Destiny. Cap. 22 - Su corazón

Hola, creo que nadie lee las notas de autor (?) al final, creo que volveran al inicio, solo espero no aburrirlas :) 

No podre entrar a dejarles capo hasta el lunes de la siguiente semana(20), por favor no me maten, es solo que saldre de viaje y me sera imposible ya que al sitio donde voy no hay inter TTwTT .

Gracias por seguirlo y de nuevo doy la bienvenida a nuevas lectoras.

Este capo va dedicado a unnie Vane por hacer las veces de publicista te amo nena. Y para ti que estas leyendo <3. 

 

Cap. 22 - Su corazón

Lo besó con tanta intensidad, que Jaejoong notó inmediatamente que lo que le sucedía era grave.

El Gryffindoriano lo separó de él con gran dificultad y él pareció enfadarse.

- ¿Qué sucede? Por qué estás actuando así

- ¿Actuando cómo!- gritó Yunho descargando su ira. - ¿¡Por qué siempre le tienes que buscar una maldita explicación a las cosas!?

- Algo te pasa lo sé.- dijo Jaejoong tratando de descifrar el idioma de su mirada.

-Lo puedo sentir. Me besaste de una forma extraña...como si, como si no fueras tú.

- Soy yo. Siempre soy yo.- dijo él

- No, tú eres otro cuando estás conmigo.- dijo fijando sus ojos marrones en él. -Te noto frío...

Yunho no quería mirarlo, sentía la fuerza de sus ojos miel en él y no quería caer. No ahora. Él tenía la capacidad de ver demasiado a través de la barrera que se encargaba siempre de mantener entre ambos. El morocho sabía que si le decía que pronto iba a unirse a los mortífagos él no lo entendería. Jamás comprendería la sed de venganza que nacía en sus venas; no precisamente hacia los impuros, pero sí hacia su padre. Quería destruirlo, y nadie se lo iba a impedir.

- Es mí problema.- dijo él de forma cortante.

El Slytherin se sentó en una de las mesas con la mirada fija al frente, evitando la del castaño. Sus ojos chocaron solo cuando él sintió el calor de la mano suave y pequeña de él sobre la suya. Volteó para verlo junto a él, mirándolo con una ternura que en ese momento le fastidió.

- Entonces es mío también.- le dijo casi en un susurro. -Dime qué sucede, podemos discutirlo...

No, él no podía entenderlo ¿Qué quería que le dijera? Que él se convertiría en un mortío para asesinar a su propio padre y luego ser el líder de los mortífagos? No. La verdad aterraría al castaño, y por ahora él lo necesitaba a su lado. Si él se enteraba se alejaría...y él no estaba seguro de querer que eso sucediera.

- No quiero hablar!- dijo soltando la mano de el castaño bruscamente. De solo pensar que él podría descubrir su verdad le produjo pánico. -Creí que habíamos quedado en que no nos meteríamos en la vida del otro y ahora esto se aplica. Detesto que me hagan preguntas personales porque éstas solo me corresponden a mí ¿me entendiste?

- No realmente, pero si eso es lo que quieres está bien.- dijo Jaejoong tranquilamente. No iba a insistir más y él pudo notar un brillo de tristeza en su mirada. Yunho jamás comprendería lo que era para él estar completamente fuera de todo en su vida. Le estaba llegando a afectar más de lo que creía.

El Slytherin no dijo nada. Estaba cansado de los intentos absurdos del castaño por intentar conocer todo lo que pasaba por su cabeza ¿Por qué no se conformaba con tener lo exterior? Todos las demás lo hacían. Ryeowook  jamás había intentado mirar en su interior, simplemente porque sabía que dentro de él solo había cosas oscuras. Yunho no quería que Jaejoong conociera ese lado de él, tenía miedo de espantarlo, de que huyera. Prefería hacerlo sentir mal por unos minutos, hacerle creer que estaba fuera de su vida y que siempre lo estaría antes que soportar su rechazo. Podía imaginar el desprecio que sentiría hacia él si supiera la verdad.

- Vamos, tenemos que ir con Hyun Joong.- dijo él caminando hacia la sección prohibida sin mirarlo, secamente.

Unas lágrimas corrieron por el rostro del chico, no tanto por sentirse apartado de todo lo relevante en la vida de Yunho Jung, pero sí porque sabía que algo estaba envenenando los pensamientos y oscureciendo el corazón del Slytherin. Si tan solo él le permitiera conocer lo que le estaba sucediendo...

