?- preguntó horrorizada.
- Son las víctimas inocentes de la "Sociedad de poetas de babel", ellos eran tan radicales, que eliminaban a aquellos que les parecían simplemente "sospechosos" sin siquiera averiguar si lo eran o no. Era preferible no arriesgarse...
- No puede ser...
- Son más de cincuenta Jaejoong...Estabas bien cuando dijiste que el que esta secta se mantuviera en pie era un terrible error. Lo es, realmente lo es.
Los ojos marrones de Jaejoong se humedecieron mientras miraba las fotografías. Pronto levantó la mirada para fijarla en la de su amigo.
- Si Junsu está en esto...si él pertenece a esta sociedad...él corre peligro.- dijo el Gryffindoriano temeroso. - Debemos sacarlo de allí.
- ¿Y cómo hacerlo? Es imposible Jaejoong! Has visto a Junsu? Es otro...él es otro. Ya no es el Junsu que conocíamos, está desequilibrado. Las cosas por las que ha tenido que pasar, han sido demasiado duras...cosas que un chico de su edad no debería haber pasado.
- Qué hacemos entonces! Ver cómo se destruye!- sollozó Jaejoong sintiéndose ya sin fuerzas. Sí, lo había soportado absolutamente todo aquel año, todo,..Pero ya no tenía cómo ni con qué seguir haciéndolo. Sostuvo su cabeza con ambas manos mientras lloraba inconsolablemente. Jaejoong Kim estaba derrotado, ya no tenía armas con qué luchar.
Fue entonces cuando sintió una mano cálida y delicada acariciar su cabeza. El Gryffindoriano levantó la mirada y vio los ojos celestes de su amigo a tan solo unos centímetros. Taemin acarició el rostro de Jaejoong con ternura y limpió sus lágrimas. Lo miró profundamente, transmitiéndole un grado de sinceridad y angelicalidad insuperables.
- Jaejoong, mírame, mírame bien. Tal vez creas que yo no sé nada de tu vida, y eso puede ser cierto. Pero hay algo que sé y no necesité que me lo dijeras con palabras en ningún momento, y eso es que estás sufriendo demasiado. No sé qué te ha tocado vivir, pero sé que este año no ha sido fácil para nadie, especialmente para ti; sé que estás cansado, sé que estás herido...que has corrido por mucho tiempo sin descansar ni un solo segundo; que nadie te ha ayudado, ni siquiera tendido una mano...lo sé; pero escúchame, te lo suplico, porque de eso depende el futuro que nos espera. Jaejoong, cuando más crees que todo está perdido es cuando menos debes bajar la cabeza, el mundo es difícil, lo más probable es que nadie te ayude nunca, y si alguien lo hace tendrás suerte. Por mi parte, quiero que sepas que mientras yo esté junto a ti, no te dejaré solo ni un solo segundo. Respira Jaejoong, hasta aquí estuviste solo. Ahora estoy yo, y ya no debes rendirte. No te dejaré, los dos vamos a salir de esto. Quedan solo dos días para que esto acabe, solo dos. Juntos podemos, aguanta, por favor, aguanta un poco más.
Jaejoong había apretado sus manos en dos puños mientras Taemin le decía todo aquello. Sus piernas temblaban, su respiración estaba alterada. Por un momento creyó que desfallecería, pero no sucedió así. Por el contrario, secó las lágrimas que aún caían por sus mejillas y se levantó recogiendo los libros. Le sonrió débilmente a su amigo y este le devolvió la sonrisa.
- Vamos a estudiar a otra parte, aquí hace demasiado calor.



Changmin estudiaba en la mesa de Gryffindor y parecía bastante confundido cuando Yoochun se sentó a su lado. El pelicastaño miró a su amigo, quien tenía la mirada perdida y su rostro sereno. No parecía feliz, no parecía triste...más bien tenía un poco de resignación hacia la vida.
- Qué te pasa?- preguntó el pelicastaño mirándolo algo aturdido. - Estás drogado o algo así?
Yoochun sonrió levemente.
- No lo creo.- respondió.
Dejó los libros y se concentró en Yoochun.
- No te he visto estudiar.- le dijo en tono curioso. - Andas raro...
- Estudiaré más tarde, ahora no podré concentrarme ni aunque quisiera.
- Puedes decirme qué te pasa?- insistió el chico.
- Te dije que no era nada, no te estreses.- dijo Yoochun sonriendo. - Sigue estudiando o si no, no vas a pasar de año.
Changmin volvió a sus estudios, o por lo menos aparentó hacerlo hasta que se le ocurrió una nueva idea.
- Y Jin? Por qué no está contigo?
Yoochun fijó sus ojos verdes en un libro que yacía sobre la mesa y lo tomó.
- Me terminó ayer en la noche.- dijo como si nada.
- Qué!- exclamó Min impactado. - No puede ser! Él..!
- Él entendió que lo nuestro era una mentira.- dijo Yoochun tranquilamente.- No sé cómo no me odia después de todo.
- Una mentira? De qué estás hablando?- preguntó Min.
Yoochun miró fijamente a su amigo, allí, sentado; leal como siempre, dispuesto a escucharlo cuando fuera necesario. Ese amigo que era más que un hermano para él, ese que había arriesgado su vida más veces que nadie por la de él; ese, nunca sabría la verdad.
- Olvídalo, no es nada.- dijo el moreno sonriéndole.
- Ya pensaste qué pasará después de Hogwarts? Mamá dice que puedes quedarte en la madriguera hasta que consigas empleo y puedas pagar tu propia casa y eso...
Yoochun sonrió y sacó un sobre de su bolsillo dejándolo sobre la mesa.
- Qué es eso?- preguntó Min.
- Es una carta de un conocido de mis padres, quiere que vaya a vivir con él.- dijo el moreno.
- Entiendo, debes ir donde tengas que ir. Lo importante es que sepas que cualquier cosa, la madriguera siempre estará abierta...
- Lo sé.- dijo mirando a su amigo, agradeciéndole con la mirada todo lo que había hecho por él. Sabía bien que, sería la última vez en muchos años que lo tendría de frente. Pero no podía saber que la próxima vez que lo hiciera, sería con lágrimas en los ojos de ambos, quizás despidiéndose para siempre.