"Claro que Jaejoong Kim tenía el corazón demasiado fuerte y la mente muy inocente. Mala combinación, en cuanto se trata de sobrevivir en el campo de guerra que se había transformado su vida, más resultaba una perfecta mezcla en cuanto a la creación de ese ser complejo y único que era. Podía sentir lo oscuro acercarse, pero su mente, ingenua aún por la corta edad que poseía, no imaginaba siquiera lo profundo de ese lago negro que comenzaba a remarcar su vida. Quería entrar en la mente de Yunho, pero ya había logrado penetrar como un taladro en el lugar más sombrío y oculto del chico, rompiendo la gruesa armadura de hierro que lo cubría... Su corazón"

Alguien tocó la puerta suavemente lo que dio señal absoluta de que no se trataba de Siwon. Heechul caminó y la abrió.

- Señor le traje un poco de comida.- dijo Mika sonriente mientras entraba y sacaba de un cesto frutas, pan y jugo. El castaño sonrió y tomó las manos de la joven empleada.

- Dale este alimento al primer mendigo que veas en la calle.- dijo él.- Yo no lo necesito tanto.

- Pero si no ha comido nada en todo el día!- dijo Mika tristemente. Se va a enfermar. Usted es muy delgado y débil...

- Soy más fuerte de lo que te imaginas.- dijo Heechul sonriendo. -Haz lo que te pido sin discutir, por favor. Te doy mil gracias por el gesto.

- No es nada Señor, no me parece justo cómo el señor lo está tratando. Él no suele ser tan intransigente, últimamente ha estado muy amargado.

El castaño pensó por un instante en su hermana y lo sucedido. Tal vez el orgullo de un hombre pisoteado era el dolor más grande. Mika lo miró y sonrió.

- Está bellísimo. Esta noche va a sobresalir.

- Lo dudo.- dijo él tristemente.- Todo lo que deseo es poder salir de aquí..

- Siento tanto que sus ánimos estén tan decaídos. Me ocuparé de usted personalmente de ahora en adelante.- dijo Mika sonriendo.- Por cierto! El Señor lo espera abajo, dice que se apresure.

Heechul tomó aire como armándose de valor para no desarmarse y salió de la habitación. Yunho y Jaejoong lo siguieron, aún sin decirse nada.

Siwon estaba caminando de un lado a otro en la sala para cuando los dos alumnos llegaron. No podía dejar de pensar en Carmen. Aquella noche la vería nuevamente, y la haría sufrir la mayor cantidad de tiempo posible. Pronto dejó de caminar y se quedó parado en seco frente la escalera. Heechul estaba en comienzo de ésta, mirándolo fijamente con aquellos ojos intensos que solo en ese instante él fue capaz de apreciar. Lo recorrió con la mirada impresionado, y después apartó los ojos de él despectivamente; tenía que recordar la clase de persona que era, y no dejarse llevar por la aparente sencillez y sinceridad que demostraba porque era completamente falsa.

- Vámonos.- dijo mientras salía por la puerta principal rápidamente.

Heechul suspiró y lo siguió.

Antes de que pudieran seguirla, Yunho y Jaejoong se vieron en vueltos en una repentina ráfaga de viento. Habían permanecido alejados, por lo que no pudieron tomarse de las manos y salieron del lugar disparados en distintas direcciones gritando sus nombres, como si con ello quisieran alcanzarse.

Jaejoong cayó sobre arena. Sintió ésta incrustándose en sus ojos e inmediatamente se levantó tratando de quitársela de encima. Cuando por fin pudo abrir los ojos observó impactado lo que tenía al frente.

- Por..Merlín...

Un buque enorme estaba frente al gran puerto. La luna daba a la orilla del mar una luz pálida y algo lúgubre. Sus ojos marrones no se apartaban de la cantidad de gente que bajaba de él. Una tercera parte, Gitanos; la otra estaba compuesta por vampiros indudablemente. La piel pálida y las capas negras le mostraron aquella espantosa verdad. Cadáveres deambulantes y chupadores de sangre invadían el lugar mientras se daban un banquete con los magos que vigilaban el puerto.

Jaejoong tuvo que contener las ganas de vomitar cuando vio a un vampiro clavar sus colmillos en el cuello de un hombre mientras la sangre corría. Se sintió terrible, y quiso salir de allí inmediatamente mas cuando se volteó, unos rostros conocidos impidieron que se moviera.

Sirón caminaba sonriendo tétricamente y a sus lados estaban Morrigan y Zulema. Los tres se acercaron a un vampiro se pelo negro y largo, quien miró a Zulema morbosamente.

- Me prestas a tu hermana Sirón?