La noche llegó con rapidez, y Jaejoong estuvo pendiente del reloj todo el tiempo, temiendo que los alumnos no abandonaran la biblioteca a la hora estipulada. Sin embargo, para las doce ya no había ni un alma en el lugar, y el Gryffindoriano pudo introducirse sin ser visto como siempre.
La oscuridad y la voz fría del Slytherin le produjeron escalofríos.
- Mañana temprano jugará Gryffindor vs. el equipo de las Veelas. Así que no es necesario que regresemos antes de las seis. Nos quedaremos en el pasado hasta las doce del mañana, que es cuando termina el partido. Nadie notará nuestra ausencia.- dijo el morocho mientras caminaba hacia la sección prohibida.
Jaejoong lo siguió muy de cerca.
- La mía sí. Yoochun y Min lo notarán.
Yunho se volteó.
- Sabes? Ya estamos en un punto en el cual no importa quién lo note o no, no te parece?- dijo secamente con sus ojos pardos fijos en los de él.
- Como quieras.- le dijo él pasándolo y abriendo la puerta de la sección prohibida.
Kim Hyun Joong los esperaba como siempre. Sonrió al verlos; la emoción que experimentaba emanaba de sus poros...si es que un holograma puede tener poros.
- Ya es hora, entre hoy y mañana cambiaremos el pasado.- dijo Kim Hyun Joong nervioso. - Esperemos que todo salga bien.
- Saldrá bien, no te preocupes.- dijo Jaejoong tranquilizándolo.
- Como sea, hagamos esto rápido.- dijo Yunho colocándose frente al libro.- Nos regresas a las doce.
- Perfecto! Mientras más tiempo mejor.- expresó el moreno.
Jaejoong se colocó frente al libro.
Una ráfaga de viento los tragó. Y Kim Hyun Joong rogó que no fuera para siempre.
Kyuyong se encontraba en medio de un campo aparentemente vacío, a tan solo un kilómetro de la ciudad. Sus manos sostenían una Lila mientras el viento movía su cabello dorado a un lado y al otro. Su color porcelánico a penas se diferenciaba de su bata puramente blanca. Sus ojos celestes estaban fijos en el suelo, y solo se levantaron cuando el polvo empezó a cubrir el lugar a unos cuantos kilómetros frente a él. Lo celeste se fundió con la imagen de Gohts marchando y haciendo temblar la tierra, cientos de ellos, dispuestos a invadir la ciudad si ello era lo necesario. Sobre un caballo se adelantó alguien completamente cubierto por un sobretodo negro, pero cuya piel pálida aún así se podía vislumbrar a aquella distancia. Un vampiro sucedía a los Gohts, demostrando así la alianza que existía entre ellos para invadir el mundo mágico. Sonrió maléficamente mostrando sus colmillos, esos que tal vez habían ya matado cientos de vidas inocentes. Miró con placer al dulce e indefenso rubio que se encontraba a una distancia considerable, como si nada, mirándolos con una lila entre sus manos. Esta vez rió a carcajadas.
- Tenemos a nuestro primer contrincante!- gritó y todo rieron al unísono. Se volteó para mirar a su ejército.- Listos para entrar a la ciudad! No está de más decirles que no se necesita compasión! Ni con mujeres, ni con mocosos! Vamos a destruirlos a todos!
Pero el vampiro no pudo terminar de decir lo que iba a decir. Los Gohts exclamaron gritos de rabia cuando una flecha atravesó a su líder convirtiéndolo en cenizas. Todos fijaron sus ojos en el rubio, dulce, e indefenso chico que sostenía un arco y una flecha apuntando hacia ellos, demostrándoles así, que habían subestimado su valía. Sus ojos celestes miraban serenos al ejército. Una leve sonrisa se dibujó en la comisura de sus labios.
- Listos?- dijo con su voz suave y delicada.
Tras de él aparecieron montando a caballo un ejército de guerreros muggles, algunos brujos, pero en su mayoría muggles. Todos cargando arcos y apuntando hacia al frente. Eran flechas sí; flechas purificadas con agua bendita.
Los Gohts abrieron sus bocas impresionados. Aquello no se lo esperaban.
- Maldita sea!- gritó un vampiro! Plan B!
Y los Gohts asintieron conociendo el plan B. Todos, como dignos seres subterráneos se introdujeron bajo tierra para llegar a la ciudad por debajo, el ejército de vampiros quedó al frente.
Jungmin se puso al frente del ejército de Kyuyong.
- Ahora!- gritó.
Y todos lanzaron en un ángulo elevado sus flechas. Cientos de ellos subieron el cielo, prácticamente tapando los rayos del sol. Los vampiros solo podían ver cómo iban cayendo, directamente hacia ellos.
- No puede ser...- dijo uno de ellos.
Y las flechas atravesaron a cientos de vampiros que se encontraban en las primeras filas del ejército, desapareciéndolos para siempre.
Con un grito feroz por parte de los vampiros se inició la guerra. Levantaron sus armas y volaron hacia sus contrincantes. Kyuyong gritó y se montó en su caballo blanco corriendo junto a los demás para formar parte de una guerra que probablemente, tendría un final no muy agradable.
La tierra tembló y Jaejoong tomó la mano de Yunho con fuerza.
Pronto se vieron en un escenario mucho más tranquilo que el anterior.
Tom encendió un habano mientras introducía ambas manos en los bolsillos de su abrigo. Arrimado a la pared aspiraba el fresco aroma de la brisa, y del silencio que pronto sería interrumpido. Tamar se encontraba sentado en una banca, junto a un farol de la ciudad. Los caballos estaban atados y en definitiva, un silencio reinaba en ese lado de la ciudad.
Tom sacudió sus botas y miró al pelirrojo.
- Están llegando.- dijo mientras apagaba su habano.
- Cómo lo sabes?
- Lo siento. Huele a tierra.- dijo Tom caminando hacia el caballo y desatándolo. - Nunca has olido a los Gohts?...su olor es de tierra húmeda.
- Subterránea...
- Exactamente.- dijo el moreno mientras se montaba en su caballo. - Vámonos, tenemos que estar listos.
- Me pregunto si Jungmin...- dijo Tamar con una mirada triste.
- Tu hermano está bien, es un guerrero.- dijo Tom secamente, mas con plenas intenciones de confortarla. - Créeme, él y Kyuyong estarán bien; y en el caso de que no, nosotros debemos seguir. Es lo que ellos habrían querido.
Tamar miró a Tom fijamente y sonrió.
- Sabes? Creo que me gustas más cuando dices lo que piensas.- dijo tentativamente el pelirrojo poniéndose de pie.
Tom haló las riendas de su caballo y se adelantó, esperando que el chico no hubiera visto el leve color rosa que había subido a sus mejillas.
Yoona estaba sentada en el sillón de la sala cuando alguien tocó la puerta. La distinguida dama llamó a las mucamas con su campana, pero ninguna acudió y se tuvo que ver en la vergonzosa molestia de levantarse e ir a abrir la puerta; cosa que era tarea de mucamas. Se sorprendió al ver la figura de su hijastro ante él.
- Puedo pasar?- preguntó Heechul.
- Claro que puedes, es tu casa también.- dijo Yoona haciéndose a un lado para dejarlo entrar. – Creí que no vendrías más, después de todo lo que ha sucedido…
- No es tu culpa, tú no podías imaginar que esto terminaría así.- dijo Heechul sentándose en el sillón del sala. Yoona hizo lo mismo. – Cómo está Carmen?
- Devastada. No durmió durante toda la noche, estuvo llorando todo el tiempo. No sabes cuánto sufro! Mi hija es vista como una mujerzuela y encima, con la carta de Andrés…
- Carta?
- Sí, nos llegó esta mañana. Él sigue siendo esposo de Carmen, pensé que pediría el divorcio pero no, por el contrario…quiere de alguna forma vengarse de mi hija. La va a mandar a Holanda, a una mansión que él tiene allá. La va a mandar sola ¿Acaso pretende mantener a Carmen sola por el resto de sus días ¿Encerrada en un claustro? Sé bien que cometió un grave error...pero sabes? Una madre jamás se resigna a ver cómo se le castiga a un hijo...
- Entiendo.- dijo Heechul. – Cuándo se va Carmen?
- Hoy en la noche. Estoy desvastada...- dijo Yoona dejando caer lágrimas por su rostro. - No pude criarla como debía.
- No digas eso.
- Es cierto. Bien sabes que siempre tuve preferencia por ella y la hice engreída, caprichosa; ese fue mi error.
- No Yoona, tú fuiste una madre para mí. Eras severa, sí, pero siempre viste por mi bien. En el fondo sé que siempre viste por mi bien. Y por las preferencias...es obvio que las ibas a tener. Carmen es tu hija yo no; ya hiciste bastante con adoptarme como si lo fuera.
Yoona continuaba sollozando.
- Ojalá tu padre no hubiera muerto. Si él estuviera aquí tal vez Carmen no habría sido educada tan torcidamente…No fui una buena madre...no hice lo que pude.
- Hiciste lo que pudiste, y sé que papá está orgulloso de ti.- dijo Heechul tomando la mano de su madrastra.
Yoona la miró a los ojos.
- Yo solo sé, que desearía que él estuviera aquí, para ver en la persona valiente e inteligente en la que te has convertido. Tu madre era así también, según me lo contó tu padre…ni punto de comparación conmigo. Yo solo soy una dama de alta estirpe con dinero y linda cara...que ni siquiera pudo educar a su hija.
- Yoona, eres más que una linda cara; eres una linda persona…una persona con profundos sentimientos. Fuiste mi soporte cuando papá murió, me ayudaste tanto, lo que soy y de lo que te sientes orgullosa, también es gracias a ti. Sin ti, yo no habría soportado la pérdida de papá.