- Olvídalo.- dijo él empujando a la rubia que estaba a su izquierda.-Toma a Morrigan, solo para eso sirve.

La rubia fijó sus ojos pardos llenos de odio en él. Y se alejó del extraño.

- No me pongas un dedo encima o haré de tu vida un infierno..

- No pretendo hacerlo de cualquier forma princesa...Zulema es más atractiva.

La morena cortó la conversación bruscamente.

- No interesan tus comentarios ya que para ello tendrías que pensar, lo que creo se te dificulta bastante. Llegaron los últimos?

- Son todos.- dijo el hombre aún mirándola morbosamente.

- Entonces creo que estamos listos para la guerra.- dijo Zulema.- El dinero para pagar esa tropa lo tendrás pronto, ya ubicamos a un afortunado que servirá para la causa.

- Choi no es así?- dijo Morrigan

- Sí.

- Lo que me recuerda que aún no has encontrado a Kyuyong. Te di una simple tarea que no pudiste cumplir. Es patético.- dijo Sirón mirando despectivamente a su hermana.

- Por qué no encargas a Zulema? Ya que él todo lo hace a la perfección!

- Él no tiene tiempo para encargarse de eso. Está ocupado con Choi y hasta ahora lo ha hecho perfectamente. Es la última oportunidad que te doy Morrigan, ya estoy harto de cargar a cuestas una hermana inútil.

Sirón dio vuelta y tomó la mano de Zulema llevándosela hacia el otro lado con los demás vampiros. Morrigan apretó los puños enterrándose las uñas en las palmas de las manos mientras veía a su hermana alejarse.

- Debe ser terrible ser la segunda en todo no?- dijo el vampiro antes de irse.

Jaejoong sintió algo de lástima por Morrigan, pero aquellos ojos pardos muertos no le transmitían sentimientos. Había algo terrible en él, una maldad incluso más grande que la que Zulema, con sus grandes serpientes transmitía. No pudo evitar que su piel se erizara. Sintió que se ahogaba de repente y vio por un instante todo nublado. Sin embargo, pronto volvió a normalidad y logró salir de esa angustia que parecía invadirlo.

- Yunho dónde estás?

---

Yunho cayó de pie y antes de caer al suelo se sostuvo de la pared. Miró a su alrededor inmediatamente, desesperado, en busca de un Jaejoong que se había ido bastante lejos de donde él estaba. Se pasó una mano por su negra cabellera al ver que lo había perdido. Recordaba ahora las palabras de Kim Hyun Joong diciéndole que era peligroso el que estuvieran separados. El simple hecho de pensar que algo malo podría sucederle al castaño por su ineptitud hizo que la rabia que sentía hacia él mismo se incrementara. Pegó a la pared con fuerza sin sentir el dolor de sus nudillos heridos.

- Maldita sea!

Su respiración era agitada. Trató de tranquilizarse pero no pudo. Aquel en definitiva, era el peor día de toda su vida. Quería saber dónde estaba el Gryffindoriano, pero no podía. Tal vez en ese preciso instante estuviera corriendo peligro...y todo por tu culpa.

Sus ojos pardos de fijaron en la gran mesa donde Carmen, Andrés, Siwon e Heechul cenaban. Carmen no dejaba de mirar al morocho. Su vestido rosa tentativo la hacía resaltar en la habitación. Los ojos pardos del recién casado estaban fijos en la pelirroja también, sin poder medir la ira, el rencor, y la lujuria que despertaba en él. Andrés seguía hablando animadamente sin notar la tensión que se daba en la mesa.

- En sí, yo creo que el sistema capitalista que se está dando actualmente en el mundo mágico y me atrevería a decir, en el muggle también ya que según el oráculo pronto vendrá una revolución...mmm se me fue el nombre…

- Industrial.- agregó Heechul repentinamente.-Dicen que en algunos años los muggles serán grandes inventores de artefactos que sin poderes mágicos realizan tareas indiscutiblemente asombrosas.

La atención de los dos hombres estaba ahora en las manos de Heechul. Siwon había dejado de observar a Carmen para fijar los ojos en su esposo, cuya sencilla y opacada belleza hasta entonces no había relucido, y ahora parecía querer salir a flote en un mar de ideas.

- Vaya! No sabía que eras tan conocedor de estos asuntos.- inquirió Andrés mientras sus ojos brillaban sobre él. -En definitiva, creo que el capitalismo regirá sobre todo el mundo, mágico y muggle.