Las palabras de Heechul calmaron el llanto de Yoona, quien le sonrió levemente mientras que con un pañuelo secaba su rostro.
- Puedo ver a Carmen? quisiera despedirme.- preguntó el castaño.
- Oh no! No te lo recomiendo...está demasiado mal, no quiere recibir a nadie, ni siquiera a mí. No te abrirá la puerta. La única persona con la que ha hablado ha sido con Siwon esta mañana..
- Con Siwon?- preguntó Heechul mientras su corazón se paraba.
- Sí, él vino temprano.
Las manos de Heechul temblaron mientras que sus ojos se llenaron de lágrimas. Siwon había jugado con él ¿Cómo pudo ser tan estúpido? Él seguía enamorado de Carmen...ahora que lo pensaba, él jamás le había dicho que sentía algo por él en concreto.
Trató de contener las lágrimas que querían salir, ahora no podía dejarse vencer. Sí, había sido un estúpido. Apretó los puños tratando de contenerse, fue entonces cuando una mucama horrorizada entró corriendo a la sala gritando.
- Por Merlín! Por Merlín! Señora! Señora! Están atacando la ciudad! Moriremos todos en manos de esas criaturas! Están ya en la ciudad!
Yunho se levantó del suelo apresuradamente. Todavía recordaba el temblor de la tierra, y a Jaejoong cayendo a un lado completamente opuesto al de él. El tiempo se lo había tragado, y él no pudo mantenerlo a su lado. Miró alrededor, las calles estaban vacías. Había demasiado silencio en la plaza central para ser las cinco del tarde. Ni un alma transitaba, ni el más leve murmullo se escuchaba en aquellas calles. Yunho sintió la brisa mover su cabello a un lado y el sonido del gran reloj marcando la hora con campanadas llamó su atención. Cuervos salieron volando de la punta del reloj espantados por el repentino sonido. Sus ojos pardos, fríos en contraste con el sol que caía sobre aquel ciudad, recorrieron en lugar inspeccionantes, curiosos…furtivos. Las pequeñas piedras que se encontraban en el suelo comenzaron a temblar, anticipando algo terrible. El suelo temblaba levemente, pero él sabía a qué se debía aquel terrible temblor.
¿Dónde estaba Jaejoong?
Cuando el temblor se volví más fuerte supo que tenía que salir de allí inmediatamente. Corrió con todas sus fuerzas y sin mirar hacia atrás sintió piedras elevarse en el aire y caer a sus lados. Yunho trepó el reloj de la ciudad subiendo hasta lo más alto lo más rápido que podía. Una vez a cierta distancia considerable del suelo notó cómo cientos de Gohts salían de la tierra emitiendo sonidos bestiales y llevándose todo consigo, como una manada de animales salvajes.
Una voz masculina detuvo sus gemidos.
- Sean bienvenidos!- dijo Tom parado en el tejado del gran catedral. Sus ojos verdes brillaban con intensidad mientras miraba el ejército que estaba a punto de atacar la ciudad. - Déjenme, por favor, mostrarles la gratitud que siente nuestra sociedad al tenerlos de visita.
Los Gohts se miraron confundidos, y de repente, de los grandes edificios que rodeaban la plaza central salieron un sin número de guerreros magos. Estos no eran como los que se encontraban defendiendo el frente del ciudad, no. No eran muggles, y los Gohts podían oler la sangre mágica perfectamente desde aquella distancia. Aún, siendo magos los que los atacaban, eran demasiado pocos comparado con su ejército. Y por ello se confiaron al lanzarse a la batalla sin siquiera poder notar lo que Yunho veía perfectamente desde las alturas del reloj. Esa batalla estaba destinada a ser ganada por los Gohts. No había forma alguna de que tan pocos guerreros pudieran ganarles.
¿En qué estaban pensando?
Los magos caían violentamente golpeados, mutilados, heridos. Los Gohts mataban sin piedad y con una furia casi animal. Eran depredadores, horribles bestias que solo buscaban satisfacer su sed de sangre. Aquello era una masacre, la sangre se esparcía por los suelos de las calles dejando un escenario repugnante de cadáveres completamente mutilados.
No había esperanza, no la podía haber.
Y Sin embargo, Tom estaba allí, peleando con su espada. Yunho lo observó; sí, era Park...aquel que se aventuraba a lo que sabía no tenía cómo salir con vida, y a pesar de ello, siempre lograba salir ileso. Por primera vez Yunho Jung quiso que eso se diera, porque ahora comprendía a Tom. Sí, él sabía que no había esperanza, que no había cómo ganar...pero igual estaba en el campo de batalla. Porque él estaba dispuesto a pelear, aunque el resultado no terminara siendo a su favor. Lucharía hasta morir, y eso era respetable.