- No lo creo.- dijo Heechul nuevamente integrándose a la conversación. Aún mantenía ese tono tímido y recatado, mas no podía evitar intervenir.-Es decir, en mi opinión, y según varios estudios que he realizado, en base a estadísticas e ideologías próximas...Creo que ya que el capitalismo es un sistema que beneficiará a algunos y hundirá a otros, esos otros crearán otro sistema que los proteja… Posiblemente uno para clase media baja. Podrá llegar a ser el principal enemigo del capitalismo, como lo conocemos.

Andrés rió.

- No lo había visto desde ese punto de vista! Pero...Es algo extraño.

Siwon hasta entonces había estado con la boca semiabierta observándolo, pero intervino en ese preciso instante.

- No es extraño lo que dice tiene sentido.- dijo el morocho.-De hecho yo también he llegado a la misma conclusión. Un sistema más social, con tendencias hacia una repartición equitativa de las riquezas...

- Podría ser… Heechul… no sabía que estudiaras tanto.- dijo Andrés.

- Pues, creo que la educación debería impartirse para todos; hombres y mujeres. Pensamos de igual manera no es así?

Carmen odió desde ese instante a su hermano y no dejaría de hacerlo nunca. Por primera vez, sintió que no era el centro de atención y esto no lo pudo soportar. En aquel instante, por única vez en su vida sintió envidia de su hermano. Jamás había tenido nada que él no tuviera. Su belleza, sin duda alguna sobrepasaba a la simplona del de Heechul. Carmen sabía que era más carismática, encantadora, elegante, interesante y seductora. Entonces... ¿por qué de repente se sentía tan inferior a Heechul? Tal vez era porque los ojos de Siwon brillaban al mirarlo como jamás habían brillado al verla a él. Porque su hermano parecía ser mucho más inteligente de lo que ella jamás podría ser. Tal vez era eso; no lo sabía. Solo tenía la firme certeza de que lo odiaba, y que en ese momento se había declarado la guerra entre ambos, aunque el castaño aún no lo supiera

Siwon, a quien le había impactado la intervención repentina de su esposo, había comenzado a dudar seriamente de todos las acusaciones que Carmen había tenido para con su hermano. Ahora se preguntaba qué tan cierto era que alguien tan bien preparado y con obvias inclinaciones hacia lo social pudiera ser la clase de desvergonzado que la pelirroja había descrito en otras ocasiones. Supo, que mandaría de inmediato a investigar los antiguos pasos de su esposo, y así conocería la verdad.

Heechul había dejado de comer y parecía tener la mirada fija sobre la mesa. No soportaba más la situación que estaba viviendo. Era demasiado incómodo tener que ser parte de aquella farsa, de esa mentira que lo estaba destruyendo poco a poco. Sintió que se asfixiaba, que el aire le faltaba. Trató de tranquilizarse y regular sus emociones.

- Mi hermanito, como siempre tan elocuente no es así?- añadió Carmen. - Ya que estamos en una conversación tan animada por qué no nos hablas de tu madre? Andrés estuvo interesado en saber pero yo, la verdad, mucho no sé. Era un pirata no es así?- dijo venenosamente la pelirroja.

Heechul notó las palabras hirientes de su hermana y las recogió inmediatamente para que al menos Andrés no lo notara.

- Sí, lo era. Alguien admirable que dedicó su vida en beneficio de otros. No muchas pueden decir lo mismo. Resulta algo patético que muchas de las llamadas damas de sociedad se pasen los años de su vida tejiendo, en una silla mientras otras las atienden ¿es ese un propósito de vida coherente?

Siwon no pudo evitar sonreír. De cierta forma, el sarcasmo inteligente del castaño resultaba cómico.

- Estoy de acuerdo queridísimo hermano, pero ¿no es eso acaso lo que ambos estamos destinados a hacer? Me temo, que tu catalogación también te incluye.

Las mejillas de el castaño tomaRon un color rojo ante el comentario sucio y vil que sin duda había sido destinado a herirlo. Heechul se levantó de la mesa bruscamente.

- Discúlpenme, debo tomar aire.

Con esto salió.

Se asomó por el balcón de la sala y respiró permitiendo que el aire penetrara sus pulmones. Las últimas palabras de su hermana le habían llegado profundamente. Tenía razón, él estaba condenado a pertenecer a esa clase inútil y desprovista de ideales ¿Cómo podría seguir viviendo con aquella certeza? Sintió que las lágrimas venían cuando una mano tomó su brazo y delicadamente lo volteaba. Sus ojos marrones brillantes de chocaron con los pardos del morocho muy de cerca.

- Siento haberme retirado de esa forma.- se justificó Heechul confundido.

- Estás bien?

- Qué?- dijo él creyendo no haber escuchado bien. Era la primera vez que Siwon dirigía palabras amables hacia él.

- Estás pálido. Recuerda que Andrés no debe notar nada de esto.

- Es una pesadilla.

- Es culpa de tu hermana

- No la mía.

Heechul dirigía una mirada llena de reproches al morocho y éste, por primera vez sintió la llama de fuego que en aquellos ojos brillaba, y parecía querer quemarlo hasta consumirlo en la miseria más cruel y despiadada. Había bastado aquellos dos días de compartir con él para saber que la persona con la cual se había casado no era ningun tonto. Era brillante. Precisamente en esto consistía el poder de su carácter; firme, dominante. Sus ojos expresaban una viva intensidad que jamás había visto antes en ninguna otra persona. La inteligencia que Heechul poseía era lo que le impedía controlarlo como había pensado hacer desde un comienzo. De repente, todos los conocimientos que creía tener sobre la materia se vieron desprovistos de base. Supo que no sabía a qué atenerse con aquel castaño de ojos marrones que tenía al frente, y por primera vez, Choi Siwon titubeó ante los ojos ardientes de una persona.

Heechul se soltó del morocho y sin bajar la barbilla ni un solo instante, dando muestras de eterno amor propio y orgullo desmedido, dio media vuelta y entró al comedor.

- Sucedió algo?- preguntó inocentemente Andrés, quien en definitiva, no podía siquiera imaginar lo que se estaba dando en su propio hogar.

- Es solo que requería un poco de aire.- se disculpó Heechul.

- Y Siwon?

- Está por entrar.

Carmen sonrió y repentinamente se levantó de la mesa.

- Iré a buscarlo. No queremos que se pierda del postre que yo misma preparé.

Heechul miró con rabia e indignación a su hermana mientras salía hacia el balcón ¿Cómo podía tener tan pocos escrúpulos? Sintió como todo su cuerpo, lleno de ira temblaba. Trató de ocultarlo por respeto a Andrés, después de todo, él no tenía la culpa de nada. Pero supo que iba a vengarse de todo aquello. Iba a tomar la justicia en sus propias manos; por él, y por Andrés-las víctimas de todo el asunto-

Yunho, por supuesto, no podía saber lo que pasaba por la mente del castaño en esos instantes, y la verdad, poco le importaba realmente. Solo podía pensar en Jaejoong, reprochándose una y otra vez no haber seguido las estrictas instrucciones de Hyun Joong. Si algo llegaba a pasarle...

- Maldita sea! - gritó mientras salía al balcón.

Carmen lucía esplendorosa bajo la luz pálida de la luna. Siwon tuvo que hacer grandes intentos para controlarse, y no ceder ante todo lo que su presencia le producía. Aunque gran parte de su corazón seguía latiendo fuertemente cada vez que la veía, el sentimiento de rencor y odio prevalecían de tal forma que se le hacía imposible verla como la veía antes. La venganza era lo único que cruzaba por su mente, y lo único que alimentaba su ser.

- Qué tal has estado con el simplon de Heechul?-dijo Carmen sonriendo malévolamente. - Él te odia, y por lo que veo, está siendo para ti el dolor de cabeza que antes era para mi madre. Cometiste un error al casarte con él solo para vengarte, y lo irás pagando lentamente con la joyita que te acabas de llevar.

Siwon sonrió sombríamente y un escalofrío recorrió la espina dorsal de la bella mujer de Cho. El morocho se acercó a él tanto, que solo quedó unos pocos milímetros de distancia entre sus bocas. Él la miró fijamente.

- Tu ignorancia habla en esa boca como si tuviera vida.- espetó. - ¿Quién te dijo a ti, camelia, que eres mejor que aquel que ahora, sin importarle las condiciones en las que se ve envuelto, está en ese comedor soportando lo que ninguna otra persona en su lugar soportaría? En eso radica la diferencia entre una persona decente, y una simple ramera.

Carmen cerró los ojos como tragando el insulto que había sido recientemente lanzado en su contra. Pronto volvió a abrirlos, despertando esa belleza peligrosa y venenosa que la envolvía.

- Tú me amas, lo sé. Puedes admirar a Heechul porque está allí sentado pero solo hace todo esto porque es un hipócrita cien veces más ramera de lo que tú me acusas. Mi error fue haber ambicionado una escala social alta antes que ceder al amor que siento por ti; eso llega a ser entendible. Mi hermano es alguien que se vende al mejor postor, y no por ambición, sino por placer. Mira tú a cuál de ambos prefieres.