Por primera vez, el Slytherin miró a Tom, o a Yoochun, como algo más que una lacra.
Y de repente, al cerrar los ojos, Yunho se vio en otro lugar completamente distinto.
Inútilmente trató de buscar a Jaejoong, porque no lo encontró. Era Heechul el que estaba frente a él, pero con ropa completamente distinta a la que había usado en la mañana. Tenía pantalones y una camisa masculina blanca. Se recogió el cabello en una rosca alta mientras Yoona lloraba en la sala.
- Tu no vas a salir de aquí! Tu esposo acaba de avisar que viene hacia acá para llevarte con él.
- No pienso esperarlo Yoona! La guerra ya inició y quiero ayudar!- dijo mientras tomaba las espadas de colección de su padre que servían para adornar la sala. - Además, Siwon no tiene nada que ver con mis decisiones. Todo lo nuestro siempre fue una farsa...siempre lo fue.
Yunho se estaba desesperando ¿Dónde estaba Jaejoong! E Heechul…lo estaba entendiendo todo mal! Maldito pasado y sus consecuencias. Quería a Kim Hyun Joong ahora!
- Maldita sea aparece holograma!- exclamó con ira mientras sus ojos pardos irradiaban de rabia contenida.
- Me llamabas?- dijo una voz conocida a sus espaldas.
- Ya era hora.- dijo Yunho volteándose y mirándolo peligrosamente. - Dónde está Jaejoong! Lo quiero ahora!
- Y no lo tendrás...sucedió un imprevisto. Se separaron y ahora tienen que mantenerse así.
Los ojos de Yunho brillaron con intensidad.
- De qué estás hablando! Estamos en guerra! Él no puede estar sin mí en ningún momento! Regrésalo ahora!- exclamó fúrico mientras los mechones negros caían sobre su frente.
- No puedo.
- Que no puedes? Claro que puedes! Eres el Dios de todo esto! El creador! El único! Como sea que quieras llamarlo! Tú puedes hacerlo!
- No puedo. Él no me lo permitió. Dijo que te dijera que tú no debes intervenir en sus decisiones.- dijo Kim Hyun Joong manteniendo un semblante sereno.
Yunho no podía creer lo que estaba escuchando.
- Escúchame bien, no me interesa lo que me pueda suceder a mí, pero, si Jaejoong resulta herido…un solo rasguño en su piel será suficiente como para que destruya el maldito libro que ha causado que mi vida sea una pesadilla!
- Hablas desde tu ira, en realidad no quieres decir lo que dices.
- No sabes nada de mí.- respondió él frívolamente.
- Te equivocas, te conozco desde hace siglos.- dijo Hyun Joong. - Y es una pena que no puedas recordarlo, pero es así.
Con esto el holograma de Kim Hyun Joong desapareció ante sus ojos, y Yunho no pudo más que golpear la pared con su puño cerrado, lastimándose los nudillos mientras apoyaba la cabeza en el muro.
"Jaejoong, Jaejoong, Jaejoong."
Si algo llegaba a sucederle...
La puerta de la sala se abrió dejando entrar a Siwon. Yoona se abalanzó sobre él desesperada.
- Por favor! Detenlo! Detenlo está loco!- dijo sollozando.
- Qué estás haciendo Heechul!- preguntó Siwon confundido al verlo así vestido. - No estarás pensando en...
- Lo que piense o no, no es de tu incumbencia. Soy libre y puedo hacer lo que me plazca.
- Eres mi esposo!
- No lo soy!
Siwon fijó sus ojos pardos en los de él y con tono firme habló.
- Yoona, por favor, déjenos solos.
Yoona se apresuró en subir las escaleras y hacer lo que se le había pedido. Heechul se mantenía firme en su posición y ni siquiera miraba al morocho. Él afilaba su espada mientras mantenía una expresión indiferente en su rostro.
- A qué estás jugando ahora.- dijo Siwon notablemente molesto. - No hay tiempo para caprichos Heechul, estamos en un momento crítico y necesito llevarte lejos de la ciudad.
- No necesito de tu protección.- contestó ariscamente y lo miró de arriba abajo. - Por lo que veo tú también piensas ir a la guerra.
- Yo iré, tú no.- dijo él como dando una orden.
- Tú no eres nadie para decirme qué hacer o qué no!- lo desafió él.
Siwon caminó hacia él comenzando a perder la paciencia.
- Qué te pasa! Te estás volviendo loco o qué!- le dijo levantando la voz. Tomó a Heechul por el brazo con su mano pero él se soltó bruscamente.
- No me toques!
- No entiendo lo que te pasa...
- No hay nada qué entender...yo soy el que tenía que terminar de entender muchas cosas y ahora por fin las comprendo. Lo mejor es que desde este mismo instante hagamos nuestras vidas separadas.
Siwon no pudo hablar durante algunos segundos. Las palabras de Heechul habían sido hirientes.