Con éste último comentario ácido la pelirroja dio media vuelta y entró. Unos minutos después el morocho hizo exactamente lo mismo...

---

Jaejoong había llevado bastante tiempo escuchando las negociaciones entre los vampiros y gitanos cuando la lluvia comenzó a caer como por arte de magia sobre todos los presentes. El castaño vio cómo todos se metían en los barcos o simplemente corrían en distintas direcciones dejando cadáveres de guardias en la bahía del puerto como muestra del tremebunda tradición alimenticia de estos seres dotados de gruesos colmillos. Jaejoong gritó de rabia al sentirse completamente mojado y el frío inmediatamente caló sus huesos. Hubiera querido correr como los demás ¿Pero a dónde? No había solución. Miró a su alrededor y entonces reconoció a Zulema, estática, dejando que la lluvia corriese por su vestido negro y humedeciera su piel de porcelana. Su cabello negro carbón caía mojado por su frente, largo y lacio, tapando la eterna oscuridad de unos ojos vidriosos. Sirón corrió hacia ella y la tomó del brazo obligándola a voltear.

- Vámonos! La lluvia aterroriza a los gitanos ya no tenemos nada que hacer aquí.

Zulema se soltó de su hermana bruscamente y lo miró fríamente.

- Detesto a los gitanos. Quisiera matarlos.

- Sabes que no podemos, nos conviene ahora mantenerlos de nuestra parte.

- Puedo escucharla...

- ¿A quién?

- A Damona...

- Que dice...

- Que si no encontramos a Kyuyong pronto, va a morir.- dijo mirando a su hermana con una expresión tan...tan...muerta.

- La inútil de tu hermana no ha conseguido su paradero.

- Morrigan es una inepta.- dijo Zulema sacando una daga de su capa mientras varias serpientes la envolvían acariciando su escamosa piel. - Voy a matar a Choi.

- Como quieras, sabes que no puedo negarte ningún tipo de placer mi princesa...- dijo acariciando el rostro de su hermana. - Solo, asegúrate de conseguir el dinero.

- Lo haré.

Jaejoong sintió el frío entumecer cada parte de su cuerpo mientras en su mente solo rogaba por retornar antes de que el clima terminara por congelarlo.

---

Durante el viaje de regreso a la mansión Choi nadie dijo nada. Siwon permanecía observando a su esposo, mas ésta solo miraba por la ventana, como rechazando cualquier tipo de contacto visual con aquel ser que sin duda alguna detestaba.

Yunho los siguió todo el tiempo hasta entrar a la sala del mansión, donde la pelea de siempre comenzó a estallar. Heechul había caminado directamente hacia las escaleras cuando la voz petulante de Siwon lo detuvo en seco.

- ¿Cómo logras tolerar todo esta situación?- preguntó él con un tanto de curiosidad morbosa.

- Es eso, o manchar el apellido de papá, lo cual ni muerto haré.- dijo el castaño cortante. Su voz era fría y distante.

- O tal vez sea porque eres igual que tú hermana, y te casaste porque tengo dinero.

Heechul se volteó bruscamente y lo miró con ojos ardiendo en ira, parecía que sus labios estaban a punto de articular alguna frase que callara al morocho, sin embargo, pareció tragárselo y esbozar una sonrisa tétrica, desafiante y perturbadora mientras altivo, miraba con superioridad a Siwon.

- Mañana desayunaré contigo.- dijo en un tono amable, tan amable, que produjo escalofríos en el morocho. - Así que espero que estés presente. Aclararemos algunas cosas.

Heechul dio media vuelta y subió las escaleras desapareciendo. Siwon supo que algo tramaba aquella cabeza que cada vez lo dejaba más sorprendido. Aquella misma noche escribió una carta a uno de sus seguidores para que investigara la labor que Kim Heechul realizaba en la comunidad local.

Un temblor brusco lo llevó hacia el piso frío de la sección prohibida.

Yunho fijó sus ojos pardos en Hyun Joong, quien lo observaba aprehensivamente, e inmediatamente volteó a ver a Jaejoong, quien se levantaba completamente empapado y temblando. Sus labios estaban morados y tenía un semblante pálido. El Slytherin se aterró mientras se levantaba y lo tomaba entre sus brazos, abrazándolo con fuerza, tratando de transmitirle calor. Aquel delicado cuerpo, que tantas otras veces había sido capaz de desprender llamas de fuego ahora parecía un témpano de hielo. Kim Hyun Joong parecía furioso, y no le faltaba razón para ello.