- Eso es lo que quieres? Acabar con todo después de lo que pasó entre nosotros?- dijo Siwon incrédulo.
- Entre nosotros no pasó nada, fue solo algo pasajero y sin importancia.
Él había rebasado el límite.
- Haz lo que quieras.- dijo el morocho secamente mientras daba media vuelta y salía lanzando la puerta tras de sí.
Heechul se dejó caer sobre uno de los muebles conteniendo las lágrimas que querían salir por sus ojos marrones. Nunca pudo saber que, mientras él intentaba soportar el dolor, Siwon caminaba hacia la batalla dispuesto a dejarse matar si eso era necesario.
Cientos, miles de gitanos saltaban por los tejados como hormigas saliendo de un hormiguero. Eran demasiados. Llegó un punto en el que Jaejoong ya casi no veía a los Gohts, solo a los gitanos, con sus vestimentas coloridas y sus espadas levantándose en el aire y agitándose con fuerza. Una sonrisa se fue formando en el rostro del castaño.
Los papeles habían cambiado.
"Temía, sí; temía. Se trataba de uno de esos temores que bien eran capaces de superar todo grado de racionalidad. Las luces en mi mente se encendían diciéndome que el final estaba cerca. Sí, me decían que ya faltaba poco para que mi trabajo de tantos años tuviera el éxito debido, o el fracaso; eso no importaba...un final, en todo caso tendría. Y sin embargo, lo que sentía en aquellos instantes de clímax era algo completamente distinto a lo que creí siempre sentiría. No había considerado pues, la posibilidad de que estrechara lazos afectivos con aquellos que me ayudarían a cambiar el pasado. Resulta que me vi terriblemente afectado al conocer el peligro que corrían tanto Yunho como Jaejoong separados. La voz de Dumbledore, el sabio, sonaba en mi cabeza con fuerza. Supe que había cometido un grave error...cambiar el pasado.., nunca debí intentarlo ¿Pero qué se suponía debía hacer ante aquellas circunstancias? Solo podía rezar...solo podía esperar que todo saliera como debía..."
Jaejoong gritó cuando esta vez fue la cabeza de un Goth la que rodó ante él. La pateó con fuerza alejándola de sí mientras se concentraba en la batalla. Sí, los monstruos eran casi invisibles, lo único que se divisaba con claridad eran los gitanos luchando y levantando sus armas sin clemencia. Aquel era la escena más violenta que Jaejoong jamás hubiera presenciado, y sin embargo, al ver con sus propios ojos que eran los humanos los que ahora llevaban la ventaja, podía sentir la adrenalina correr en su sangre y llenarlo de euforia descontrolada. Jamás lo hubiera creído, pero estaba disfrutando de la batalla...
Y de la irremediable victoria.
Fue el cabello rojo del pelirrojo lo que atrajo la mirada gris de Yunho. Repentinamente había aparecido nuevamente en la guerra de la ciudad, y lo que tenía enfrente era una situación completamente distinta a la anterior. Eran Gitanos los que peleaban contra los Gohts, y por su número parecían estar venciéndolos. Aún seguían saltando calés de las catedrales y edificios que rodeaban la plaza; parecían interminables. Cuando un garrote cayó al lado del morocho supo que el lugar en donde se encontraba no era nada seguro. Buscó a su alrededor una forma de salir ¿Pero cómo? Absolutamente todo lo que lo rodeaba eran gitanos destruyendo Gohts. Una de aquellas terribles bestias cayó al suelo sin cabeza haciendo que la tierra temblara ante su peso. El Slytherin esquivó gitanos y trató de encontrar algún lugar apartado, pero no lo encontraba; estaba inmerso en la batalla. A unos metros observó al pelirrojo atravesando con una lanza a dos Gohts a la vez. Parecía muy hábil en ello.
Entonces vio a Siwon.
Sus ojos pardos se fijaron en su yo pasado, quien luchaba con ira y despecho; ni siquiera veía a sus lados para comprobar que no lo fueran a atacar. Era obvio que no estaba lo suficientemente concentrado.
- Maldita sea mira a los lados!- exclamó él, pero Siwon no podía escucharlo. Si todo seguía aquel curso, ambos acabarían muertos antes de que se pudiera cambiar el pasado.
Un Goth levantó tierra al caer sobre las piedras y esto cegó a Yunho. El Slytherin cayó al suelo incapaz de ver y restregándose los ojos. Fue en cuestión de segundos cuando sintió un dolor agudo al costado del abdomen. Colocó su mano en el área afectada, y pudo sentir el frío de una sustancia espesa que se derramaba por su mano. Cuando abrió los ojos comprobó que se trataba de sangre...
Su sangre. 