- ¿Ustedes creen que esto es un juego verdad? Si de verdad lo creen, entonces deberían no regresar más y simplemente dejar que las cosas sucedan como sucedieron años atrás!- inquirió notablemente molesto. - Creí que trataba con dos personas maduras! No con dos niños que por una riña pierden el control del trabajo importante que les fue encomendado!

- ¿Cómo sabes que discutimos?- preguntó Yunho extrañado. - Y no me gusta que me griten! Mucho menos un simple recuerdo!

- Ya basta!- gritó Jaejoong volviendo a tomar el color natural rosa de sus mejillas. - Perdónanos, no sucederá nuevamente.

Jaejoong se separó del morocho y salió de la sección prohibida. Yunho lo siguió inmediatamente.

El castaño caminaba dispuesto a retirarse de la biblioteca cuando una mano lo tomó por la cintura y lo obligó a voltear. El morocho lo pegó contra su cuerpo y el sentirlo, temblando bajo sus manos, lo excitó terriblemente. La pequeña nariz de Jaejoong permanecía roja, y sus labios habían recobrado su color natural.

- ¿Estás bien?

- No vas a disculparte verdad?- preguntó el castaño sintiendo su aliento chocar contra el de su amante.

- No.- respondió él pegándolo más contra sí. - No me arrepiento de nada.

Jaejoong sintió un dolor grande al saber que no tendría más opción que investigar aquello que él ocultaba. Había estado a punto de irse cuando el morocho cortó la poca distancia entre ellos y lo besó intensamente. El castaño sintió cómo el calor volvía vivamente a su cuerpo mientras él indagaba con su lengua en el interior de la boca del Gryffindoriano. Sus manos, con dedos largos y finos como los de un pianista, recorrieron el cuerpo del chico con desesperación y con unas incontrolables ganas de poseerlo. Poco le importó el hecho de que estuviera empapando su uniforme de Slytherin mientras sus cuerpos chocaban contra sí. Él había comenzado a desabrochar la camisa de Jaejoong cuando éste de repente dejó de responder a sus caricias. Sus ojos pardos se fijaron en él mientras observaba cómo unos ojos marrones apagados lo miraban inquisitivamente.

- Para ti soy solo un objeto verdad?- le dijo sin dejar de mirarlo ni un solo instante. No quería perderse ni una mínima reacción.

- No te entiendo.- dijo Yunho alejándose de él y manteniendo la barrera de siempre. No, él jamás podría saber lo que él sentía. Prefería morirse, o dejarlo antes de que él lo supiera. - Creí que esto era un acuerdo.

- O sea que es eso lo que yo sigo significando para ti verdad? Un estúpido arreglo. Siempre lo fui.

- Eso nunca te molestó.

Los ojos de Jaejoong se llenaron de lágrimas.

- ¿Nunca¿Qué clase de desvergonzado crees que soy¿Crees de verdad que puedo ser tan frívolo como para mantener solo un trato cuando te he dado...todo de mí?

- No me has dado todo Jaejoong Kim.- dijo Yunho respondiendo crudamente. -Siempre, solo he poseído tu cuerpo.

- Lo mismo digo.

- Ese fue siempre el trato.

- ¡Este trato es inmaduro y patético!- inquirió el castaño.

- Es el que tú mismo te empeñaste siempre en mantener!- espetó el Slytherin. -Siempre me has mantenido alejado de todos tus asuntos personales y eso es exactamente lo que yo hago, estamos a la par.

- Quiero dejarlo! Y si te digo que ahora estoy dispuesto a cambiar esa parte del trato?

- No quiero.

Yunho caminó por entre las estanterías acomodándose la corbata, evadiendo como podía la situación. Jaejoong caminaba tras de él.

- Eres un cobarde.- le dijo. - ¿A qué le tienes tanto miedo¿A que sepa tus secretos o a que aún después de conocer los míos quieras permanecer a mi lado?

- Me estás hartando! Te estás comportando igual que Ryeowook !

- No te atrevas a compararme con tu repugnante novio!- gritó Jaejoong sin poder creer lo que él acababa de decir. - No soy igual que él y lo sabes! Por eso estás conmigo o lo niegas? Atrévete a negarlo!