Comenten ^^

12 comentarios:

  1. quiero conti.. y gracias hasta que por fin eee estado muy pendiente.. estuvo muy bueno.. quiero saber mas .. que pasara en este fanfic ...

    ResponderEliminar
  2. Dios mio que batalla tan horrible como fue que yunho salio herido espero que no pase a mayores y jae que todavia no lo ve estan en el mismo lugar pero no sde ven espero que lo encuentre rapido para que no le pase nada malo estoy emosionadisima con esa batalla y en que va a quedar todo es pero pronta actualizacion y no deberia de ser de 46 cap traten de llevarlos hasta los 50 jajajaajajaj mentira solo es broma pero es que es tan emosionante que no quisiera que terminara nunca bueno felicitaciones sigan asi les esta quedando mejor que bien

    ResponderEliminar
  3. me encantan todos los capitulos por favor pui¿blica el proximo pronto una pregunta porque siempre yunho es el malo

    ResponderEliminar
  4. geniaall esta capo esta genial ma dejas sin palabras
    porfa otro capo q no le pase nada a yunho por jae espero el final con ancias

    ResponderEliminar
  5. me encantan todos los capitulos por favor escribe el proximo ah y porque yunho siempre es el malo

    ResponderEliminar
  6. geniaal esta capo esta buenisiiimo espero otro capo pero q yuho no mera por jae

    ResponderEliminar
  7. porfa otro capo otro no seas mala xf

    ResponderEliminar
  8. ohh noooooo!!!!!!

    Que pasara ahora co Yunho???? Me preocupa, al igual que Siwon... pero es que, ¿que fue a hablar con Carmen???

    Esperare con ansias el proximo cap.. GRACIAS!!!

    Ahhh y por lo de pasar a 46 cap, claro que me encanta la idea ^^

    Besos y te me cuidas

    ResponderEliminar
  9. aigooooo yunhooooo!!!!! hay no que me le paso a yunho!!!!! omoooo y que paso con el sichul que loco fue eso como de repente estaban mal otra vez ash!!!!! que rabia pq son tan pero tan bakas!!!!!! pq sacan conclusiones erroneas y se lastiman aaaaa estoy que me arranco mi peloooo jejeje omooo que tiene yoochun¿? tiene alguna enfermedad no me gusta como pinta su situacion y la de junsu es mas incierta aun osea que la sociedad es realmente mala en verdad aaaa que le pasara a junsu en que terminara metido!!!! y el yunjae kyaaa en que momento se separaron los matoooo aaaa pero no tanto como quiero matar a heechul!!! y q fue lo que paso entre ellos al final aaa no seas alita carla-sama un lemon de el sichul seria muuuuy perfecto!!! aunque me has dejado con el alma en un hilo yunhooo aigoooo quien lo va ayudar!!! por cierto me mori con la preocupacion de yunho por jae yo awaaaa kawaiiii esos dos son un amor!!! y al igual que Kim Hyun Joong espero que las cosas resuten bien!!! solo deseo ver cuando tanto el sichul como el yunjae puedan ser felices!!! muhcas gracias por la actu fue inesperada y me encanto leerte nuevamente!!!!.

    PD:wiiiiii!!!! (brinca brinca) XD!!!!!!!!!! van a ver mas capis sisisisis que bien q alegria ya estaba chicando por la idea de que al ficc no le quedaba nada para culminar y aunque se que es algo que no se puede evitar me hace realmente feliz que podre tener aunque sea un poco mas para disfrutar del el fic mushisisimas gracias por eso carla-sama y monique-sama espero que se encuentren muy bien y esten gosando de salud no se descuiden y cuiedense mucho xfavor!!!!

    las quiero mucho muchisismas gracias por todo!!!! XD

    ResponderEliminar
  10. OMG noooo YunHo sangre nooo wahahahaha esta emocionante como me pueden dejar con la intriga -hace berrinche- Amo tu fic es como decirlo es HERMOSO por favor no te demores en actualizar ^^ :)

    ResponderEliminar
  11. Demonios Heechul porque no primero averiguas para que fregados Siwon hablo con Carmen y despues lo alejas!!!!!

    Eso provoco que Yunho saliera herido tambien!!!

    wuaaaaaaaaa esto me esta sobrepsando!!!!

    Gracias por el capo... voy corriendo a leer el siguiente.

    ResponderEliminar
  12. ahhhhhhhhhhhhhhh dios como es que no me pude poner al corriente antes con el fic, me disculpo infinitas veces, con la universidad todo cambia en serio no tenia tiempo te pido disculpas sabes que sigo el fic y pues lamento no leer cuando hoy vi que habia el final me recorde que no debo esperar a que se termine para leer, perdoname de verdad no lo quise hace, el fic esta demasiado interesante, me encanta, gracias por el :), Jaejoong y Heechul son ambos iguales en lo que hacen y ni que decir de Siwon y Yunho
    esto se esta poniendo demasiado doloroso de verdad bueno me vouy al siguiente capi gracias :D

    ResponderEliminar