- Solo eres el otro maldita sea!- gritó el morocho estallando y sin medir sus palabras. Estaba desesperado, tenía que alejarlo de su vida antes de que él descubriera la verdad. No sería capaz de soportar el odio que él sentiría hacia él si conociera sus planes. - ¿Qué te hace pensar que tienes más derechos que él¿Qué te hace pensar que puedes entrometerte en mi vida! Si piensas que hay sentimientos involucrados en toda esta situación lamento decepcionarte ¿Quieres saber la verdad? Te diré la única verdad.- dijo mientras se acercaba a él con aire déspota. -Me casaré con Ryeowook , y todo esto quedará en el olvido en cuando nos graduemos. Siempre lo supiste, no te engañé nunca. Tú decidiste quedarte conmigo a pesar de todo esto. Esa es la verdad.

Jaejoong escupió en el rostro de Yunho, tal y como Heechul lo había hecho alguna vez con Siwon y salió de la biblioteca corriendo pensando que aquel sería sin duda el peor momento de su vida. No tenía ni idea de que todo sucedía por alguna razón, y lo que llegaba a creer perjudicial, mucho después conlleva a algo sumamente gratificante ¿Pero cómo iba él a saber que el haberse bañado en lluvia hasta el punto de congelarse le serviría para recuperar a sus amigos?

---

Jinki  entró al gran comedor y corrió hacia Yoochun dándole un beso fugaz en la boca que no sorprendió a nadie, claro, nadie exceptuando a Junsu. Kibum se apresuró en informarle de que el moreno y el rubio ya eran novios y el pelirrojo dejó de comer. Su rostro se tornó pálido mientras todos reían en la mesa felicitando a los dos chicos. Min, reía eufórico diciendo frases que lo único que lograban hacer era el momento aún más doloroso para él.

- Siempre supe que terminarían así! Es decir, hacen una pareja perfecta!- dijo él sin siquiera sospechar que estaba apuñalando lentamente el corazón de su hermano.

Junsu hizo un esfuerzo por controlarse. Su mirada estaba fija en la mesa y trataba de no observar cómo Yoochun tomaba a Jinki  por la cintura y sonreía sin siquiera percatarse de su presencia. Como si no existiera. De repente, los sonidos parecieron desvanecerse, y lo único que el pelirrojo lograba captar eran los latidos lentos de su corazón, y la debilidad que comenzaba a esparcirse por todo su cuerpo. Resultaba intolerable. Pero no se levantaría o se retiraría de allí. Tenía que ser fuerte.

Vamos, tu puedes Junsu se dijo cuando la voz alegre de su amigo lo devolvió a la realidad.

- Junsu! Ah! Quería contártelo ayer en la noche pero no sé dónde diablos dormiste! No te encontré!- dijo Jinki  sentándose a su lado. -Yoochun es..., no sé cómo explicarlo pero creo que por fin he encontrado una relación estable. No sabes lo esperanzador que es esto.

Junsu levantó la mirada hacia el buscador de Gryffindor que reía mientras hablaba con sus amigos; parecía extremadamente feliz. Volteó hacia su amigo.

- Me alegro por ti.- le dijo casi en un susurro.

- Siento que esto arruine tu venganza contra él, de verdad.- dijo el rubio. -Es solo que... ¿Sabes? Siempre me he sentido como...utilizado por los hombres. Muchas veces me odié a mí mismo, repugnando mi cuerpo y mi rostro...

- Pero si eres hermoso.- dijo Jonghyun interviniendo en la conversación. – El mas bello de Gryffindor.

- Precisamente. Todos, lo único que veían en mí era eso. Cuántas veces no quise ser como tu Jonghyun. Todos saben que Dean se muere por ti, pero no es solo por tu físico, sino por lo que eres. El ser catalogado como "bél" siempre fue un castigo. Me sentía...una envoltura bonita...pero de qué sirve una envoltura si adentro no hay un regalo? Todos estaban demasiado ocupados en ver mi exterior, que no les importaba si yo pensaba o no. Terminaba siendo un muñeco, y...debo confesar, que me sentía inferior. Siempre los he envidiado a todos ustedes. Ahora...Yoochun, él no me ve solo por mi exterior me comprendes? Él ve más allá de eso. Es el primer chico que le importa lo que estoy diciendo y me escucha sin observar el escote de mi camisa. Creo...Creo que va a funcionar.

Jinki  dijo todo esto con tanta sinceridad, y tanta esperanza en su mirada que Junsu se sintió aún peor de lo que se sentía. Por el brillo que destellaba en los ojos verdes de Yoochun al mirar al rubio, sabía que él estaba comenzando a sentir algo por Jinki . El pelirrojo quiso morirse en ese preciso instante. Respiró profundamente y dejó que el dolor lo consumiera por cinco segundos.

1.,...2...,.3..,.4..,.5 contó mentalmente y logró contener las lágrimas que estaban demandando salir.

Comenten